La juventud ante el pecado original
de los opositores al castrismo
Vicente Morín Aguado
HAVANA TIMES — El pasado 26 de julio el Presidente Raúl Castro afirmó: “Esta sigue siendo una revolución de jóvenes.” Ahora que el llamado castrismo se prolonga en su persona, propongo un debate sobre los orígenes de este ideal político.
Obviando la filosofía, puede entenderse al castrismo como una práctica política cuya idea esencial es vencer bajo cualquier circunstancia, enfrentando al más poderoso de los enemigos.
Ante una derrota circunstancial, “convertir el revés en victoria”.
Los discursos fidelistas no son muy filosóficos. La elección de la Unión Soviética como aliado respondió a la simple lógica de enfrentar a un peso completo llamado Estados Unidos.
Recordando aquel 1959, recalco que el pueblo cubano le ganó la guerra a los militares batistianos. No se trata de una expresión propagandística, es un hecho real.
En términos militares, un centenar de rebeldes armados no toman una ciudad como Santa Clara. Sencillamente los cubanos estaban hartos del dictador, hasta los “casquitos” facilitaron la tarea del Che Guevara.
Fidel entró en La Habana seguido por un mar de pueblo, con Camilo de bandera. La polarización política avanzaba en la medida que el líder rebelde pasaba de las palabras a los hechos.
Nixon, entonces Vicepresidente norteamericano, calificó al nuevo hombre fuerte de La Habana como “una amenaza para la seguridad de Los Estados Unidos.”
Discursando como “No Alineado” el joven político, asombrosamente hábil para sus treinta y tres años, se alineaba claramente junto al PCUS.
En términos militares, un centenar de rebeldes armados no toman una ciudad como Santa Clara. Sencillamente los cubanos estaban hartos del dictador, hasta los “casquitos” facilitaron la tarea del Che Guevara.
No faltaron los opositores, algunos con el aval de una historia común de heroicidad ante la dictadura derrocada: Chanes de Armas, asaltante del Moncada; los Comandantes Hubert Matos y Gutiérrez Menoyo. Estos y otros antagonistas encanecieron en las cárceles cubanas.
Las llamadas “clases vivas”, para mi muertas eternamente, apostaron por las bayonetas del US Army, tomando Bacardí en Miami, mientras esperaban el fin de Castro. Jamás se alcanzó un consenso mínimo de unidad, cuyo basamento lógico eran los disidentes con prestigio dentro de Cuba.
Tuvimos terrorismo en El Escambray, disfrazado de resistencia al comunismo. En La Florida seguían apostando básicamente por los americanos, conformando así El Pecado Original.
Pasadas cinco décadas terminaron por llamarse a sí mismos cubano americanos.
O eres cubano o eres americano. Si juraste la bandera de las cincuenta y una estrellas, entonces no me representas, eres un yanqui aunque disimules con tu español, listo para una respuesta en inglés si de intervenir en la Cámara de Diputados se trata.
Lo peor es que después de la Crisis de Octubre, Kennedy y sus sucesores jugaron la carta de la subversión interna, desestimando una agresión directa, en correspondencia con las promesas dadas a los soviéticos. Tal postura fue fatal para los opositores a Castro. Los planes contra la Revolución no alcanzaron mayor resonancia a la dada por las exhibiciones televisivas en programas de alto Rating como el de Cristina.
Hace calor en La Habana, escuchando estribillos musicales donde supuestamente se goza aquí, pero con dinero ganado allá. Pura desverguenza intelectual.
Medio siglo significa varias generaciones. Muchos como yo, nacidos con la Revolución, no tenemos propiedades en herencia, tampoco nuestros hijos o nietos. Los reclamantes viven del otro lado de la Corriente del Golfo y deben confrontar sus viejos papeles con las naturales transformaciones en un país al paso de tanto tiempo.
La juventud cubana, baluarte de los cambios en acción y los necesariamente por venir, es una generación desligada de esos que no se atrincheraron ante un puñado de rebeldes atacando a Santa Clara.
Estos jóvenes luchan por un Nike o un DK NY, pero no escuchan los reclamos absurdos de Ileana Ross. Agrego, muy pocos leen el diario Granma.
Hay una deuda con la historia, tanto dentro como fuera del país. Aprecio falta de madurez en numerosos cuestionamientos políticos. Es buena la libertad de expresión para que nadie se crea impune a la opinión ajena, sin olvidar por ello una sabia expresión bíblica que reza “como amareis sereis amados”, es decir, con la vara que midas te medirán.
Estos jóvenes luchan por un Nike o un DK NY, pero no escuchan los reclamos absurdos de Ileana Ross. Agrego, muy pocos leen el diario Granma.
Si se trata de evaluar a los que forjaron la nación, buscando entuertos podemos llegar hasta cambiar las figuras impresas en nuestra moneda nacional, avergonzados por sus faltas, ocultas o poco divulgadas. Lo mismo sería, por ejemplo, en Los Estados Unidos.
El General Grant, jefe de los ejército de los “unionists” durante la Guerra de secesión, se excedía con el vino. En cierta ocasión increparon al Presidente Lincoln por la conducta del importante militar, respondiendo aproximadamente: investiguen que clase de vino bebe Grant, tal vez les ayude a ser tan eficaces como él.
Si por el alcohol etílico fuera, Ulysses Simpson Grant desaparecería del billete $50, pero los norteamericanos prefieren recordar sus brillantes victorias militares durante la guerra civil, fin del oprobioso sistema esclavista en la gran nación norteña.
Los cubanos estamos llamados a reflexionar, es tiempo de acuerdos, de puentes y caminos, obviando lo superfluo sin por ello menoscabar el derecho a la réplica. Hasta el Apóstol podría terminar fuera de nuestros parques, escuelas o incluso del Peso cubano, si hurgamos con mala leche en sus humanas faltas.
Los opositores al castrismo están pagando su pecado original, esa deuda con la historia que no quieren saldar, obstinados en tiempos idos, apartados de la realidad.
En Cuba la juventud se ha zafado definitivamente del pasado, claro, no tiene la herencia del pecado original, aunque está en la obligación de encontrar respuestas a la situación actual, un tema cuya solución pasa por recordar los años duros y las iniciales de la tierra.
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Vicente Morín Aguado: [email protected]
Me parece este artículo encerrado en un binarismo que no tiene nada que ver con la realidad. Hablar de los históricos allá o en Miami, es reducir la contradicción a dos grupitos en extinción. ¿ Hasta cuando vamos a ver la realidad reducida al 1% de la población?
¿Quién tiene una deuda con la historia? Eso no lo entendí.
La caracterización de la juventud cubana me pareció demasiado simplificada: aman los Nikes pero no a Ileana Ross y ¿por qué el eje de la comparación es con esa persona?
En Cuba existen anarquistas y socialistas democráticos, socialdemócratas y socialcristianos, liberales sociales y liberales de Estado mínimo. Hay de todo como en botica y cada uno tiene posiciones y propuestas diferentes. Que no te hayas enterado Vicente, no significa que no existan. Con la prensa que tiene el país y que como bien dices no la leen los jóvenes, si la leyeran tampoco se enterarían de nada. La inmensa mayoría de la realidad cubana queda fuera de los periódicos y de los discursos oficiales.
¿Y cuál es el pecado original? Tampoco me quedó claro.
Y en cuanto a recordar la novela de Jesús Díaz, tampoco lo entiendo como referente para buscar las respuestas a los problemas de hoy. Novela que leí hace bastante y que me gustó mucho
En fin que tienes todo el derecho a tu expresión pero me parece que no lograste explicarte al menos para mi humilde cerebro.
Saludos,
Marlene.
Aparte de simplón y maniqueo en el análisis, este artículo ¿Qué es lo que pretende decir?. estoy de acuerdo con Marlene. y me cuestiono seriamente que pueda este autor hablar así en nombre de la “juventiud” ¿De qué juventud, por favor?
Que quiso decir?. Es como una pelea de todos contra todos, donde nadie se salva del pecado original ( por fin, cual es???). El nacer despues de la revolucion y escribir de cosas que no se vivieron encierra una gran responsabilidad. Si hubo disidencia en los primeros años de la revolucion y acabaron en el paredon de fusilamiento con el apoyo de la mayoria del pueblo que gritaba paredon, los alzados en el escambray si trataron de luchar por un cambio a pesar de que el autor les llama terroristas (se puede medir con el mismo rasero a los movimientos guerrilleros apoyados por cuba en los 60s?), no todos los cubanos que se fueron a miami fueron a tomar bacardi, que por cierto es sigue siendo un simbolo cubano, no yanki, muchos medicos e ingenieros tuvieron que empezar fregando platos y limpiando casas a pesar de su educacion . Seria mejor que el autor se pusiese a estudiar las causas de tanta desidia en la juventud y no seguirle la cantaleta a raul de que el pueblo es el culpable de tanta indisciplina social. La juventud cubana es igual que a la de cualquier parte del mundo y de la misma manera un dia puede demostrar su fuerza, si lo quiere . Los lideres son minorias entre las masas y la juventud cubana tiene muchos ejemplos de jovenes que se han lanzado a criticar al regimen de diferentes maneras y todas son validas. Lo que pasa es que si dentro de ese “pecado original ” el que escribe este articulo quiere ignorarlos de eo ni Ileana ni los Nike tienen la culpa.
Pues, según mi opinión, el pecado original es un cóctel de varias cosas:
por una parte, la incapacidad total de la oposición cubana a ponerse de acuerdo. Me refiero a los de adentro y a los de afuera, a los viejos y a los jóvenes, a los de la tradición y a los de internet, a los que dicen sí pero no y a los que dicen no pero sí. Gastan más energías y neuronas en desacreditarse y excluirse los unos a los otros que en combatir al régimen;
otra parte del pecado original es pensar que, porque somos el ombligo del universo, el resto del mundo nos va a ayudar a resover nuestros problemas y así esperamos que USA, Unión Europea, ONU, Vaticano, etc… hagan fuerza para que se acabe la dictadura
y, para completar, El Miedo. La solución de los problemas de Cuba está única y exclusivamente en manos de los cubanos, de tantos de esos cubanos que hasta ayer apoyaron abiertamente al régimen y que hoy continuan a callar por miedo, por complicidad, por cobardía, por conveniencia, por oportunismo.
Gael.
Esa si es una Buena pregunta; De que juventud, porfavor. De que ideales, por favor, imagino que Habra miles de respuestas, tal y como debe ser. Alguien lleva la cuenta ? estamos en el 2013, lo cual ha implicado muchos cambios y ajustes por 2,000 años y que suerte que todavia estamos hablando de ello.
Asi debe ser, evolucion, y no ha parado hasta ahora. Con penas y glorias que siga asi. Azucar para todos..
Ahora salió la noticia de que 2012 fue el año en que más personas han emigrado desde la crisis de los balseros, y esas ‘personas son en su casi totalidad personas nacidas y criadas en el sistema: 42662 cubanos. Aqui están las estadísticas:
http://www.onei.cu/publicaciones/cepde/anuario_2012/12_anuario_MIGRACIONES.pdf
Por eso preguntaba en nombre de qué juventud habla el autor.
Yo vivo en una isla antena que emite gente para todas partes..
Frank Delgado
http://www.youtube.com/watch?v=SCt4XJ35fKY
Por que?
Por que si el socialismo es tan bueno la gente se quiere ir?
Por que si el capitalismo libre es tan malo por que la gente se quiere quedar?
Por que no hay migración de los países capitalistas libres a los países socialistas? Dado que la inmensa mayoría de personas en países capitalistas libres son proletarios y no necesariamente capitalistas?
No se sobre entiende que el socialismo debería hacer las cosas mejores para los obreros y todos los trabajadores en general?
El secreto que todo el mundo ya conoce es que NO. El socialismo no es mejor para la clase trabajadora.
En el capitalismo un obrero tiene derecho a huelga y a protestar por malas condiciones de trabajo.
Que le pasa a un obrero o trabajador que trate de protestar en el socialismo?
Vicente por favor responde mis preguntas.
Pues yo no veo que Vicente sea binario en su disquisición. De hecho, él apunta a una multiplicidad de motivaciones y, sobre todo, de dudas, que asaltan a más de un ciudadano común en la Cuba de hoy. Pienso que, en todo caso, es la historia la que nos ha encasquetado ese binarismo, o bipolaridad política. Así fue a principios de la Revolución, cuando la mayoría de los que la instauraron, y también de la población – no lo pasen por alto-, asumieron que todo aquel que iba contra el nuevo proceso marchaba al son de la música del Norte, lo cual resultó tristemente cierto en más de una oportunidad. Pero esa asunción, en busca de una garantía de sobrevida, también representó el desconocimiento y gradual esquinamiento de necesarios y oportunos matices. Hoy estamos recogiendo los frutos de aquellos tiempos. Y dejan bastante que desear. Pero ojo, que si bien en ambas orillas del espectro político criollo persisten los conflictos en apariencia insolubles, también de ambos lados crece el coro de voces multifónicas. A ver si somos capaces de escucharlas todas.
Me gustaría preguntarle a Vicente cuanta información tiene de Iliana Ross y de donde?
Lo mas probable que todo lo que el mismo sabe son los comentarios de terceras personas es decir los comentarios del régimen refiriendose a ella entonces me pregunto como es posible juzgarla por comentarios de terceros? Y es así con todos los demás. Por que el régimen nunca a dado el derecho a replica. Que cada cual de estas personas de las que habla mal puedan dirigirse directamente por los mismos medios de comunicación públicos al pueblo cubano? No seria esto lo justo? Y entonces permitir que cada cual se forme su propia opinión. Por que tanto miedo a dejar que cada cual pueda escoger su opinión?