La felicidad que reclamamos

Verónica Vega

HAVANA TIMES – Por estos días y en los predios de la hermosa Quinta de los Molinos, ubicada en la Avenida Carlos III, Centro Habana, se ha realizado una campaña masiva y gratuita de esterilización a perros y gatos.

La iniciativa conmemora con praxis el Día Mundial de la Esterilización. Es auspiciada por Spanky Project, “organización canadiense sin fines de lucro fundada en 2003 con el objetivo específico de cuidar y proteger a los animales y colaborar con las instituciones cubanas que se dedican a velar por el bien de estos”.

Entre estas se encuentran la Dirección de Sanidad Animal, la Facultad de Medicina Veterinaria, la Sociedad de Clínica y Cirugía, y otras.

Debo decir que, aunque soy protectora de animales de toda la vida, me enteré solo gracias a un amigo español, que ha creado un refugio en Cienfuegos para perros callejeros.

Conozco a muchos protectores en La Habana, la mayoría de muy bajos recursos, que no supieron de esa campaña y jamás han escuchado el nombre de ese maravilloso proyecto.

Se requiere urgentemente mejorar las estrategias de difusión. La realidad cubana está muy fraccionada, y un fenómeno de interés casi masivo puede no llegar a muchos afectados por la sobrepoblación animal y su consecuente sufrimiento.

El Estado, que ha probado ser tan eficiente con la información a la población ante la inminencia de huracanes y otros peligros, podría sumar recursos a esa causa en la que todos: animales, personas, instituciones, saldremos ganando. En higiene, en salud pública, en imagen ante los turistas, en uno de los componentes apenas nombrados de la felicidad.

El bienestar de los animales que conviven en las sociedades creadas por el hombre, equivale al del propio ser humano. No solo por los vínculos sutiles de la sinergia, sino porque su vulnerabilidad es nuestra responsabilidad directa y sus enfermedades nos afectan.

Ya se sabe que aún no tenemos siquiera la ultrasolicitada Ley de Protección Animal. Pero los grupos que en defensa de esos seres se han articulado espontáneamente, (Aniplant, PAC, Ceda), demuestran que no somos los mismos de hace cincuenta años.

En medio de esos eventos, los amantes de la vida (prefiero decirlo así, y no “amantes de animales”), nos sentimos como peces en el agua.

Cada persona que viene con uno o varios ejemplares de su casa o entorno, sin guacales, en una caja o cesta improvisada que subió a una o dos guaguas (como fue mi caso), resistiendo la aglomeración y los traqueteos del viaje, es recibida con sonrisas y atenciones.

Aquí no hay ideologías ni clases sociales. Todos somos reaccionantes al desamparo y a la desesperación. Por un corto lapso de tiempo uno llega a creer que este micromundo refleja al país en que vivimos. Uno sueña con que, del otro lado de esos bellos árboles y rejas, la humanidad hace gala de su nombre y otorga los mismos cuidados y afectos que tanto reclama para sí.

Hace un tiempo me suscribí a un sitio de Internet llamado Afecto Animal. A pesar del alto precio de la conexión en Cuba, no puedo evitar descargar algunos de esos videos que documentan rescates de animales y otras anécdotas impactantes.

Hace poco vi una particularmente conmovedora. En medio de una crisis depresiva por una decepción amorosa, un joven decidió suicidarse. Su resolución sufrió un giro cuando vio que su perro había comido pedazos de la cuerda con la que él pretendía ahorcarse. El can rehusaba incluso abrir la boca para impedirle rescatar el objeto destinado a hacerle daño.

La bondad y lealtad de los perros ha sido suficientemente registrada a través de la historia y en obras de arte. También y, a pesar de falsos mitos, se ha demostrado la del gato e incluso de otras especies excluidas de la clasificación oficial de “animales afectivos”. Todavía circula en las redes el video de un gato que ve en un celular un video de su dueña fallecida: su reacción emotiva ridiculiza todo escepticismo humano.

Hoy día, con los índices de depresión mundial que sobreviven indistintamente al confort y a la pobreza, la compañía y el amor incondicional de un animal es un incentivo garantizado para la alegría. Generar felicidad la retribuye. Es simplemente matemático.

Y en Cuba, no hay siquiera que acudir a un refugio lejano. En cualquier parte de la ciudad puedes descubrir unos ojos ávidos de recibir y dar cariño. Solo tienes que mirar alrededor.

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8 thoughts on “La felicidad que reclamamos

  • Vero:
    Lo que urge es una Ley de Protección Animal, hacer un refugio en cada barrio…, pero eso requiere una implementación legal en primer lugar. No es fácil tener este tipo de locales, porque si las instituciones se demoran largos años en entregar viviendas y locales a personas necesitadas, que vamos a esperar que la entreguen para hacer refugios para animales. Para eso hay que tener un capital, no solo para crear condiciones, sino para comprar los medicamentos, pagarle a los empleados, etc. Menos mal que existen asociaciones voluntarias, apoyadas por ayudas internacionales que hacen su aporte y recogen a los animales abandonados.
    La felicidad incondicional, la fidelidad que encontramos en los animales son insustituibles. Aunque ellos solo actuen por instinto, doy por hecho que tienen alma.

  • Hay que empezar a esterilizar masivamente, prohibir la venta de perros y gatos y promover la adopcion.

  • las esterilizaciones masivas son la mejor solucion pero los cubanos necesitamos una ley de proteccion animal claro esta!!!!!!!!!!!! pena deberia de darnos ,con tanto que presumimos de cultos y de tener un derecho a la educacion gratis,no haber triunfado sobre los ignorantes y desentendidos,de tener una ley en materia de proteccion animal…

  • Muy buen articulo Veronica. Gracias!

  • Si Cuba aspira ser reconosida como un pais civilizado, REQUERRE UNA LEY DE PROTECCION ANIMAL y su implementacion debe ser obligado por el codo criminal. Esta demostrado que las personas que abusan los animales tambien son los abusadores con los seres humanos. Animales SI TIENEN LA ALMA, los estudios de neuropsycologia han demostrado que tienen los ambos: emociones y conciencia. Necesitamos pedir el gobierno cubano que implementa y aprueba esta ley. Podemos todos firmar la peticion internacional a este proposito. La dicha ley levantara la percepcion de extranjeros sobre Cuba porque es bien conosido que el nivel cultural de quialquiera nacion sedeclara en como esta nacion trata a sus animales. Esterilizacion y refugios para los animales de calle tambien sera posible discutir para organizar en algunas fincas o locales donde el gobierno cubano permitera. Quien en el gobierno esta a cargo para proponer el ley de proteccion ?

  • Es como un rayo de sol en las tinieblas saber que muchos cubanos no aceptan la triste situación de los animales en Cuba,gracias a los medios de comunicación y personas como usted poco a poco las cosas van cambiando.Despues de 17 visitas a su bella isla,solo durante mi ultimo viaje me enteré atraves de internet de que hay organizaciones como Spanky Project que se preocupan y hacen lo posible para mejorar la vida de muchos animales en cuba.Seria posible publicar este reportaje en inglés así que se pueda difundir en mi país,Australia?
    Felicitaciones por su trabajo.

  • Gracias,encontré el artículo en versión inglés !

  • Gracias a todas las personas que se niegan a perder su humanidad básica y no aceptan que el sufrimiento animal en nuestra isla sea un problema insoluble. Nunca será suficientemente repetida la frase de Gandhi: “Un país, una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales”. Como dice la promoción de Spanky Project: TODOS SOMOS PARTE DE LA SOLUCION.

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