La falta de un cumple feliz

Alberto N Jones

HAVANA TIMES — Setenta y siete años después de mi llegada al mundo en un bohío en Banes, antigua provincia de Oriente, Cuba, supondría hoy fuese un hombre feliz que goza de relativa buena salud y que gracias a las nuevas tecnologías y medios sociales pude recibir cientos de mensajes llenos de amor, esperanza y buenos deseos de familiares, amigos, compañeros de escuela y trabajo de tres continentes.

Pero no lo estoy, pues muchos de los miembros de mi familia y amigos más queridos ya no están con nosotros y porque estoy lleno de dudas, ansiedad y pena, debido al potencial derrumbe de un proyecto que honraría la memoria y dedicación de muchos de ellos.

En la primavera del año 2013, al igual que la de millones de hombres y mujeres en el mundo, la vida de mi esposa fue sacudida por el temido diagnóstico de cáncer de mama, el cual la llevó a recorrer el terrible camino de la mastectomía, quimioterapia, radiaciones, terapia física, ajustadores especializados, prótesis, pelucas, cremas y mucho más. Afortunadamente contábamos con un buen seguro médico y acceso a profesionales de la Salud de alta calidad, por lo que ella está estable, todos los análisis han sido negativos y está aprendiendo a pelear en contra de esta pandemia.

Durante nuestra visita familiar a Guantánamo, Cuba, pudimos comprobar, que las víctimas de esta patología en Cuba son diagnosticados, hospitalizados, operados, reciben quimioterapia, radiaciones y más en forma gratuita, pero el acceso a ajustadores especializados, prótesis, mangas anti-linfógena, pelucas, cremas y demás recursos estéticos/sicológicos, cruciales en el proceso de recuperación, es casi imposible.

Por tal motivo, nuestra organización, La Fundación Caribeña Americana de los Niños, se dio a la tarea de pedir ayuda y comenzar a recolectar artículos de numerosos grupos de apoyo a sobrevivientes y a cientos de generosos estadounidenses y emigrantes latinoamericanos y caribeños, especialmente Haitianos, quienes abrieron sus corazones y donaron cientos de valiosos artículos, algunos de los cuales ya han sido entregados al departamento de Oncología del Hospital Provincial Agustino Neto, de Guantánamo.

Tratando de expandir este proyecto humanitario entre profesionales especializados de la Salud, sobrevivientes y grupos de apoyo en los Estados Unidos, Cuba y el Caribe, organizamos el primer grupo de 15 personas entre sobrevivientes y dos médicos de la Florida, para conmemorar el Mes Mundial en la Lucha contra el Cáncer de Mama en Cuba, en el mes de octubre.

Lamentablemente, un error burocrático de nuestro tour operador no ha podido obtener, hasta el momento, las licencias que nos permitirían visitar centros asistenciales, educacionales y de investigaciones en Cuba, lo cual pone en riesgo el objetivo y los resultados de esta visita.

Desde el año 1984 nuestro grupo y su precursor CONVIVIALS han ofrecido apoyo moral, político y material al Congreso Nacional Africano, SWAPO, Namibia, CISPES, Haití, República Dominicana y Honduras. Cuba ha sido el principal receptor de toneladas de medicinas, suministros médicos, camas de hospitales, quirúrgicos, equipos médicos, material escolar y deportivo, sillas de ruedas, carriolas para discapacitados físicos, edición de libros, intercambios culturales y científicos, presentación de cine y grupos artísticos, y proyectos especiales como el del Ceprú en Guantánamo, que mereció múltiples diplomas nacionales e internacionales, todo lo cual confirma la vital importancia de estas actividades solidarias.

Hoy los Estados Unidos y Cuba se encuentran en una situación diametralmente opuesta a la etapa de odio, conflictos y muertes de hace 50 años, gracias al trabajo anónimo de miles de hombres y mujeres que creyeron y trabajaron incansablemente por la paz y armonía, en la cual algunos ofrendaron sus vidas para llegar a este día.

Creemos en la solidaridad, compasión, el amor al prójimo y la dignidad como nos enseñó el Reverendo Lucios Walker con el ejemplar trabajo de los Pastores Por La Paz en Cuba, México y Centro América. Con solo 40 días a nuestro haber, como en los pasajes bíblicos, confiamos vencer este reto con la ayuda de todos, al tocarle el corazón a quien pudiera destrabar este proyecto y nos permitiera llevarle una sonrisa a esos que han sufrido y entregado tanto de sus vidas.

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