La economía cubana avanza, a pesar de los obstaculos

Por Elio Delgado Legón

HAVANA TIMES, 3 mayo — Los enemigos de la Revolución cubana no se cansan de repetir en todos los medios que pueden, incluso en las redes sociales, que la economía de Cuba es un desastre, que el sistema socialista ha sido un fracaso, que la Revolución ha destruido la economía, etc, etc. Todo eso es una colosal mentira.

Claro que podríamos estar mucho mejor si no tuviéramos sobre nosotros ese férreo bloqueo de Estados Unidos, que ya dura más de medio siglo y ha costado al país cerca de un millón de millones de dólares.

Para los que tienen mala memoria, me permito recordarles que debido a las presiones de Estados Unidos, todos los países latinoamericanos, con la única excepción de México, rompieron relaciones con cuba desde la década del 60 del siglo pasado.

Debido a este bloqueo en nuestra área geográfica, Cuba tuvo que desarrollar casi todo su comercio con los países socialistas de Europa y Asia. En el caso de los europeos, mediante el mecanismo llamado Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME).

Este comercio, al estar fuera de la especulación capitalista, mantenía precios estables y justos para los productos, tanto de importación como de exportación. En el caso de la Unión Soviética, le compraba a Cuba todo el azúcar que fuera capaz de producir, a precios justos y le ofrecía préstamos para financiar inversiones, con intereses bajos, como corresponde a las relaciones económicas entre países hermanos. No eran préstamos de usureros como son los del FMI y el Banco Mundial.

No nos regalaban nada ni nos subsidiaban, como afirman insidiosamente algunos, pero tampoco nos explotaban. Eran relaciones de beneficio mutuo.

Como es ampliamente conocido, al finalizar la década del 80 y comenzar la del 90, el socialismo europeo fue destruido debido a factores multicausales que no es mí objetivo analizar aquí. Seguidamente, la Unión Soviética fue desmembrada y arrastrada al capitalismo.

Al desaparecer los mecanismos existentes para el comercio con esa zona geográfica, Cuba se vio prácticamente sin comercio exterior. La economía del país se vio paralizada en un alto porcentaje, y obligados por esta circunstancia, comenzó un período difícil para todos los cubanos, al que se le llamó período especial.

Muchos enemigos de Cuba apostaron a que en la Isla también desaparecería el socialismo, igual que en el Este europeo. Y era lógico que pensaran así los que no conocen al pueblo cubano, su capacidad de sacrificio y su decisión de defender los logros de la Revolución.

Cualquier país del mundo que hubiera tenido que enfrentar una situación como la que enfrentó Cuba, hubiera tenido colosales revueltas que habrían dado al traste con el gobierno existente. Pero el pueblo cubano está decidido a defender su revolución al precio de cualquier sacrificio.

Estados Unidos arreció su bloqueo con la aprobación de la Ley Torricelli, en octubre de 1992, pretendiendo que esta fuera el tiro de gracia a la Revolución. El objetivo fundamental de esta ley era aislar a Cuba del comercio internacional para hacer colapsar la economía del país.

Al no tener los resultados esperados con la ley Torricelli, en marzo de 1996 fue firmada por William Clinton la llamada Ley Helms-Burton, mediante la cual se prohíbe que Cuba pueda comerciar con filiales de compañías norteamericanas en otros países y se trata de intimidar a los empresarios extranjeros, para que no inviertan ni comercien con cuba, entre otras acciones que forman todo un cerco a la economía cubana.

Sin embargo, a pesar de todas estas trabas y leyes anticubanas, la economía en Cuba se desarrolla y crece cada año. En el 2011 el PIB creció 2,7 por ciento y los planes para el 2012 contemplan un crecimiento del 3,4 por ciento.

En Cuba no hay desempleo, más bien hay necesidad de fuerza de trabajo en muchas actividades económicas.

Si hacemos una comparación de la economía cubana con la de los principales países capitalistas del mundo, que se encuentran en recesión o al borde de la misma, con millones de personas sin trabajo, otros tantos que han perdido sus viviendas y tienen que vivir en las calles; grandes protestas, que son brutalmente reprimidas por la policía, y gobiernos en bancarrota, ¿quiénes son los que han fracasado?

Yo considero que la economía que es un desastre y un fracaso no es precisamente la de Cuba.