La dignidad de los cubanos es pragmática

Por Pilar Montes

Del bienal de La Habana 2015.
Del Bienal de La Habana 2015.

HAVANA TIMES — Dignidad, dicen algunos, involucra conocerse a sí mismo como un fin. Cuando poseemos dignidad, tenemos valor, no como meros instrumentos hacia fines ulteriores, por loables que estos sean, sino en virtud de humanidad.

Al menos así lo explica una profesora de filosofía de Estados Unidos, Susan Babbitt, con doctorado (Ph.d) en Cornell y especialista en Latinoamérica y el Caribe.

Leyendo a Babbitt en un reciente artículo de esta filósofa, pude conocer un enfoque distinto. Nunca se ha relacionado esta virtud con el mundo real sino con el universo de la conciencia.

Sin embargo, la dignidad no viene fácil, es preciso sacar lo máximo de nosotros mismos, es una labor espiritualmente gratificante, constructiva socialmente, diversa desde la experiencia, emocionalmente enriquecedora, promotora de auto-estima, perpetuamente desafiante y eternamente edificante.

La filósofa, pese a su juventud, ya tiene cuatro libros en su haber, cuyos títulos más recientes son: Humanismo y personificación: de causa a efecto al secularismo (Bloomsbury 2014) y José Martí, Ernesto “Che” Guevara y la Etica del desarrollo global: la batalla por las ideas (Palgrave Macmillan 2014).

Como los buenos científicos, sabe explicar conceptos de manera que todo el mundo los entienda. Concuerda con algo que dijo la presidenta argentina, Cristina Fernández, en la Cumbre de las Américas en Panamá, en abril pasado.

La mandataria estuvo en desacuerdo con la propuesta hecha por Barack Obama de “enterrar el pasado”. Ella argumentó que Cuba no negoció su presencia en la cumbre, sino porque había ganado ese derecho después de luchar durante más de 60 años con una dignidad sin precedente.

“El filósofo y revolucionario cubano, Jose Martí, destaca Babbitt, hizo que el “respeto radical por la dignidad humana” fuera la meta de su lucha por la independencia contra España en 1895. Sobre el Manifiesto de Montecristi, declaración política del Partido Revolucionario Cubano, la profesora destaca que: “Sorprendentemente, un movimiento político estaba dando prioridad a una cuestión antigua y fundamental: Cómo conocer lo que significa el ser humano.”

Babbitt explica y aprueba el internacionalismo cubano porque la historia de Cuba hace esa motivación creíble. La presencia cubana en Angola, por ejemplo, de acuerdo con el historiador británico, Richard Gott, fue “totalmente sin motivación egoísta”.

Y es verdad, en Pretoria hay una “pared de nombres” que conmemora a aquellos que murieron en la lucha contra el apartheid. Muchos nombres cubanos están inscritos allí. Ningún otro país extranjero está representado.

Muchos en Estados Unidos señalaron que Cuba actuaba como representante de los soviéticos, pero según la inteligencia de Estados Unidos, Castro “no tenía intención alguna de subordinarse a la disciplina y la dirección soviética.”

Entonces el líder cubano lamentó la falta de respaldo de los soviéticos a los movimientos de liberación del Tercer Mundo y que fueran reacios a apoyar adecuadamente a Vietnam del Norte.

El antiguo Secretario de Estado de EE.UU., Henry Kissinger, escribió en sus memorias 25 años más tarde que Castro era “probablemente el más genuino líder revolucionario entonces en el poder.” Y de Kissinger se puede decir cualquier cosa, menos que era de izquierda.

La Inteligencia estadounidense incluso identificó la motivación real de Cuba cuando reportó que la isla “otorga especial importancia a mantener una política exterior de principios…sobre cuestiones de importancia básica como el derecho y el deber de Cuba a apoyar movimientos y gobiernos amigos del Tercer Mundo y no permite ninguna concesión de principio en aras de la conveniencia económica o política.”

Cualquier visitante a Cuba puede darse cuenta que los cubanos creen en compartir lo que tienen, no lo que les sobra. La respuesta genera escepticismo e incluso escarnio: una buena idea, pero no es realista.

Según Babbitt, sin embargo, “es realista porque la búsqueda de la dignidad tiene un significado práctico.”

Desde 1963, se ejerce el internacionalismo en Cuba, cuando la recién emancipada Argelia necesitó apoyo médico. Después del huracán Katrina, Cuba ofreció enviar, sin costo alguno, un grupo de personal médico compuesto por 1,586 profesionales y 36 toneladas de suministros médicos de emergencia a los Estados Unidos, oferta que fue rechazada.

Del Bienal de La Habana 2015
Del Bienal de La Habana 2015

El caso más reciente en 2014, el Wall Street Journal reportó que “Pocos han acudido al llamado de luchar contra el ébola, pero un país respondió con fuerza: Cuba.” Cuba respondió sin demora, enviando más de 450 doctores y enfermeras, escogidos entre más de 15 mil voluntarios, por mucho la mayor misión médica enviada por un país.

Martí urgió a los niños cubanos y de toda la región a conocer la dignidad. En su famosa revista para niños, “La Edad de Oro”, ofrece una imagen de lugares lejanos. El les enseñó que para conocer y respetarse a sí mismos como entes humanos, ellos debían experimentar la igualdad entre ellos y otros niños de países lejanos.

Explicado filosóficamente, el internacionalismo es una obligación práctica, no moral. Martí creía que los seres humanos están causalmente interconectados, tanto con el ambiente físico como con los cohabitantes de ese entorno. Por tal punto de vista, no hay misterio del por qué un país pobre quiera ser internacionalista.

En 1998, Fidel Castro dijo que el proyecto humanista de Cuba explica la resistencia cubana frente al bloqueo de Estados Unidos. El citó el poder de las ideas, específicamente sobre dignidad y su significado práctico. En una conferencia académica en 2003, Castro añadió que la amenaza de tener más armas sofisticadas requiere tener ideas para enfrentarlas.

En la medida que las relaciones entre los Estados Unidos y Cuba se descongelen, Cuba cambia. Algunos querrán que no cambie mucho pero estos con frecuencia no ven las verdaderas razones en lo que Charles Taylor describe como la “edad de la autenticidad”, en la que la selección personal es suprema.

Estos pensadores, como Taylor y Babbitt urgen a promover la conectividad como antídoto al individualismo liberal y a una fuente de pensamiento radical.

Los filósofos de Cuba, señalan y especialmente Martí, inició ese camino en este hemisferio hace mucho tiempo. Cuba no debe desviarse de sus tradiciones filosóficas, que con tanta urgencia se necesitan en el Norte, recomienda la doctora Babbitt y esta autora.

11 thoughts on “La dignidad de los cubanos es pragmática

  • Esta señora sigue el camino de lavar la historia y ponerle un poco de maquillaje. Segun ella Cuba fue a Angola sencillamente “por amor al arte”, como lo fue en Argelia y Etiopia, Bolivia, Granada y otros paises receptores de guerrillas entrenadas y financiadas desde Cuba. Es raro que Pilar no mencione que esta misma filosofa estudio las ideas del Che Guevara para “dar un nuevo concepto a la libertad, democracia , etc, etc.

  • Le falto comentar sobre su propia dignidad al realizar un post en el cual no dice nada pero utiliza tanto de lo mismo para demagógicamente ensalzar cuan digno es Castro I, la Revolución y el pueblo de Cuba.

    El pragmatismo de los cubanos se ve en la vida cotidiana cuando para sobrevivir “resuelven” las cosas robando o permitiendo que se robe, cuando la juventud se prostituye y va a “la lucha” para ganarse algo de dinero, cuando para “no meterse en problemas ni señalarse” la gente le hace el juego a la Dictadura, cuando de pura exasperación deciden irse a como de lugar o en una balsa o en una tabla de surf o atravesando media Latinoamérica.

    La “Dignidad” se la secuestró la Dictadura al cubano obligándole a una eterna servitud, despojándole de todos sus derechos ciudadanos, haciendo experimentos sociales para crear su “hombre nuevo”.

    Y lo que usted llama “internacionalismo proletario” usando el cliché castrista no fue más que la presunción injerencista de un Fidel Castro, que siempre se pensó “El que más”, de extender su personal visión del mundo.

    Pregúntele a Isabel dos Santos que piensa de la dignidad de los cubanos que murieron para que ella pueda ser la mujer más rica de África o a Mengistu Haile Mariam que ahora vive escondido exiliado en Zimbaue, acogido por su amigo Robert Mugabe.

    Pregúntele a los familiares de las víctimas de ETA o de las FARC que piensan de la dignidad del gobierno que acogió como héroes a criminales.

    Pregúntele a todos los cubanos que entregaron su vida al sueño de “la revolución de los humildes y para los humildes” y hoy se ven obligados a vender jabitas de nylon en una esquina o a mendigar porque el gobierno les ha dejado desprotegidos y sin dignidad.

    Deje que la doctora Babbitt se preocupe por “el Norte” y preocúpese usted por la repartición indigna de Cuba que está haciendo la Dictadura: vendiendo usufructos a 99 años al capital extranjero y creando paraísos privados con playas incluidas violando las leyes.

    Preocúpese por el derecho a ser dignos de las personas que le rodean y deje a los “del Norte” en santa paz porque bastante que se bajarán en Cuba los calzones para recibir todos los dólares que vengan de ese “Norte” que últimamente le gusta tanto a la Nomenclatura de Castro II y a los hijitos de papá (entre ellos los del “dignísimo” Eusebio Leal).

  • Habia una vez un circo donde habia un pato que bailaba al son de la musica, claro , le daban calor a la plancha de hierro donde el tipo estaba parado, asi baila cualquiera

  • En lo que a la dictadura respecta; no es “pragmatismo”, sino ausencia de dignidad, y, sobre todo un amoe enfermizo al trono.

    “Después del huracán Katrina, Cuba ofreció enviar, sin costo alguno, un grupo de personal médico compuesto por 1,586 profesionales y 36 toneladas de suministros médicos de emergencia a los Estados Unidos, ”

    En EEUU realmente esa ayuda no hacía falta.sin embargo, rechazó la ayuda que espontáneamente habían reunido los emigrados, que sí era de una necesidad casi absoluta, puesto que había cubanos, sobre todo en Pinar del Río, que solo les quedó lo que tenían puesto. pero como para la dictadura la vitrina oo es todo, no vaciló en mandar un avión de ayuda a los jamaiquino.

  • Me disculpan pero me he reído mucho con la filósofa y la articulista. Muy grave que una filosofa no tenga la menor “sospecha” ante una narrativa oficial de la historia y en la segunda década del siglo XXI. Esperaba un análisis crítico de esos pensamientos, a la luz de los resultados históricos, pero no, la dignidad está en el discurso, en las narrativas oficiales. La dignidad está en el concepto.
    Pero en fin, encaja en Cuba perfectamente porque los filósofos del patio se especializan en “los valores” al margen de la realidad para así respaldar el discurso oficial cubano. Así puede usted encontrarse un programa de la Mesa Redonda donde un filósofo explica el burocratismo por la falta de interiorización de los valores “adecuados” en los burócratas. De la misma manera a través de la articulista conocemos que “la dignidad personal” de los cubanos sólo existe para la filósofa en la narrativa del discurso oficial cubano.
    No ha hablado con el Comandante Ramiro Valdés para que le explique su concepto de la dignidad cubana en aquello de “los cubanos somos pichones con el pico abierto esperando que papá estado le resuelva todos los problemas”.Creo que le falta información.
    Le sugiero un excelente artículo de la profesora Teresa Díaz Canal, filósofa cubana especialista en ética y que puede encontrar en Internet( un artículo académico) para que entienda “la dignidad” en su razonamiento del “hombre tornillo” en el socialismo soviético, que Cuba copió hasta el suspiro. A la filósofa le pido como Titán: “no, no me defiendas compadre”

  • Valla análisis de la dignidad. Mi comentario no es nada personal pues no se quien es Pilar Montes, no tengo bien claro, al menos con exactitud que es la dignidad de un país, pero creo tener bien claro lo que no es, y no es la opinión de un político, ni de un presidente ni su manera de actuar, mucho menos si no fue elegido, la dignidad no es política, es mas poco que ver una cosa con la otra.
    Me gustaría que hablara mejor de la dignidad de nuestros ancianos cubanos vendiendo maní para sobrevivir.

  • …la dignidad es un concepto abstracto, como la liberta…es, o no es, sin apellidos…cualquier cola que se le ponga es hipocresia…

  • Imaginate, si por empastar colmillo de leon en tanzania pagaran 1000 dolares, para alla irian corriendo en mision internacionalistas los dentistas cubanos. Tu sabes cuanto crece la dignidad de 30 dolares a 1000?. En fin , todos los cubanos estan en situacion de cumplir misiones. Si ahora mismo los EUA ponen una oficina en la Havana para reclutar mercenarios para combatir al Estado Islamico, de seguro contrataban un millon de jovenes cubanos.

  • Dos elefantes bailando rumba sobre un cubo plástico. Eso parecen Pilar Montes y Susan Babbitt hablando de la solidaridad y el internacionalismo cubanos. Por supuesto, necesitan no solo unas conferencias magistrales de nuestros internacionalistas, sino vivir en Cuba la solidaridad y el internalismo cotidianos que experimenta el cubano cada día, a cada momento. No lo podrán comprender nunca. Tendrian que iniciar un recorrido por nuestra genealogía, luego, empezar a desmenuzar y por último, cuando lo conzcan casi todo, ver cómo se las arreglan para sentirlo. Tremenda tareita.
    Saludos.

  • luis v, compadre, aunque no estoy de acuerdo con nada de lo que afirman estas comadres, tú tampoco te leiste bien el artículo, pues parece que los que cayeron en Äfrica no fue empastando colmillos de león.
    Saludos.

  • Enrique , si tu le pagas a una persona 30 dolares al mes, seguro que esta dispuesto por 1000 ir a cualquier parte, acaso no se juegan la vida por miles cruzando el estrecho de la florida y sin garantias de llegar vivos a la otra orilla?. No se puede confundir necesidad con solidaridad .

Comentarios cerrados.