La democracia sigue bajo asedio en Guatemala
El contraataque de las élites; la coalición de Semilla en el Congreso; y la sanción de Estados Unidos contra Alejandro Giammattei
Por Gustavo Berganza (Confidencial)
HAVANA TIMES – El lunes 15 de enero el presidente Bernardo Arévalo recibió la protesta de sumisión al poder civil de parte del Ejército de Guatemala. Fue un acto en el que una institución que ha promovido todos los golpes de Estado que se han dado en la historia del país se comprometió a ser un bastión para la estabilidad del régimen y la defensa del sistema democrático.
Con este acto, que se realizó de manera pública en la Plaza de la Constitución, y no en una base militar como fue durante los tres regímenes precedentes, muchos guatemaltecos pensamos que había terminado el ataque contra los resultados electorales y contra el partido Semilla.
Sin embargo, un amparo provisional otorgado por la Corte de Constitucionalidad (CC) a favor de un grupo de políticos que perdió las elecciones por la Junta Directiva del Congreso de la república, y de entidades que han cuestionado los resultados de las elecciones, nos recordó que el régimen saliente y sus aliados controlan instituciones claves del Estado que pueden limitar la acción del nuevo Gobierno.
Una de las personas solicitantes del amparo fue Sandra Jovel, diputada electa por el partido Valor, quien aspira a presidir el Congreso. Jovel fue ministra de Relaciones Exteriores durante el Gobierno de Jimmy Morales y un actor importante en la campaña para expulsar a la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).
La victoria de Jovel, que fue apoyada por el partido Vamos, del expresidente Alejandro Giammattei y la UNE de Sandra Torres, se daba casi como un hecho. Sin embargo, el grupo parlamentario de Semilla, conjuntó una coalición con 92 diputados de los 160 que integran el Congreso guatemalteco.
El amparo otorgado por la CC ratificó la suspensión de Semilla como partido, decretada por un juez penal (la cual todavía está en litigio) y ordenó repetir las elecciones. La ratificación de la suspensión de Semilla impide a sus diputados formar un grupo parlamentario y optar a puestos en la Directiva del poder Legislativo y presidir presidencias de comisiones.
Esta decisión de la CC se interpreta como un movimiento defensivo del status quo que, luego de la victoria de Semilla en el Congreso, expresó su alarma ante la posibilidad de que el Gobierno de Bernardo Arévalo pudiese impulsar reformas que alteren el juego económico y el balance del poder real.
Semilla junto con sus aliados se comprometió a impulsar una Ley de Competencia y una Ley de Aguas, dos medidas que afectan los privilegios de grandes grupos económicos y que le otorgarían al Gobierno de Arévalo poder para eliminar privilegios y protecciones que impiden el surgimiento de nuevas empresas y limiten el uso del agua en todo el país.
El fallo de la CC fue una llamada de atención de las élites empresariales para recordarle al Gobierno entrante el peso que todavía conservan en las decisiones y que no están dispuestas a ceder. Fue también un recordatorio del control que tiene el llamado “Pacto de Corruptos” sobre instituciones claves del Estado.
No obstante, en una jugada muy inteligente de parte de Semilla y sus aliados, anunciaron el jueves en una conferencia de prensa que acatarían la orden de la Corte a pesar de ser ilegal y de evidenciar la intención de destruirlos como organización política. La conferencia de prensa del presidente Samuel Álvarez, cabeza visible de la coalición, fue acompañada por el grupo de diputados que lo apoya, en una demostración de poder que hace pensar en una nueva victoria de la coalición contra de la alianza de los seguidores de Giammattei, Valor, y el partido de Sandra Torres.
En el aparentemente fortalecimiento de la coalición que lidera Semilla es probable que haya influido la decisión del Gobierno de Estados Unidos de cancelarle la visa al expresidente Alejandro Giammattei. El comunicado difundido por el Departamento de Estado señaló que esta decisión se tomó porque “aceptó sobornos a cambio del desempeño de sus funciones públicas”. Esta decisión se extiende también a sus tres hijos. A finales de noviembre, Estados Unidos realizó una cancelación masiva de visas que incluyó a 100 diputados de la anterior legislatura y a figuras prominentes de la cúpula empresarial. La medida contra Giammattei y sus hijos fue un recordatorio de la importancia que tiene para Estados Unidos evitar el deterioro democrático y la proliferación de la corrupción.
El viernes 19 de enero se realizó la nueva elección en el Congreso y la planilla que apoyó Semilla ganó con bastante más votos de los que consiguió en la primera elección 115 contra 92 de la primera, aunque la posibilidad de que sus diputados participasen en ella haya sido vedada. Sin embargo, actuaciones simbólicas, como la protesta de sumisión del Ejército y la victoria de la coalición parlamentaria encabezada por Semilla, no son garantía de que se detendrá el torbellino político en Guatemala. Todo parece indicar que el status quo continúa la batalla por el poder y seguirá utilizando sus municiones para bloquear al gobierno entrante.