La dama proletaria y el perrito chino

Martin Guevara

dama-y-perrito-2HAVANA TIMES — Volví a leer La dama del perrito, de Antón Chéjov y mientras iba deglutiendo cada uno de los cuatro capítulos de ese cuento antológico, acudían a mi memoria en ráfagas, nombres y obras cumbres rusas en todos los campos de las artes.

El más grande entre los grandes: Dostoievsky, luego Tolstoi, Gogol, Pushkin, Gorki, Sholojov, Maiakovsky, Nijinsky, Pletsiskaya, Rothko, Chagal, Kandinsky, Pollock, Semionov, Rashmaninov, Rimnsky- Korsakov, Stravinsky, Prokofiev, Tchaikovsky, Tarkovsky, Einsestein, Mijalkov, etc.

Lo mismo con Polonia, Hungría, incluso Chekia y Eslovaquia, que dieron artistas que están en la antología de la cultura universal, Chopin, Bartok, Dvorack, Kafka, Hassa y muchos más; también pensé en China y en cada país donde se puso en práctica el secuestro de la libertad y el confort del individuo, con el pretexto de la prioridad de la masa.

Bajo el uso del eufemismo “socialista” o “comunista” lo único que ha crecido es la mala hierba. No hay países más violentos, materialistas, menos solidarios, donde la Utopía tenga menor cabida que en esos territorios yelmos de virtud poética. Ni un artista de talla internacional más, ni un líder espiritual más, casi ni un perro que vaya a acurrucarse junto a su amigo humano movido solo por cariño.

Al ver el resultado del encefalograma plano que ha dejado en las nuevas generaciones el paso del tsunami “Involución de los Katromasov” por la isla de Cuba y que ha logrado imponerse también en la masa informe, filiforme, deforme de también nuevas generaciones de cubanos emigrados hooligans del “trumpismo”, me pregunto cuánto tiempo volverá a pasar en la Perla del Caribe, para que se reanuden las secuencias de Villaverde, Vitier, Sindo, Gramatges, Moré, Joseíto, Pozo, Santamaría, Carpentier, Lam, Portocarrero, Lezama, Cabrera, Marinello, Ortíz, y un tan extenso etcétera.

El paso de ese sistema, a medias entre el deseo mesiánico de favorecer a las masas harapientas en detrimento de las masas emperifolladas, al pan negro y al gorgojo frente al caviar y a la trufa,  y el de atornillarse al poder eternamente a merced de tal “desintegrada” concesión, ha resultado tan sórdido y oscurantista en cada país donde se aplicó, acaso con la excepción de Mongolia, que cabe preguntarse si a la luz de las evidencias, no será mejor para promover el espíritu de lucha, solidaridad, y creatividad tanto individual como colectiva, que las sociedades sean gobernadas solo administrativamente, alejadas de cualquier voluntarismo, corrección de la conducta ni declaraciones alguna de la más mínima intención de derroche de bondad altruista.

Mi lema para los políticos sigue siendo el mismo que cuando era adolescente:

“Si de verdad has venido con el propósito de hacer algo bien hecho, esfuérzate por conseguir que nunca escuchemos hablar de ti”

4 thoughts on “La dama proletaria y el perrito chino

  • ….Yermos, yermos…con “R”…

  • Efectivamente Martín es como si pasaran los Cuatro jinetes del Apocalipsis, parece tierra arrasada y a la vez ocupada por los “bárbaros” en el entendido en que es un retroceso histórico en relación al avance de los Derechos Humanos.

  • solo recordarle que ni fidel, ni raul, ni en fin, ningun comunista en el poder han sido politicos, solo dictadores totalitarios…..Ese concepto de politica, el moderno, incluye lidiar con los votantes…..lo otro solo se reduce a tomar el poder….que conste !

  • así como la URSS enterró el comunismo en Europa, los Castro se han encargado de enterrar el comunismo en América y para muestra un botón, Venezuela.

    Los comunistas/socialistas/populistas tuvieron su momento histórico, tuvieron los recursos, tuvieron gente que lo apoyaba, tuvieron su espacio en el mundo moderno pero la cagaron al principio, en medio y al final.

    Los Castro heredaron el botón del comunismo, el último bastión, los pocos comunistas del mundo pusieron toda su fe en ellos, como quien apuesta por congelarse para ver si en el futuro se pueden descongelar y seguir la vida por donde la dejaron, pero los Castro la embarraron también, padecen de la misma ceguera, incapacidad e ignorancia y son ellos, los que han decidido enterrar el comunismo junto con ellos.

    Cuando a la pulga se le muere el perro, para donde va a saltar?

    Al final, tanto nadar de los Castro para morir ahogados en la orilla, en pleno siglo 21, ante la mirada indiferente del mundo entero, otro libro de historia sobre otro país comunista fracasado, otros libros sobre reconciliación, otros libros sobre crímenes destapados, otros libros sobre lo que quiso ser, lo que nunca fue y en lo que quedó.

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