La crisis venezolana y su repercusión en Cuba

Por Osmel Ramírez Álvarez

Caricatura: Manuel Guillen /laprensa.com.ni

HAVANA TIMES – En el plano personal no puedo evitar sentirme doblemente afectado por la crisis venezolana: como cubano y como socialista demócrata. En el primer caso, porque sufro en el día a día, como todo nuestro pueblo, las consecuencias económicamente adversas de la dependencia de nuestra economía a la solvencia del socio de turno, que en las dos últimas décadas ha sido Venezuela.

En el segundo, porque el chavismo comenzó como un proceso político, ideológico y social basado en el socialismo democrático. Aunque en el camino tomó el callejón sin salida del oportunismo seudo-socialista, autoritario, estatista y anticapitalista, y dejó de ser tanto socialista como democrático.

Y siempre resulta triste y lamentable ver cosas con potencial positivo truncarse debido al radicalismo. O perdurar haciendo más daño que bien, como son los casos de las revoluciones fidelista y chavista.

Manipulación mediática

Nuestro pueblo en general desconoce la situación económica adversa que vive Venezuela, las verdaderas causas de su declive o la situación política actual con el Gobierno encargado. TeleSur y la Televisión cubana están alineadas junto a Rusia Today en la manipulación de la información.

En esos medios la culpa de todo la tienen totalmente el bloqueo, la oposición interna y un supuesto complot mundial contra el empoderamiento “socialista”. No tiene nada que ver, según intentan trasmitir, con la corrupción política, la politización de la economía o la ineptitud de sus dirigentes.

Tienen, incluso, cifras exorbitantes que cuantifican en miles de millones de dólares todo lo que hipotéticamente hubiesen podido hacer si los enemigos los abrazaran y les ayudaran en sus empeños.

En sí, es un modelo que pretende desplazar a los capitalistas, sin embargo, necesita que los propios capitalistas se pongan felices con el despojo, y lejos de intentar boicotearlos, los ayuden. Ya con eso es utópico y condenado al fracaso.

Pero la manipulación mediática funciona. Por ejemplo, un cochero amigo mío, para nada comunista, más bien crítico, se sorprendió mucho cuando le dije que Juan Guaidó reunía a miles de personas en las calles y le mostré algunos vídeos.

“¡Si no lo veo, no lo creo! En la televisión dicen que a ese hombre no lo sigue nadie, que es un títere de Trump y luego muestran las plazas llenas apoyando a Maduro. Parecería que no tiene apoyo. Lo pintan como una pelea de los EUA contra Venezuela, por el petróleo”. –comentó.

Es la idea que siembran en la mente de la gente. Si un gobierno es aliado del cubano, todo en su país es maravilla; pero si es crítico, enseguida todas las noticias son malas.

Consecuencias para Cuba

Ya hace más de dos años que la crisis económica venezolana repercute negativamente en nuestro país. Con el triunfo de Chávez en 1998 la Revolución cubana encontró finalmente un socio ideológico poderoso que sustituyera a la extinta Unión Soviética. Una plaza vacante desde 1991. Se abrieron entonces enormes posibilidades económicas, al punto de que Fidel se atrevió a quemar las naves y destruyó la industria azucarera, hasta entonces el corazón económico de Cuba.

El alquiler de médicos con Venezuela es el mayor de todos y según se ha revelado, el más lucrativo, con pagos por salarios casi al doble de los de Más Médicos en Brasil. Sin embargo, ha sido donde los médicos han recibido en sus manos menos remuneración. ¿Cuántos cientos de miles de cubanos han cumplido misiones en Venezuela en 20 años?; ¿cuántos miles de millones de dólares directo a las arcas del Estado cubano?

Y las misiones van desde médicos, enfermeras, técnicos de la Salud, administrativos, choferes, cuadros directivos; oficiales del Minint, militares; obreros, técnicos e ingenieros de diversas industrias; técnicos, licenciados en Cultura Física y directivos del Inder; así como especialistas en Seguridad, Agricultura urbana y convencional, en fin, de todo.

Incluso un sinnúmero de productos fabricados en Cuba, que solo aquí se podían consumir por su baja competitividad en el mercado, se vendían en Venezuela como parte de los acuerdos del ALBA, por ejemplo, materiales de hospitales, mueblería, instrumental, kits diagnósticos, etc.

Pero desde hace dos años Venezuela se vio forzada, por su ineficacia, a bajar la producción petrolera, llegando apenas a poco más de un tercio. Cuba sufrió una reducción del envío de crudo a la mitad. Igualmente se afectó el negocio conjunto de refinación en Cienfuegos, que según se ha hecho público, incluso Venezuela ya no participa.

Desconocemos si aquellos 110 mil barriles diarios, hoy la mitad, Cuba los ha pagado con servicios médicos o han mantenido los 25 años de gracia otorgados por Chávez en los acuerdos iniciales, que fijaron un precio de 25 dólares el barril, y entonces se sumarán a las deudas históricas con Rusia, pintadas de ayuda solidaria. Es tradicional ya la falta de transparencia pública en los convenios.

De ser lo segundo aún no se han comenzado a pagar los primeros envíos. Y la compra del combustible no suministrado ocasionó impagos en las importaciones de medicamentos y sus materias primas desde China e India, y el cierre brusco de contratos provocó la crisis de medicamentos. Es un efecto dominó, que parte de la dependencia de un socio ideológico dadivoso.

Desde hace meses, tras la pérdida de más de 300 millones de dólares anuales con la retirada de Más Médicos, se ha sentido una crisis más profunda de desabastecimientos, la cual se ha  agravada aún más con la crisis política actual. Maduro ya no puede manejar el grueso capital venezolano, congelado en el exterior, y seguramente no puede transferir a Cuba el dinero acostumbrado. Y todo ello repercute negativamente en las condiciones de vida de la población cubana.

¿Qué pasaría si se cae Maduro?

Si Maduro se ve forzado a ir a elecciones, donde no pueda manipular los resultados y deba competir en igualdad de condiciones con sus adversarios, sería el fin del chavismo. Y Cuba se vería en un escenario difícil sin el liderazgo histórico, con el pueblo despertando cívicamente y asumiendo una actitud más sincera; la emigración reclamando más que nunca su espacio en la política nacional, y una oposición política cada vez más activa.

Los cambios democráticos serían inevitables.

One thought on “La crisis venezolana y su repercusión en Cuba

  • El panorama que pintas no tiene pies. El “cambio” en Venezuela se impondrá, por el corporativo que domina el mundo, (nada tiene que ver con elecciones y determinación popular, eso es falacia), hasta momentos antes de la determinación del nuevo sistema financiero internacional, y eso no ocurrirá ni en días ni en semanas. La posibilidad de una intervención militar es casi nula. Las condiciones en Cuba seguirán degradándose en la medida en que Venezuela continúe tal como se encuentra ahora mismo, asediado y bajo saqueo de su tesoro en Inglaterra, y en muy buena medida es la pretensión de la camarilla que rodea al que ocupa la casa blanca. Rusia en este momento no tiene la menor intensión de intervenir en Latinoamérica, (si se quisiera pensar como una posible auxilio), tiene algo mucho más lucrativo que atender con el traslado de energéticos a Europa. Conclusión, cada estado-nación está viendo por su supervivencia y acomodo ante el total desmantelamiento del sistema financiero actual y la implantación de uno nuevo, nadie está ahora mismo para conformar bloques y mucho menos para asistir a los demás… ¿qué está haciendo el país por sí y para sí mismo?

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