La batalla por los carritos

Luis Miguel de la Bahia

Photo: Caridad

HAVANA TIMES — Aterrizando en el José Martí luego de un vuelo de 10 horas encontramos una situación inconcebible en otros aeropuertos que he visitado: no había carritos para pesar el equipaje.

Inmediatamente se formó una cola para coger los pocos que traían, demorando hasta 10 y 15 minutos cada entrega.

Reclamamos a cuanto funcionario fue posible. La respuesta de todos era la misma: yo no tengo nada que ver con eso. Cuando finalmente hallamos al responsable nos dijo que no se podía hacer nada.

Nadie concebía que el aeropuerto no resolviera el problema y que a los funcionarios no les importara.

Uno de ellos explicó que la cantidad de vuelos arribados era inusual y de ahí la congestión.

La siguiente pregunta fue: Con el dinero que hacen en las pesas y los impuestos ¿no da para comprar lo indispensable para que las cosas funcionen?

A diferencia de los cubanos de hace 10 años, nadie temía manifestar sin tapujos su malestar: el asunto de los carritos; el cobro del sobrepeso; las injusticias migratorias; etc.

Por otro lado, qué iban a hacer los funcionarios que lidian directamente con los pasajeros. Ellos sencillamente hacían el trabajo que dictan las normativas del aeropuerto y las leyes.

A quién responsabilizar entonces… ¿los responsables del aeropuerto que no hacen bien su trabajo? ¿Las delirantes normativas aduanales? ¿La Asamblea Nacional? ¿El pueblo que no exige a sus gobernantes que las cosas funcionen?

Todos en la inmediatez de la bravura buscamos al responsable más cercano, pero la verdad es que pensándolo en frío no sé quién tiene la culpa.

El avión tocó tierra a las 4.45 p.m. y 3 horas más tarde logré pasar la barrera aduanal; detrás de mí quedaba prácticamente el vuelo entero. Afuera, carritos por todas partes.

Cuando puse un pie fuera del aeropuerto un gran cartel me daba la bienvenida a Cuba.

9 thoughts on “La batalla por los carritos

  • Yo he pasado exactamente por la misma frustracion varias veces. Y me he hecho las mismas preguntas. Creo que la respuesta inmediata seria lo pobremente organizado que esta el proceso. La segunda podria ser que a nadie le importa. Me imagino que la cultura del maltrato que esta tan generalizada en casi todos los servicios este tambien presente en nuestra flamante aduana.

  • Como decian los Van Van (que nunca fueron) ‘Eso no tiene remedio’

  • bueno que se le hace, paciencia y buen humor…..

  • Es que el comunismo no sirve ni para eso

  • La “culpa” es de los cubanos que viajamos a Cuba y lo soportamos todo, nos portamos “bien” para tratar de poder seguir viajando a ver a nuestros seres queridos.
    La RESPONSABILIDAD, ya esa palabra es otra cosa, es del personal del aeropuerto partiendo desde el tipo que tiene que recoger los carritos y reponerlos a disposición de los pasajeros hasta el director, gerente o lo que sea, que dirige (es un eufemismo) el aeropuerto internacional José Martí, que ya de por sí es uno de los más incómodos, sucio e ineficiente aeropuertos de ciudades capitales en el mundo.

  • Exceptuando los hoteles más lujosos para turistas, la mayoría de los puestos de trabajo asociados con el cumplimiento de la conveniencia pública están anulados en Cuba. Es como si los cubanos creyeran que el sufrimiento es la marca de un verdadero revolucionario. La mayor parte del sufrimiento es innecesario. Un simple cambio aquí y allá, haría una gran diferencia.

  • Bueno, mirando desde afuera, todo esto me resulta fascinante. ¿Qué debe hacer un visitante que llega a Cuba por primera vez? Viajar durante el día?¿No llevar mucho equipaje? ¿Estar preparado, o esperar un par de horas antes de poder llegar a la parte exterior del edificio y tener acceso a un vehículo?

  • Creo que la principal culpa es de los trabajadores del aeropuerto que no sienten por su trabajo y de sus jefes que no controlan. Me sorprende mucho la justificación dada de una cantidad de vuelos inusuales. Y lo digo porque a mi regreso al país en Abril pasado, después de un viaje por cuestiones laborales, estuve 45 minutos esperando “un carrito” que nunca apareció y sorprendentemente el único vuelo en tierra durante todo ese tiempo era el mío.
    Sin embargo si le dabas 1 ó 2 CUC al encargado de suministrarlos, enseguida usted tenía el suyo.
    Ojalá y esa indolencia se termine un día.

  • D. Simels, por lo general, esto no es un problema, y hay un montón de carritos disponibles en el Aeropuerto Internacional José Martí. Sin embargo, es un aeropuerto pequeño, más pequeño incluso que nuestro aeropuerto regional más cercano, Hartford, Connecticut / Springfield, Massachusetts Bradley Field.
    Entonces cuando cuatro o cinco vuelos internacionales llegan a la misma hora, lo que ocurre sólo en ocasiones, tienden a estar sobrecargados. En la mayoría de los casos, usted no tendrá problemas.

Comentarios cerrados.