Izquierda y derecha políticas y su relación con la democracia

Por Osmel Ramírez Álvarez

Ilustración: cuantarazon.com

HAVANA TIMES – En nuestra región el uso de los términos “izquierda” y “derecha” se han puesto en boga últimamente, debido a la renovada batalla campal que se da entre las dos tendencias. Casi es una guerra a muerte, cuando debería ser una lid “cordial” entre adversarios que se respetan mutuamente.

Esta terminología tiene su origen histórico en la Revolución francesa, en el seno de la Asamblea Nacional Constituyente, mientras se discutía un artículo que pretendía mantener el poder de veto del rey sobre el Parlamento.

Algo similar al artículo 5 de la actual Constitución, que mantuvo al PCC como soberano absoluto de Cuba. Los partidarios de esa dosis elevada de autocracia se posicionaron, en la Francia del siglo XVIII, a la derecha en el auditorio, y los que se oponían, partidarios de la soberanía popular, a la izquierda. A partir de entonces se volvió nomenclatura.

En aquel momento, de manera general, los capitalistas junto a la clase trabajadora eran de la izquierda, y los nobles junto al clero, de derecha. Los primeros: progresistas y demócratas. Los segundos: conservadores y autócratas.

Es decir, que el término “izquierda política” nació vinculado a la democracia, el progreso y la defensa de los intereses de la mayoría. Mientras que la “derecha” se vinculó al conservadurismo de privilegios económicos y políticos de las élites, en detrimento de la mayoría social.

Futuros desenlaces históricos hicieron que la izquierda triunfante en algunos escenarios fuera el “ala radical”. La Unión Soviética se volvió un referente, donde se mezcló el marxismo con la tradición despótica oriental y el militarismo.

El fruto fue un modelo simbiótico contraproducente y desviado, no tanto por sus objetivos como por las “formas” morales y de principios, alejadas del verdadero ideal socialista y democrático. La socialdemocracia en el norte de Europa salvó la honrilla de la izquierda democrática y tuvo éxitos relevantes.

Por supuesto, los éxitos coyunturales del socialismo radical cedieron a largo plazo, porque como dijo Martí en su artículo sobre la muerte de Marx, “…no nacen viables, ni de seno de pueblo en la historia, ni de seno de mujer en el hogar, los hijos que no han tenido gestación natural y laboriosa…”.

Sin embargo, quedó en la creencia colectiva mundial la idea de que dictadura de izquierda o socialismo autoritario es simplemente “la izquierda” o “el socialismo”. Una confusión que es manejada hábilmente por la extrema derecha, tan enemiga de la democracia como la extrema izquierda, que lo usa en su discurso político como si el totalitarismo fuera un plan de toda la izquierda.

Actualmente la izquierda democrática, resistiendo el estigma, continúa defendiendo el concepto prístino con las ideas de democracia, progreso y equidad para todos. Pasando ineludiblemente por el respeto de los intereses de las clases más favorecidas, pero sin socavo a los derechos de las mayorías.

Aunque como lastre persiste la izquierda autoritaria o revolucionaria, con la visión radical de eliminar el capitalismo y secuestrar la soberanía popular. Y muchas veces fingen ser demócratas para alcanzar sus fines.

Tal es el caso de los chavistas en Venezuela y los sandinistas en Nicaragua. Pero eso no quiere decir que toda la izquierda es proclive a mutar al totalitarismo, solo demuestra que hay tramposos en todas las tendencias.

Sin embargo, es un hecho que hay problemas conceptuales e ideológicos muy acentuados en la izquierda democrática. Es la causa de que en muchos aspectos se asocie a la izquierda despótica, más allá de lo ético. Especialmente con Cuba, cuyo influjo doctrinario cala mucho, por el éxito de supervivencia del sistema cubano por seis décadas y la tentación de aprovechar la cooperación cubana en temas sociales, que a cambio compromete mucho.

No en balde se desaprovechó el boom de triunfos electoral en la primera década del milenio propiciado por las groseras fallas de los neoliberales. Lo peor es que lejos de asumir los errores, los justifican siguiendo la “lógica” radical cubana que culpa al imperialismo y al enemigo interno. En eso cooperan mucho los intelectuales progresistas, casados aún con los viejos paradigmas que les impiden comprender los nuevos tiempos y sus nuevas necesidades. Y quedan desfasados.

Pero el giro autoritario no es una tendencia exclusiva de la izquierda. Similar fenómeno plaga también a la derecha cuando se siente amenazada y termina aflorando su ala radical-despótica, como mecanismo de supervivencia.

Sucedió tras el triunfo socialista de post guerra y produjo en nuestra región numerosas dictaduras “para contener el avance comunista”. Y recientemente en Honduras mostraron los colmillos, pisoteando la democracia para evitar un referendo constitucional impulsado por la izquierda.

Por lo pronto, asumir que “izquierda” equivale a dictadura y “derecha” a democracia es errado. Se puede errar por ignorancia, pero normalmente es más por oportunismo manipulador que por otra cosa. Las dictaduras saudí y omaní, por ejemplo, son de derecha; igualmente el autoritarismo marroquí, singapurense y ruso. 

Se puede concluir que en la actualidad solo las tendencias radicales, tanto de izquierda como de derecha, amenazan la democracia. Y ambas posiciones políticas se diferencian esencialmente en sus visiones sobre la inversión social y el papel del Estado en la sociedad.

Osmel Ramirez

Soy de Mayarí, un pueblecito de Holguín. Nací el mismo día en que finalizó la guerra de Viet Nam, el 30 de abril de 1975. Un buen augurio, ya que me identifico como pacifista. Soy biólogo pero me apasionan la política, la historia y la filosofía política. Escribiendo sobre estos temas me inicié en las letras y llegué al periodismo, precisamente aquí en Havana Times. Me considero un socialista demócrata y mi única motivación comunicacional es tratar de ser útil al cambio positivo que Cuba necesita.

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2 thoughts on “Izquierda y derecha políticas y su relación con la democracia

  • A dejar atrás la simplona escala liberal-conservadora
    mhecnet.org?EscalaLibCons

  • No deberían existir partidos de izquierda o derecha, sólo seres humanos trabajando en bien común…al final sólo representan una ideología y no responden a las necesidades del pueblo…ese no se ve representado …es poder lo que ansían ambas corrientes

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