Internet Libre en Cuba: ¿Quimera o Posibilidad Real?
bajo la cobertura de Starlink
Por Vicente Morín Aguado
HAVANA TIMES – Una internet libre, fuera de la censura de la única telefónica existente en Cuba, la estatal ETECSA, es un anhelo justo de los cubanos. El deseo tiene ya larga fecha sin lograrse, ahora resurge bajo la expectativa de lo alcanzado por Starlink, la empresa liderada por el magnate Elon Musk, sin embargo, después de investigar el asunto, esta opción es hasta hoy imposible bajo la dictadura totalitaria que gobierna el país.
¿Qué se entiende por internet libre en Cuba?
Se trata de una conexión directa entre el teléfono del usuario, un celular común, digamos Samsung, Motorola, Xiaomi, iPhone u otros, y un proveedor de internet que al no existir otra compañía además de la estatal ETECSA, se supone sea conectando el teléfono directo a la red satelital sin la presencia de algún otro dispositivo puente entre el emisor, es decir, el satélite, y el receptor-emisor en tierra, dígase el móvil de cada persona.
Starlink ha conseguido un éxito notable, según el portal web The Insight Partners, para mayo pasado 2024, la compañía de Musk contaba con 2,7 millones de suscriptores en 75 países, de ellos destacamos Ucrania en plena guerra, donde su apoyo a los combatientes ucranianos ha sido relevante. De igual manera hemos chequeado el uso de la red satelital en España, México, Colombia y Argentina, además de escuchar las experiencias de youtubers que usan Starlink.
¿Cuál es el resultado significativo si de Cuba se trata?
El servicio de conexión satelital aludido, y lo subrayo, no es directo entre el teléfono común y el satélite, se precisa de dispositivos puente, es decir, intermediarios. Consultando el sitio web WIRED, obtenemos información de precios y detalles que son en esencia como sigue:
“Cuando un usuario quiere navegar por internet, la solicitud viaja de su antena al satélite. Este envía la petición a una estación en tierra, la misma que la convierte en un formato compatible con la infraestructura de internet para conectar con un servidor web. El paquete de datos viaja de vuelta al usuario. Todo el proceso demora fracciones de segundo”.
Visto que nos hablan de una antena, seguimos copiando de WIRED:
“Al contratar Starlink, los usuarios reciben un KIT que incluye una antena, un router WI-FI y cables de conexión”.
Un repaso de precios por países ratifica la información anterior sobre el asunto decisivo para lograr la internet libre vía Starlink, es decir, el uso de los dispositivos puente o intermediarios.
¿Por qué hago hincapié en estos dispositivos imprescindibles hasta hoy?
Porque evidentemente el sistema represivo de la dictadura vigente en Cuba bajo ningún concepto permitirá a los cubanos poseer las mencionadas antenas y los enrutadores WI-FI. Hay experiencia en cuanto a la detección, confiscación, multas y hasta prisión por poseer dispositivos que las leyes cubanas consideran ilegales.
La Resolución No. 132 del Ministerio de Comunicaciones de la República de Cuba, de fecha 25 de junio de 2019, amparada en el acuerdo 8151 del Consejo de Ministros de 22 de mayo de 2017, regula las autorizaciones para importar, poseer y operar en territorio nacional dispositivos y medios relacionados con las telecomunicaciones.
Si alguien tiene dudas de la vocación represiva del estado cubano para controlar el monopolio exclusivo sobre el caso que nos ocupa, basta recordar que hay personas con hasta 15 años de privación de libertad por publicar en las redes sociales videos considerados inadecuados para la imagen del país.
Es evidente, como ha sucedido antes, que el sistema represivo no permitirá la entrada al país y menos aún la tenencia de los dispositivos requeridos por Starlink para operar. No debe haber dudas en cuanto a la capacidad del Estado para controlar este asunto, inclusive apelando a la cárcel.
¿Existen otras opciones para una internet libre?
Descartada la red de Elon Musk tal y como opera hasta el momento, podría pensarse en crear una empresa telefónica paralela a ETECSA, cuya señal libre, compatible con las bandas usuales en los teléfonos celulares, sea posible captar de forma directa.
Sin entrar en detalles, crear semejante empresa y hacerla operar frente a las costas cubanas es una tarea en extremo difícil, considérese que la señal de telefonía es direccional, requiere de repetidores a distancias de unas pocas millas y debe ser apoyada por un sistema permanente de emisores-receptores.
Si un gobierno extranjero, solo parece posible el de Estados Unidos, decidiera dar el paso y crear semejante empresa, ha de enfrentar las consecuencias políticas derivadas de invadir el espacio radioeléctrico cubano sin el consentimiento del gobierno local.
Queda aún para la dictadura la opción de interferir la señal emitida por la supuesta telefónica. No se trata de competir en cuanto a la potencia de emisión frente a la potencia de interferencia, porque al interceptor no le interesa trasmitir información, le basta con un mínimo de señal en la misma frecuencia del emisor ya que su único objetivo es impedir que el sistema funcione normalmente.
Está demostrado que los sentidos, la vista y el oído, no soportan una señal con interferencias por mínimas que sean.
Conclusiones:
Es lamentable para quien escribe hacer este papel de abogado del diablo o aguafiestas, peor sería aplaudir el coro de las falsas expectativas para los cubanos amantes de la libertad. Si algún día, más temprano que tarde, aparece la opción real de una conexión libre directa a internet fuera del control estatal, bienvenida sea.
Por ahora nos asiste el deber ineludible de la honestidad intelectual.
Hacemos un llamado de alerta a los políticos de buena voluntad que han abogado y lo hacen en pro de una internet libre para el pueblo cubano. La consideración es que se trata de un asunto práctico, enmarcado en las características del sistema totalitario de gobierno imperante en Cuba.