Honor a quien honor merece y las cosas como son

Mauricio Mendoza Navarro

Alicia Alonso con Fidel Castro. Foto de archivo: cubadebate.cu

HAVANA TIMES – Mientras dormía plácidamente el mediodía del 17 de octubre, fue interrumpida la jornada de descanso por la voz sorprendida, al teléfono, de un amigo que me anuncia- falleció Alicia Alonso-.

A veces me veo como un insensible que no se alarma por dichos temas, pero analizando la situación, me doy cuenta que las personas son un poco incrédulas con el tema de la muerte.

Alicia Alonso, con casi centenario de vida, lo más lógico es que algún día tendría que descansar y ascender al camino de Dios o al infierno, en dependencia de su calidad humana. No la conocí en persona para poder opinar adónde iría su espíritu después de haber caducado su cuerpo.

Sin negar que fuera una gran bailarina, no puedo descartar que ella viviera bastante bien a costa del comunismo, (hablando en buen cubano) lo cual adjunto a su talento le proporcionó estatus y beneficios. Aunque prefiero una rumba en un solar de Centro Habana, en ocasiones voy al ballet y siempre he notado el mismo detalle, no hay casi negros o mestizos. Es como si todos tuvieran vitiligo.

El Ballet Nacional de Cuba, dirigido por Alicia Alonso, siempre me ha parecido una institución racista y clasista, siendo claro para todos lo selectiva que era dicha directora a lo hora de escoger sus bailarines. A veces pienso en la época en que nació y el contexto histórico, que pudo haber tomado en su temprana juventud un curso de verano en la Alemania Nazi y eso pudo haberle condicionado a lo largo de su vida sus preferencias estéticas, quién sabe. Se lo dejo de tarea a otros investigadores.

La muerte de esta señora en verdad no me impacta, de hecho, creo que se le estaba haciendo homenaje póstumo antes del velorio. Considero una gran falta de humildad y acto narcisista, el hecho de aceptar en vida que a una edificación tan importante como El Gran Teatro de La Habana, antes García Lorca, lo renombren con el suyo.

Sin mencionar que creo más en la obra e ideas de Federico García Lorca y el aporte de este a la literatura universal y al teatro, que en la labor cómoda y servicial de Alicia en el país de las utopías.

Entonces, mis educadas condolencias a los familiares de esta señora, que son los únicos a los que puedo entender algún dolor, pero al resto les pido que sean objetivos, acepten la muerte como un proceso más de la vida y ahórrense descargar en mis oídos las crónicas de una muerte anunciada.

 

2 thoughts on “Honor a quien honor merece y las cosas como son

  • En el país donde todo es política , incluso la religión y el arte, ha muerto una señora políticamente muy identificada con el régimen, ha muerto un genio de la danza y por otra una testaferro del castrismo. La muerte no es un castigo, ni tampoco absuelve de todas las culpas, pero con la muerte, viene la memoria sobre el personaje. Unos se quedarán con el genio, otro nos quedaremos con su adhesión al gobierno; interpretó muchos papeles de ficción magistralmente, pero el peor, fue su propia vida, se hizo cómplice, contra buena parte de sus coterráneos, de un gobierno al que muchos aborrecemos.
    Dios la pondrá con los suyos, no nos corresponde juzgar, pero sí imaginar cómo será ese juicio.

  • Genial tu comentario Nauj… Ella se ocupó de ir del lado del “poder”, y cuando ese “poder” le pidió muestras de lealtad, plasmó su firma apoyando el asesinato de tres negros que habían robado una lancha para largarse de la isla de Cuba. Ejemplos como estos o muy similares barnizaron su vida. Mi abuela, que era sabia, me dijo un día: “Tanto peca el que mata la vaca, como el que le agarra la pata…”
    Saludos.

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