Hablo con presidentes

Por Michael Richie*

La embajada de Estados Unidos en La Habana.

HAVANA TIMES – La reapertura de la embajada de los Estados Unidos en La Habana, en 2015, seguida de la posterior visita del presidente Barack Obama, prometió nuevas relaciones diplomáticas entre los Estados Unidos de América y Cuba.

Mientras las restricciones de viaje fueron levantadas y el turismo estadounidense hacia la Isla y las reuniones diplomáticas se incrementaron durante el período 2015-2016, la elección del presidente Donald J. Trump (y su indecisión sobre “el acuerdo”) ha postergado el progreso entre las dos naciones vecinas llavándolo a paso de jicotea.

Como cubófilo y visitante frecuente a La Habana, esto me concierne. Así que decidí tomar el toro por los cuernos, de manera figurativa, y escribir cartas abiertas de petición tanto al presidente Donald Trump como al presidente Raúl Castro. Las misivas son las siguientes.

Tal vez ellos escuchen.

Carta abierta al presidente Raul Castro

Honorable presidente Raul Castro,

Escribo la siguiente como ciudadano estadounidense, quien es visitante frecuente de Cuba, un amigo del maravilloso pueblo cubano, y ferviente admirador de la valiente lucha y la consiguiente victoria de la Revolución.

¿Cómo no admirar las batallas llevadas a cabo por el Comandante en Jefe Fidel Castro, la de usted mismo, Raul, las del Che Guevara, Camilo Cienfuegos y otros innumerables patriotas para liberar a su país del yugo del imperialismo?

Como resultado de sus esfuerzos, su Patria ha conservado su independencia soberana durante más de medio siglo, incluso bajo las restricciones del embargo de los Estados Unidos.

Bajo el régimen de Castro, la Isla ha desarrollado uno de los mejores sistemas educativos, gratis para todos, con una de las tasas de alfabetización más altas del mundo.

La atención médica, también gratuita para todos, es extraordinaria, con médicos cubanos enviados y valorados por muchos países extranjeros.

La vivienda, de igual manera, ha sido proporcionada a todos de forma gratuita.

No se puede negar el éxito de Cuba, a pesar de las dificultades que han enfrentado.

Al mismo tiempo, la vida cotidiana de los ciudadanos se ha convertido cada vez más en una lucha, debido, principalmente, al embargo de Estados Unidos.

Con el colapso de la antigua Unión Soviética llegó el llamado “período especial”. Incluso en esas condiciones, su pueblo se mantuvo firme, pero la infraestructura comenzó a decaer.

Para añadir insulto a las lesiones, los problemas más recientes en Venezuela han causado escasez de petróleo y dificultades económicas, llevando, según dicen algunos, hacía un “segundo período especial”.

Un rayo de esperanza para la población cubana apareció en 2015, cuando el entonces presidente Barack Obama reabrió la embajada de los Estados Unidos en La Habana y comenzó a restablecer relaciones con nuestro vecino del sur.

Mientras tanto, yo, como algunos cubanos, puedo cuestionar los motivos personales que llevaron a Obama a realizar ese movimiento, pero era la movida correcta que se debía hacer. El embargo fue finalmente reconocido como un fracaso, un desastre económico para el pueblo cubano.

Señor Presidente, se han hecho llevado a cabo algunos progresos impresionantes. Pero ha sido lento y ahora, con el presidente Donald Trump en el cargo, se ha estancado casi por completo.

Y el avance en esta distensión es importante, tanto para nuestros países, como para nuestra gente.

Se ha informado, señor Presidente, que usted ha dicho en los círculos diplomáticos a los que ha accedido y a través de declaraciones públicas, que está listo y dispuesto a negociar con el presidente Trump. Hasta la fecha, no he escuchado ninguna respuesta de Trump. Se dice que todavía está en el proceso de “desarrollar” su posición oficial sobre las relaciones de Estados Unidos con Cuba.

El tiempo, sin embargo, no está del lado de ustedes.

Lo animo a usted, Sr. Presidente, a que se comunique con el presidente Donald Trump, en un esfuerzo por organizar una reunión personal con él. Coja el teléfono, llámelo. A pesar de su persona, en ocasiones, brusco, le aseguro que es un hombre reflexivo y humanitario. Sé que él estaría de acuerdo en reunirse con usted, tal vez en Cuba, y que ustedes dos encontrarían muchos aspectos en los que estarían de acuerdo.

Dicho esto, también lo aliento a que siga manteniendo la soberanía patriótica de la nación cubana. Lo animo a limitar la inversión de los Estados Unidos y a continuar promoviendo el espíritu emprendedor dentro de la población de la Isla.

En una nota personal, también le pido que desanime las visitas de cruceros a Cuba. Los promotores le dirán que son de bajo impacto, alto beneficio. Pero como alguien que vive en una pequeña isla/ciudad, (Key West, Florida), que es invadido con miles de turistas diariamente, puedo asegurarle que destruirán la calidad de vida cotidiana de su país, particularmente en La Habana.

Le deseo lo mejor, presidente Raúl Castro, y espero con interés la mejoría constante de la vida de la gente hermosa de Cuba.

¡Yo Soy Fidel! ¡Patria o Muerte!

Carta abierta al presidente Donald J. Trump

Honorable presidente  Donald J.Trump,

Escribo esta carta como ciudadano estadounidense que fue seguidor de Trump desde el mismo día en que bajó esa escalera dorada en Trump Tower. Yo contribuí a su campaña, y con orgullo usé mi gorra Make America Great Again (Haga a Estados Unidos grande otra vez) en todas partes.

También estoy orgulloso de decir que usted ha logrado más en su primer mes de mandato, para alcanzar sus metas, que cualquier presidente en la historia de los Estados Unidos.

Dicho esto, queda pendiente la cuestión de las relaciones entre los Estados Unidos y Cuba.

Usted ha declarado públicamente que todavía está “desarrollando” su posición sobre ese asunto.

Pero, señor Presidente, ese es un tema de gran preocupación para muchos, tanto en los Estados Unidos como en Cuba. El tiempo es crucial para el pueblo cubano, que ahora empieza a sufrir bajo lo que podría ser un “segundo período especial”, debido al casi fracaso de la economía venezolana.

El gobierno y el pueblo de la Isla han sobrevivido y han desarrollado un sistema muy especial y muy viable -con excelentes y gratuitos sistemas médicos y educativos- a pesar de los más de 60 años de embargo, no podemos pedirles que soporten más.

El pueblo cubano nos necesita, y nosotros los necesitamos a ellos.

La infraestructura de La Habana, por ejemplo, ha sufrido una decadencia extrema. Y, debido a las restricciones monetarias internacionales impuestas por el embargo, el gobierno de Castro no tiene los equipos necesarios para repararla. Mientras que el número de turistas crece a diario, el país no está listo para recibir a esos visitantes. Incluso, con el equipamiento adecuado, podría tomarles una década de trabajo de reparación.

Al mismo tiempo, con el número de ciudadanos estadounidenses que visitan ese país, el viaje a esa nacion caribeña resulta difícil debido al embargo. El efectivo es la única moneda que funciona. Y muchos viajeros temen que los Estados Unidos o Cuba puedan, en cualquier momento, poner fin a las relaciones.

La incertidumbre crea miedo.

Presidente Trump, sé que usted es una persona preocupada. Le pido que extienda su cuidado a los cubanos. Ellos son personas cariñosas y amables que esperan mejorar su vida cotidiana con la ayuda de los Estados Unidos.

Al mismo tiempo, Cuba es un país muy patriótico que quiere mantener su soberanía nacional. Lo que significa que tendrá que haber una inversión limitada por parte de los Estados Unidos. Más bien quieren trabajar con los estadounidenses para que el espíritu empresarial cubano pueda ser alentado.

Eso del mismo modo significa que las negociaciones personales entre usted y el presidente cubano Raúl Castro serán necesarias.

El presidente Castro ha declarado públicamente que está listo y dispuesto a entablar negociaciones con usted en relación con las relaciones entre los dos estados.

Espero que tales negociaciones puedan comenzar muy pronto.

Señor Presidente, tome el teléfono y llame al presidente Castro (no creo que él “twitee”) para concertar una reunión personal, tal vez en La Habana.

El presidente Castro es un líder orgulloso y consumado. Pero también es un dirigente pragmático. Conoce el valor de mejorar las relaciones entre los Estados Unidos y Cuba. ¡Y estoy seguro que se van a llevar muy bien!

Señor Presidente, le deseo lo mejor.

En una nota personal, estaré en La Habana en abril y me encantaría verlo a usted y al presidente Castro allí para las conversaciones del Primero de Mayo.

Make America and Cuba great again! (¡Haga que Estados Unidos y Cuba sean grandes otra vez!)

(*) Autor invitado

One thought on “Hablo con presidentes

  • Para decir lo que queremos y lo que no queremos nos bastamos nosotros solos. ud lejos de ser un “cubófilo”, es un castrófilo que sigue considerando a los cubanos indios con levita. Eso sin contar su peculiarísima versión de la historia de mi país.

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