¿Firmar o no firmar el concepto fidelista de revolución?
Por Vicente Morín Aguado
HAVANA TIMES — Las prolongadas honras fúnebres a Fidel Castro incluyen un nuevo juramento que deben firmar los cubanos: el concepto Revolución enunciado por el fallecido líder al resumir el desfile del primero de mayo del año 2000. Su eterno segundo y sucesor, Raúl Castro, ha calificado la parrafada como quinta esencia de la batalla ideológica” del partido comunista que él encabeza.
La primera información oficial sobre el programa de homenajes a El Comandante incluyó la ubicación de unos mil puntos—Ciudad de La Habana—, donde confirmar la adhesión al referido concepto, sin embargo, al paso de cuatro jornadas llama la atención la escasa reiteración mediática del llamado a consignar el nuevo juramento.
En la calle poco se comenta en torno a una parrafada harto conocida, porque está impresa hasta en las paredes de centros comerciales, hoteles y discotecas. Un joven conductor de Bicitaxi expresó: “Queremos al Comandante, fue un hombre mundial, pero a qué viene eso de jurar Revolución por escrito, si estamos enterrándolo. Déjenlo descansar en paz, cada cual lo llevará en su corazón.”
Al menos en La Habana no se muestran filas de personas esperando su turno frente a las oficinas para estampar su apoyo escrito al tan conocido documento político.
El texto en sí está redactado a partir de oraciones bíblicas que recuerdan la formación jesuita de su autor. En general expresa conceptos aceptables para la mayoría de las personas, sin distinciones ideológicas o políticas. Hasta los que se oponen rotundamente al socialismo encontrarán una mención general, sin detalles engorrosos, del sistema implantado en Cuba a partir de 1959.
Entonces no parece un problema de conciencia estampar la rúbrica, sin embargo, surge una pregunta: ¿Por qué firmar un juramento que nos viene impuesto por los que ahora gobiernan amparados en el dedo poderoso del hombre que están enterrando?
Comprometerse en masa, públicamente, es parte de la manipulación que nos acompaña:
Juramos en abril de 1961, sin previo aviso, defender el Socialismo en la esquina de 23 y 12, La Habana; al comenzar un nuevo milenio, desde Bayamo, el inmenso prestigio de Antonio Maceo respaldó el juramento de Baraguá: no traicionar jamás la revolución; dos años después volvieron los bolígrafos confirmando desde cada Comité de Defensa de la Revolución (CDR) el carácter irreversible del socialismo…
Los anteriores juramentos contaron con la fidelidad formal del 95 y más por ciento de los cubanos, sin embargo, datos del Departamento de Seguridad Territorial de los Estados Unidos (DHS) en inglés, consignan 134 718 inmigrantes cubanos entre el 2005 y el 2014. Al sumar la estampida de estos dos últimos años la cifra supera el cuarto de millón: ¿acaso esos evadidos del socialismo estuvieron fuera de los porcentajes mayoritarios reiterados por los ideólogos comunistas como muestra de total fidelidad a la Revolución?
El año sin terminar acumula 9 mil arrestos arbitrarios de opositores al gobierno.
Tal vez sería oportuno jurar el célebre Sermón del Monte, donde una de las sentencias de Jesucristo dice: “Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.” (Mat. 5: 6-10)
Las estadísticas indican que las convicciones andan lejos de los aplausos, las manos levantadas o las rúbricas; la respuesta se redondea en sobrevivir ante el imposible, salir del paso, soslayar presiones, evitar la mirada hostil de los sempiternos vigilantes y seguir vivos hasta que algo mejor aparezca.
Antes de firmar el concepto de Revolución deberíamos mirar a nuestro alrededor, hacer además una radiografía íntima, familiar. La elección queda abierta a cada compatriota. Ojalá no sea la ligereza proverbial de nuestra idiosincrasia quien impulse la mano.
Que mas da una firma u otra. Preguntale a mucha gente en Miami cuantas veces firmaron documentos de apoyo al la “cosaesa” antes de largarse del pais. La doble moral es algo innato en el cubano de hoy.
Vicente : no se desgaste ,todos sabemos como se organizan una elecciones libres, plurales y con vigilancia internacional, para que inventar lo ya inventado ?? Para firmar algo el que firma tiene que saber que firma y cuales son las otras opciones que se le presente y que, si no firma, no Habra repercusiones ….en fin,;la boberia cubana !!!
Efectivamente, Vicente, pura simulación masiva.A la compulsión del gobierno, la ciudadanía responde firmando lo que sea y sale del paso.Lamentable esta imposición de la simulación.
Atanasio, mi sobrina aún con pasaje comprado para emigrar a los EU y a sabiendas, fué tan hostigada por la del cdr, que su abuela materna revolucionaria por convicción le tuvo que decir “hazme el favor de irte a votar para que esta mujer no te joda más”. Tú no crees que toda esa gente sea un ejemplo de que están allí para no meterse en problemas?. Yo creo que hay que dejar las bobadas, que hasta los más brillantes e inteligentes foristas que aquí comentan conocen el simulacro.
Vicente esas firmaderas son necesaria para un régimen que se siente ilegítimo.
Por eso hacen todas estas reafirmaciones donde colocan a la ciudadanía en la disyuntiva
Es lo que han hecho siempre.
La minúscula porción de cubanos en un discurso en 23 y 12 en 1961 que gritaron por socialismo no es una elección valida. Me parece curioso que escogieron precisamente un lugar que podía contener menos personas que la plaza de Marti.
Y así con todo lo demás si solo hay una opción a elegir entonces no hay tal elección
Es solo buscando legitimidad de lo que ya ha sido impuesto desde el poder.
La locura continua. Ya verán que esas firmas la van a presentar como un plebiscito donde el pueblo quiere más socialismo fracasado a pesar de la ausencia de Fidel Castro. No olviden que la hija de Paya y su grupo Movimiento Cristiano de Liberación presentaron recientemente a la Asamblea Nacional otras 10 mil firmas que se suman a las 25 mil que presentó Paya solicitando un plebiscito para consultarle al pueblo si quieren socialismo o democracia como sistema para Cuba.
Los guardianes de la fe manipulando al pueblo aprovechando la muerte de Fidel Castro. No tiene ninguna lógica ni basamento jurídico hacer firmar al pueblo para apoyar un párrafo de un discurso de los miles que dio Fidel Castro en 57 años.
La oposición democrática debería recoger firmas para apoyar que se implementen las primeras leyes revolucionarias que Fidel Castro prometió en el programa de la revolución del 59 y nunca cumplio, como la primera ley donde nos juro que restablecería plenamente la Constitución de 1940.
Continúa la dictadura castrista sin legitimarse y como les gusta hablar en nombre del pueblo cubano en la ONU.
Ahora va a gobernar el difunto.
Me gusta comentario de Atanasio…. si usted pregunta en Miami, nadie fue del CDR, no existe ni un exmilitante del partido, nadie fue nunca a la plaza, no saben que es la escuela al campo, nadie paso el servicio militar, es mas hasta hay universitarios que segun ellos nunca fueron ni pioneros, uno de los peoes canceres que tiene el cubano (entre otros muchos como la capacidad de hasta perder el acento) es presisamente la doble moral que ya viene en el ADN
Y se formó la firmadera. La Habana me lo confirmó…
Segurisimo estoy de eso Miranda. Que haya personas que lo sientan de corazon es cierto. Una parte del pueblo fue la que grito “paredon” o “que se vaya la escoria”, asi que no es de extrañar, pero de que la mayoria va por no señalarse?, vamos quwe nosotros no salimos de Bojormoya del Norte!. Mi hermana me conto que a su nieto de seis años la maestra le cojio la manito y le hizo poner “la firma” en ese juramento. Un niño que a lo mejor ni idea tiene que es lo que va en ese carromato
Bueno, yo fui a firmar el libro de condolencias, como muestra de respeto, diplomacia y madurez política. En cuanto al otro tema, no vi el documento que hablará de compromiso con la “Revolución” que Fidel promovió en sus palabras que, dicho sea de paso, no me incluye como minoría sexual y la historia de la homosexualidad en Cuba es testigo vivo de ello. Por tanto, para mi humilde opinión, considero que esa Revolución que tanto se promueve en Cuba, No existe.”
Luis Rondon, con todo el respeto, pero se llega a la madurez política cuando se es capaz de reconocer lo que es una dictadura, a los dictadores -como lo fue Fidel-, no se les rinden ningun respeto, mucho menos en tu caso a sabiendas que fue un repugnante viejo homofobico. Por lo demás estoy de acuerdo contigo en que nada de lo que promueven existe.
¿Cree usted que el actual sistema social en Cuba…
…tiene sentido del momento histórico?
…puede cambiar lo que debe ser cambiado?
…significa igualdad y libertad plenas?
…trata a unos y otros como seres humanos?
…permite emanciparse por uno mismo y con sus propios esfuerzos?
…permite desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional?
…permite defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio?
…es modestia, desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo?
…permite luchar con audacia, inteligencia y realismo?
…no miente jamás ni viola principios éticos?
…tolera la convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas?
…permite la unidad, la independencia, luchar por sueños de justicia para Cuba y para el mundo?
…es lo que usted desea para el País?
A la hora del cuajo, todas esas firmas serán papel mojado. Ellos se vuelven locos tratando de comprometer a la población. Se engañan a sí mismos, se pierden dentro de su propio juego d mentiras y medias verdades. Si algo he aprendido en todos estos años de vida es que dentro de la unidad sellada que cada uno tiene dentro de la cabeza, no puede entrar nadie. Te estoy diciendo una cosa con aboca y estoy pensando otra. Me recuerdo que estando en uva ponían un anuncio el la TV donde repetían el consabido fragmento en la voz del propio Fidel y cada vez que llegaba a la parte “No mentir jamás”, que además él la dice con un énfasis tremendo, me partía de la risa. Hay por ahí un documental en YouTue “Las torturas en Cuba” donde intercalan palabras del occiso donde afirma que en Cuba jamás se ha torturado a nadie, con testimonios de hombres y mujeres que sufrieron esos tormentos. Después de verlo, no hay más que hablar. Por cierto, ese documental llego a mis manos en Cuba. Cuántos más cubanos lo habrán visto.