¿Existe una sociedad civil en Cuba?

HAVANA TIMES — ¿Existe una sociedad civil en Cuba? Según Alejandro Armengol de cubaencuentro.com es un asunto complicado que merece examinar con sus contradicciones.  Republicamos sus ideas sobre el concepto.

¿Sociedad civil en Cuba?

El invocar la sociedad civil en Cuba se ha convertido en criterio de moda o alcancía en la mano

Alejandro Armengol

Cola de la cafetería. Foto: Juan Suárez

Disidentes, activistas y legisladores cubanoamericanos repiten a diario una contradicción que la prensa digiere y amplifica sin criticar: hablan de fortalecer o fomentar la sociedad civil en Cuba y al mismo tiempo se refieren a la naturaleza totalitaria del régimen, mientras califican de “cosméticos” los cambios realizados.

Si en la Isla hay un régimen totalitario —y por una parte poco apunta a considerar que esta no es la condición nacional—, quedan pocas esperanzas para la elaboración de dicha sociedad civil, que sería más bien parte de la tarea de reconstrucción del país tras una transición. Así lo indica la historia: no existía sociedad civil en la antigua Unión Soviética (URSS) o en la Alemania nazi.

Cuando se mira desde otro ángulo, y se reconoce cierto ligero cambio en la Isla de un régimen totalitario a otro autoritario, en el que determinadas parcelas de autonomía —otorgadas por el Gobierno o adquiridas circunstancialmente— permiten un desarrollo propio, se hace necesaria entonces una mayor precisión, para evitar caer en una repetición hueca.

Bajo el mantra de sociedad civil se cobijan los intereses y aspiraciones más diversas. Así el invocar la sociedad civil en Cuba se ha convertido en criterio de moda o alcancía en la mano. Sin embargo, más allá de una discusión sobre el concepto, vale la pena analizar cuánto avanza una táctica que busca establecer ese tipo de sociedad en las condiciones actuales cubanas, y aventurar su futuro.

El problema fundamental es que el totalitarismo implica por naturaleza la absorción completa de la sociedad civil por el Estado. Ha ocurrido en Cuba, donde unas llamadas “organizaciones de masas”, y los satélites que se desprenden de ellas, por décadas se definieron con orgullo militante como simples correas trasmisoras de las “orientaciones” del Partido.

Divisiones. Foto: Juan Suárez

Ello no ha impedido la impudicia de que en la actualidad reclamen un papel civilista e incluso aspiran a ser consideradas —y financiadas desde el exterior— como organizaciones no gubernamentales (ONG). Si bien ahora buscan venderse con sones para turistas, no dejan de ser las mismas marionetas que cuando se crearon a imagen y semejanza de las existentes en la URSS.

Si burdo es el Gobierno cubano al intentar subirse ahora al tren de la sociedad civil, tampoco la originalidad caracteriza al estadounidense y a quienes apoya financieramente bajo el manto de la disidencia.

Ante todo, porque el proyecto no es nuevo. El empeño se origina en la Europa del Este —donde existía un régimen represivo al igual que en la URSS, aunque no con igual absolutismo—, cuando los disidentes de esos países comenzaron a hablar de las posibilidades de un restablecimiento democrático mediante el resurgimiento de la sociedad civil.

En la práctica dicha sociedad nunca fue establecida, en buena medida no ejerció una incidencia fundamental en la desaparición del “socialismo real” y los movimientos opositores tuvieron una existencia efímera, algunos un paso fulgurante por el Gobierno y una vida por delante para vivir de la nostalgia. También para fundamentar falsas esperanzas.

Largo es el rosario que tiene el caso cubano, por intentar trasladar modelos foráneos. En el camino de la transición se parte de la falacia de que existen constantes en las políticas de cambio y se descuida el análisis de las circunstancias específicas.

Por encima de otras consideraciones, destaca el hecho de algunos de los que reclaman el “empoderamiento de la sociedad civil” se niegan al mismo tiempo a facilitar mayores recursos para el avance de lo que pueden ser sus factores esenciales o al menos contribuyentes: la promoción de negocios particulares, el refuerzo a la labor de emprendedores y otros aspectos de ayuda a una reforma económica.

Pelados. Foto: Juan Suárez

Tenemos entonces dos visiones disímiles —y en ocasiones contradictorias— sobre una posible sociedad civil cubana. Una enfatiza el plano político y destaca la existencia de grupos de denuncia de abusos, que en buena medida justifican su existencia mediante la retórica de la victimización y dependen del financiamiento de Washington y Miami para su existencia. La otra, apunta al plano económico y ve el surgimiento de una esfera laboral independiente del Gobierno como la vía necesaria para el fundamento de una sociedad más abierta.

En ambos casos, las limitaciones sobresalen por encima de los logros actuales.

Mientras la promoción de la sociedad civil cubana por la disidencia no trascienda el discurso de Miami y destaque las necesidades de la población, no solo sus alcances, sino sus propios objetivos serán en extremo limitados.

Por otra parte, el surgimiento de un limitado sector de trabajadores privados, en una sociedad con un grado extremo de control estatal como la cubana, no garantiza un futuro de autonomía del Gobierno, ya que persiste la dependencia, tanto para mantener el nuevo estatus laboral adquirido, como para simplemente poder caminar por las calles.

Persiste entonces la limitante fundamental que la creación de una verdadera sociedad civil buscaría eliminar: el mantenimiento de una doble moral, donde la hipocresía pública constituye uno de los principales recursos del régimen para sobrevivir.

3 thoughts on “¿Existe una sociedad civil en Cuba?

  • Existe una sociedad civil pujante independiente del Estado, como debe ser de lo contrario no es sociedad civil por su propia definición.Voy a mencionar un grupo no todos los que existen.
    La Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, fundada en 1987, y que reporta mensualmente las violaciones a los derechos humanos a nivel nacional. El Movimiento Cristiano de Liberación (MCL) fundado en 1988, su líder fue Oswaldo Payá Sardiñas. La actividad cívica ha consistido en presentar dos proyectos de reformas a la Constitución: en el 2002 “Proyecto Varela”, en el 2007 “Proyecto Heredia” y la campaña ciudadana “El Camino del Pueblo” . En la actualidad, Rosa María Payá, hija del líder cubano fallecido en extrañas circunstancias, continúa con el legado del Proyecto Varela y exige un referéndum que pregunte a la población el acuerdo o no sobre la celebración de elecciones libres en el país.
    Otro grupo de Derechos Humanos, Las Damas de Blanco, movimiento fundado en el 2003,UNPACU, Unión Nacional Patriótica de Cuba,Frente Nacional de Resistencia Cívica Orlando Zapata Tamayo, dirigido por Jorge Luis García Antúnez, y el Frente Antitotalitario(FANTU) dirigido por Guillermo Fariñas Hernández. El Comité Ciudadanos por la Integración Racial(CIR) coordinado por Juan Antonio Madrazo Luna y Leonardo Calvo. Plataformas de discusión cívicas alternativas como Estado de SATS, Razones Ciudadanas coordinador Reinaldo Escobar, Cuba Posible, Red protagónica Observatorio Crítico,El periódico digital 14 y medio.Entre las agrupaciones políticas tenemos:Partido Arco Progresista. Fundado en el 2008, se integra con Corriente Socialista Democrática Cubana, Coordinadora Social Demócrata de Cuba, Movimiento Cubano por la Democracia, Movimiento Juvenil Socialista Democrático, Mujeres de Izquierda Democrática y Partido del Pueblo. Coordinador Manuel Cuesta Morúa .
    El Partido cubano de Renovación Ortodoxa. Fundado en el 2002, sigue la tradición del partido Ortodoxo existente antes de la Revolución de 1959.Socialismo Participativo y Democrático que coexiste con otros activistas anarquistas y libertarios en la Red Protagónica Observatorio Crítico. El Partido Cuba Independiente y Democrática,fundado en 1980,Otros grupos más recientes son SomosMás, que dirige el ingeniero Eliecér Avila y que se constituye como una plataforma de discusión y con el objetivo de formar un partido político cuando sea legal en el país, y las plataformas de unión Espacio Abierto con más de veinte periodistas independientes, UNPACU, Dagoberto Valdés director de la Revista Convivencia entre otros. La otra plataforma de unión es el Foro por las Libertades y Derechos que dirige Antonio Rodiles.
    La respuesta a la pregunta es evidente, sí existe una sociedad civil independiente que trabaja en condiciones de asfixia represiva.Pero evidentemente son desconocidas en los medios nacionales por la censura estricta de la información en Cuba.

  • Se me olvidó CUBALEX, asociación jurídica independiente que ha realizado una labor formidable para ayudar a los ciudadanos en todo tipo de asuntos que no logran acceder a abogados oficiales.
    Seguramente he olvidado a otros y los seguiré agregando.Las difíciles condiciones de ilegalidad y de censura hace que no se conozcan estas organizaciones y menos sus sólidas y contundentes propuestas y trabajo cotidiano.
    Es más, todas sufren la lapidación moral del régimen con su monopolio informativo, pero también las que se manifiestan en las calles son las más reprimidas físicamente también, y sus casas vandalizadas por la seguridad del estado.

  • en Cuba hoy,si acaso existen movimientos sociales emergentesy reprimidos,no hay un marco legal que garanticen la existncia de una Sociedad Civil,como se entiende en derecho,pues : cuantos de estos movimientos estan legalmente inscritos ?? O sea cuales tienen permisos para desarrolar su tarea? En que medios de prensa pueden hacer su proselitismo?Como pueden operar movimietos que no compartan los puntos de vista del Gobierno o de PCC si todos son tachados de “enemigos” “agentes pagados” “gusanos vendepatrias” y otras linduras??? Nada de la forma de transcurrir de la vida bajo un estado policiaco totalitario puede ser comparado a la vida en un estado plural,democratico y regido por leyes que sustentan el tejido soberano popular.Esta idea de Sociedad Civil en Cuba Comunista,es tan descabellada como la lucha “electoral” para modificar el Estado Comunista,ni aun el gobierno “Proletario”

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