El valor de votar NO a la nueva Constitución cubana

Yasser Castellanos

Foto: diariolasamericas.com

HAVANA TIMES – Aunque suelo expresarme de forma gráfica, esta vez quiero manifestar, por escrito, mi opinión sobre el debate de las próximas votaciones.

Soy de los que abogan por estampar una negativa en la boleta.

Por naturaleza estamos buscando constantemente el bienestar, con mayores o menores aciertos y extravíos. Nos diferenciamos, entre otras cosas, por los caminos que elegimos para llegar a esa satisfacción.

En cierto modo, la suma de los derroteros escogidos por los cubanos ha ido conformando nuestra nación. Pero el resultado final no parece satisfacer las necesidades de muchos.

A quienes buscamos un mejoramiento para Cuba, nos cuesta ponernos de acuerdo respecto a cuál sería la vía para lograrlo.

Si el pueblo renunciara de forma masiva a participar en estas votaciones, podría ser un golpe demoledor contra esa apariencia de conformidad que el Gobierno se esfuerza tanto en mantener. No obstante, dadas las circunstancias actuales, es un escenario difícil de creer.

Un alto por ciento de la población se siente aún obligado a acudir a las urnas. Se nos ha inculcado durante décadas que, de no cumplir con el guión dictado, el castigo caerá sobre nosotros.

Por eso, me parece más cercano a lo posible que, amparados en la condición secreta del voto, las personas puedan sentirse libres de mostrar su desacuerdo con esta nueva Constitución, un documento donde no encuentran el tan ansiado alivio a sus viejos problemas.

De paso, exhorto a los votantes a llevar su propio bolígrafo. No me parece que pueda considerarse serio hacerlo a lápiz.

Si una notable cantidad de cubanos vota NO, claro que no será suficiente, pero sí un acontecimiento sin precedentes.

Sería valioso que se decidieran a escribir sobre el papel su voluntad y que lo comentaran luego con orgullo en un ambiente de confianza, o hasta en espacios públicos, quienes sean más atrevidos. Que los encargados de contar los votos constataran ese deseo plasmado en dos letras. Inspiraría más respeto comparado con las obscenidades que, según me han comentado, suelen aparecer como protesta en las boletas.

Estos pequeños sucesos también contribuirían a transformar nuestra manera de concebir a Cuba.

No veo en votar NO la solución de nuestros problemas, sino la posibilidad de una práctica saludable y, por tanto, necesaria: la de retomar nuestra responsabilidad en la evolución del país y concientizar que no es el Gobierno el que decide el destino de los cubanos. Somos nosotros quienes decidimos siempre, actuando con determinación o apatía.

Hay demasiado por reconstruir en el entorno, pero primero se necesita reparar la mentalidad para poder levantarnos de ese rincón sombrío.

Somos cada vez más quienes creemos que ese proceso ya viene ocurriendo. Vivimos momentos excepcionales. Estamos empezando a despertar.

 

6 thoughts on “El valor de votar NO a la nueva Constitución cubana

  • El refranero español siempre tiene cabida en nuestra vida cotidiana, en este caso yo diría “al pan pan y al vino vino” y digo esto porque Yasser o es muy ingenuo o se piensa que los demás son bobos. Un referendo constitucional no es el escenario para “una práctica saludable y, por tanto, necesaria: la de retomar nuestra responsabilidad en la evolución del país y una práctica saludable y, por tanto, necesaria: la de retomar nuestra responsabilidad en la evolución del país y concientizar que no es el Gobierno el que decide el destino de los cubanos. Si Yasser quiere promover el voto negativo que busque otros argumentos mas sustantivos. Los cubanos no necesitamos retomar lo que ya tenemos: La responsabilidad en la evolución del país, por eso hemos llegado hasta aquí, por eso hemos sobrevivido a un enfrentamiento directo por 60 años contra la potencia mas grande que ha conocido la historia, y sin lugar a dudas ha sido pagando un alto precio. Si Yassser cree que no vale la pena seguir pagando ese precio que lo diga de frente y sin tapujos. Si creee que hay que “concientizar que no es el Gobierno el que decide el destino de los cubanos” que explique donde el ha visto un proyecto constitucional discutido publicamente y ampliamente modificado con las opiniones recogidas y si eso no es ejercer mas que la responsabilidad el derecho de decidir los destinos del país. Por eso Yasser quítese la máscara y diga que usted llama votar no para deslegitimar el sistema que nos hemos dado, para intentar quebrar la unidad de los que hemos llegado hasta aquí, para ver si provocando una fractura, aparece un payaso como Juan Gaidó que se autoproclame presidente de Cuba. En el referendo constitucional se vota SI o NO, luego entonces las cosas son en blanco y negro, aquí no hay grises, se vota por la revolución o la contrarrevolución y Yasser está llamando a votar por la contrarrevolución. Insisto llamele pan al pan y vino al vino

  • Para empezar, me parece arcaico seguir usando los términos “revolucionario” y “contrarrevolucionario” al hablar sobre Cuba. Es una polaridad que solo desangra al país. En mi opinión, ese supuesta dualidad no significa mucho, figuras públicas de la política cubana han pregonado a los cuatro vientos ser revolucionarios y luego han sido defenestrados por el mismo Gobierno. No es lo que decimos lo que cuenta sino lo que hacemos. Esas clasificaciones son precisamente máscaras y lo que trato de hacer es justamente hablar sin caretas. Se quitaría usted la careta, Atila? (si ese es realmente su nombre)

  • Señor Atila, ¿usted cree REALMENTE que Cuba sea un país unido? De ser así, por ejemplo, no estaría tan devastado, es evidente que el Gobierno va para un lado y la inmensa mayoría del pueblo hacia otro, o cada quien para su lado, lo cual es el resultado de la propia política impuesta de que los cubanos no tengan una manera decente de ganarse la vida y sobrevivan robando en sus centros de trabajo, el resultado de que, producto de la apatía, no les preocupe convertir su propio país en un basurero. La realidad es tan evidente, ¿cómo es que usted no puede verla?

  • Se podría hacer una encuesta actual al pueblo cubano. Y de seguro, el mayor porciento elegiría un cambio, si no radical, por lo menos bien extremo. Ya la ideología castrista y castrense imperante en la isla está muy diluida en demasiadas malas prácticas gubernamentales, que, en vez de ayudar a un progreso revolucionario, han involucionado la patria. Llamar las cosas por su color es lo más sensato en todo momento. Pero no veo en la actitud de muchos el reflejo de un buen obrar. No se puede exigir sin dar a cambio. No se puede oprimir con guantes de seda. Edificar una infraestructura mercantil, sesgada por el oportunismo gubernamental no da bienestar real al pueblo. Y decir NO para nada nos hará “contrarevolucionarios”. Se ha perdido completamente el significado semántico de “revolución”. Y los cubanos todos fuimos fidelistas, más no revolucionarios reales, de alma y vida. Un revolucionario no permite que se instauren en su hogar todos los males que ha traído el ser tan permisivos.
    Decir NO marca un fin que ya es inevitable. No porque ya esté por suceder. Si no, porque ya el pueblo cubano requiere de un cambio de moral, de principios y de dignidad. Y ay de quien crea que ser lame botas de los Estados Unidos sería una opción a tener en cuenta. La única salida será decirle SI a la dignidad. ¿O qué espera el gobierno cubano? ¿Una mejor organización, que conlleve a un levantamiento civil? No es de extrañar que esto pase. Y de seguro se unirá mucha juventud, que actualmente se está arruinando sin ofertas laborales dignas, sin vistas de un mejor futuro. Ser cubano es ser parte de un experimento caduco y sin esperanza. Y reprimir al pueblo no genera respeto… Solo miedo y odio.
    Y… créeme cuando te digo: No eres bobo. Te hacen bobo. Llénate de valor, y permite unas verdaderas elecciones. Ahhh, verdad. No se puede. La constitución no permite competencia real, pues solo hay un partido. Pues, con varios partidos en pugna, Chávez ganó. Igual AMLO. Y muchos más presidentes revolucionarios. Permitan el justo derecho a las huelgas, a protestar pacíficamente, a estar en contra sin ser tildado de gusano. ¿O es que la igualdad es solo un punto de vista que no atañe a la disidencia?
    Y si… Los bobos SI son ustedes.

  • Lamentablemente votar si o no define una polaridad y tu lo sabes, así que llenate de valor y di lo que quieres sin circuloquios existencialistas.

  • Señor Atila, revisando su primer y amplio comentario para poder retomar la conversación, he tropezado con algo que sacudió mi noción de la realidad.
    ¿Dice usted que en el referendo constitucional se vota SI o NO por la REVOLUCION o la CONTRARREVOLUCION?
    ¿No le parece demasiado dramático?
    Creí que íbamos camino a votar por la aprobación o no de un proyecto de constitución que esta PROPONIENDOSE, de lo contario no se le estaría preguntando al pueblo su opinión.
    Hasta donde creo entender NADIE está OBLIGADO a aceptar una PROPUESTA. En tal caso se trataría de una OBLIGACION, y eso ya nada tiene que ver con la responsabilidad o el derecho a decidir los destinos del país, más bien me recuerda la condición de los esclavos.
    ¿Usted trata de obligarme a votar SI, con ese lenguaje amenazante?
    ¿Se siente mayoral?
    ¿Me ve como a un esclavo?

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