El miedo a lo diferente

Luis Fenández Torres

Foto: Yoel Mayor
Foto: Yoel Mayor

HAVANA TIMES — Hace un par de semanas, cuando venía de oriente rumbo a La Habana en un ómnibus interprovincial estatal, uno de los chóferes estuvo una buena parte del viaje haciendo chistes y cuentos que giraban en torno a un par de temas: el más frecuente fue el machismo, seguido de varias dosis de regionalismo en su versión “habaneros vs orientales”.

Al principio parecía que solo eran un par de jocosidades para intentar mejorar el ánimo en un largo y tedioso viaje de doce horas, pero luego, al ver que no se detenía y, sobre todo, que no variaban los temas de su repertorio, algunos pasajeros empezaron a incomodarse e incluso a gritarle improperios al chófer. Aunque el hombre no se detuvo, los pasajeros nunca pasamos de la incomodidad a la protesta y continuamos el viaje tolerando la actitud de aquel hombre que, a veces, rayaba en lo pesado.

En las largas horas que duró el recorrido pensé en cuán acostumbrados estamos a las variedades discriminatorias que se manifiestan a diario en la conducta de nuestros conciudadanos. Pensé en todos los casos que había visto durante mi estancia de un mes en oriente, que no fueron pocos, incluso en algunas variantes menos comunes pero no menos aborrecibles. Por ejemplo, el caso de una pareja compuesta por un hombre negro y una mujer india, descendiente de nuestros tainos. La hija de ese matrimonio es una niña mestiza que evidentemente tiene más de indio que de negro, pero el padre se empeña en repetirle que ella es mulata, pues en su forma de pensar una mulata está más “adelantada” que una india. Esa forma de pensar no es nueva para mí, mucho menos exclusiva de nuestro país, solo es una constatación de que, para muchos, el indio está por debajo del negro en la escala discriminatoria.

Apartándonos por un momento de nuestro tiempo y geografía encontramos que flagelos como el racismo y el machismo son también ampliamente verificable en las principales instituciones culturales, como la ciencia o la religión, de varias civilizaciones en épocas pasadas y modernas.

Varias son las religiones en las que, de una manera u otra, el mensaje original de estas ha sido matizado, tergiversado o corrompido por estas posturas separatistas. Desde las innumerables órdenes, sectas y fraternidades que son exclusivamente para un sexo o una raza, hasta el dios varón. Si las personas que normalmente colocamos a la vanguardia de la sociedad por sus aportes científicos, espirituales o artísticos están impregnados de estos males, entonces, ¿Qué posibilidades quedan para los mortales de a pie?

Pienso que mientras más entendamos estas fobias, mejores posibilidades tendremos de librarnos de ellas. Haciendo un ejercicio de abstracción diría que todas las variantes de segregación tienen un punto coincidente. Se trata de un miedo o rechazo a lo que es diferente a nosotros: el blanco discrimina al negro, el hétero al homo, el macho a la mujer, y todas las demás variantes posibles.

Esos sectores sociales, marginados por mucho tiempo, han ido recuperando los derechos y el reconocimiento que siempre debieron tener, pero los prejuicios permanecen, y con buena salud, en la conciencia de la mayoría de la población. Ahora en nuestros tiempos ya no es socialmente aceptable maltratar públicamente al otro por ser diferente, muchos han pasado a la discriminación disimulada, a base de chistes y jaranas, mientras que en privado, en el seno familiar, siguen sembrando las semillas de la segregación.

Entonces, ¿cómo una sociedad como la cubana debería abordar los temas como el racismo, el machismo o la homofobia, sabiendo que estos males han convivido por milenios con el ser humano sin haber sido solucionados? ¿Seguiremos avanzando y, luego de abrazar a la mujer, al negro y al homosexual, se propondrá la sociedad cubana abrazar algún día al que piensa distinto en cuestiones políticas? ¿Abrazará el oficialista algún día al disidente?

Si el famoso hombre nuevo existe, no debe temer o rechazar a los que son diferentes.

3 thoughts on “El miedo a lo diferente

  • Tienes razón Luis en tu análisis. La primera Conferencia del Partido del 2012 defendió la diversidad y el respeto a ellas, sin embargo a nadie se castiga por reprimir a los no idénticos de sexo, de raza, de geografía y de ideas políticas.Mientras no exista una legislación que respalde las penalidades contra las discriminaciones incluyendo la política, el respeto a la diversidad y la política de no discriminación se queda en papel muerto.
    Mientras las propias autoridades repriman a los que piensan diferente a su línea oficial, ningún discriminado puede defenderse de los atropellos.En este como tantos aspectos seguimos en retroceso.

  • que pensar de una sociedad en que los que no piensan igual qu piensa el PCC ,solo pueden ser : gusanos,apatridas,mercenarios,vendidos,platistas,etc,etc…y eso es “Oficial”……!!!!!!Como puede ser inclusive una sociedad basada en el Elitismo ????Dividida entra los mejores ,la Vanguardia y…….los Otros (debia ser con minuscula )

  • Tocando el racismo cubano. Cuando demasiados llegan a Ecuador y demás periplos, discriminan a los indígenas. Así es que la fobia anti-cubanos en Ecuador hecha mano a lo que le sea útil. Claro que esta parte se omite cuando se habla del éxodo por la ruta Ecuador-USA

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