El CUC, del hijo favorito de Cuba al niño no deseado

Mercado de Cuatro Caminos en el año 2008.   Foto: Roberto Suarez / Juventud Rebelde

Por Aurelio Pedroso  (Progreso Semanal)

HAVANA TIMES – Tal parece que hemos comenzado el año con un ex aliado devenido enemigo en la calle y en casa: el denominado Peso Cubano Convertible, al que en su despedida de duelo habrá que agregar los bien ganados sobrenombres de CUC, chavito y hasta aquel de algunos super optimistas que le llamaban dólar.

Las piedras que rodaban con excesivo ruido desde meses atrás, están anunciando su desaparición sin un certificado oficial de defunción, aunque tal vez para tranquilizar a los muchos intranquilos, las autoridades han vuelto a repetir que se respetará aquellos convertibles que la gente tenga en las bóvedas bancarias o en una caja de zapatos o lata de galletas escondidos en casa.

Días antes de terminar el año 2019, en el agro mercado de 15 y 24, en el Vedado, municipio capitalino Plaza de la Revolución, aparecieron dos carteles hechos a mano en señal de repudio. Uno, en la mismísima entrada, decía por lo claro que “No recibo divisa”, mientras que otro, con igual mensaje y caligrafía, insistía en que “No recibimos divisa. No moleste. Gracias” para entonces compartir espacio con el listado de precios de boniatos, yucas, tomates y vegetales de ocasión.

Y así, con paso cada vez más decisivo, algunos comerciantes privados ya no lo quieren aceptar al tiempo que en determinados establecimientos comerciales, el vuelto del pago en CUC se realiza en pesos cubanos (CUP), verdaderos sobrevivientes, además de vapuleados, desde que apareciera el CUC para sustituir el dólar estadounidense allá por 1994 cuando circulaba libremente por campos y ciudades de la isla.

Para decirlo en buen cubano, la hora de los mameyes está por llegar. Y hasta tanto eso no ocurra se desconoce cómo será la tasa de cambio. Una tasa, nacida del brete y la especulación, que el gobierno ha debido salir a desmentirla cuando corrió como la pólvora que por un dólar estadounidense tendríamos 50 pesos cubanos.

Y ya que tocamos el tema del tal billete, que comienza con Washington y esa mirada tierna y escrutadora al infinito, pues por estas tierras alejadas de la Casa de Cambio oficial, se trueca a uno por 1.10-1.15 CUC. De su futura tendencia, los sabios de la calle carecen de la menor idea de cómo evolucionará en lo adelante. Eso sí, no se equivocan al sostener la conveniencia de tener dólares o euros “clavados” bajo supervisión hogareña.

No hay necesidad de convocar a reuniones ni exhortaciones a esas personas dedicadas a escuchar y trasmitir la opinión popular a las altas instancias partidistas para enterarse de que la gente está muy preocupada con el tema de la billetera, los precios y el salario.

Hasta en el programa humorístico de la tv cubana, Vivir del cuento, el de más teleaudiencia en la Isla, sus personajes principales trataron el asunto del cuc en su despedida de año. Faltó y mucho se extrañó a Andy Vázquez, separado del elenco sin explicación alguna a la población. Y, como ya ha sucedido en otras ocasiones, a falta de información se han tejido los más diversos rumores. Un episodio que corrobora que la transparencia informativa está muy lejos de cumplimentar su deber social.

A las pompas fúnebres del CUC, que de momento ignoramos si recibirán honores militares o civiles, habrá que asistir con la propuesta de un epitafio conocido, para que sea de mayor entendimiento popular:

“Ojos que te vieron ir… “