El 31 de diciembre no importa nada más

Por Nike

HAVANA TIMES – No es un tema nuevo, todos los cubanos, lo mismo los de aquí que los de allá, lo sabemos: cuando llega el fin de año la mayoría queremos comer carne de puerco – preferiblemente asada-, yuca con mojo, chatino o plátano a puñetazos, frijoles negros, ensalada de lechuga y tomate y, por supuesto, si el presupuesto lo permite – en el caso de los de aquí- tomarse una o varias cervecitas o algunos vasos de ron, los que no pudieron tomarse en el resto del año, y pasarla a lo grande.

Para lograr eso, el 31 de diciembre no escatiman echar mano a todos los recursos económicos que disponen y cumplir su objetivo: despedir el viejo periodo lo más alto que puedan.

 

Yo admiro eso, pues se nos ha quitado tanto que merecemos aunque solo sea una vez en 12 meses darnos el gusto de comer y beber como si el 31 -así, a secas, como le decimos- no solo fuera el último día del año, sino también de nuestras vidas. 

Por eso es un tan especial y aunque este recién pasó y la mayoría lo gastamos casi todo, ya andamos pensando que el próximo puede ser mejor. Felicidades cubanos, los de aquí, los de allá y los del más allá.

 

2 thoughts on “El 31 de diciembre no importa nada más

  • Sí, tienes razón el 31 hay que vivirlo como si fuese el último día de nuestras vidas, cuando estaba en Cuba me ponía a ahorrar como tres meses antes para ese día darles a mis viejos una comida con todas las de la ley.

  • No se trata de eso, se trata de que siempre ha sido una convención social, lo que el entorno en que vive la mayoría de los cubanos impide que la mencionada fecha sea celebrada como antes, pues los bombos y platillos están destinados a la exportación y al turismo.

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