Discusión del Código de Trabajo: muestra de la democracia cubana

Por Elio Delgado Legón

HAVANA TIMES — El análisis y discusión del anteproyecto de Ley Código de Trabajo  comenzó en Cuba en el mes de julio y se extenderá hasta octubre, en todos los centros de trabajo del país, dirigido por las secciones sindicales, para recoger las opiniones, sugerencias, adiciones, supresiones, en fin, todo lo que los trabajadores consideren que deba ser el proyecto de Ley que finalmente se llevará a discusión y aprobación en la Asamblea Nacional.

Este proceso, que constituye una prueba más de democracia en Cuba, se hace necesario debido a los cambios que están ocurriendo en el país, lo que aconseja actualizar el Código de Trabajo vigente desde 1985, el cual ya había recibido varias modificaciones.

El anteproyecto de Código de Trabajo tiene como fundamentos los siguientes:

1.- La política aprobada para su elaboración, basada en los principios fundamentales del derecho de trabajo de la Constitución de la República;

2.- Los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, aprobados en el VI Congreso del Partido;

3.- Las disposiciones jurídicas dictadas con posterioridad a la vigencia del Código;

4.- Los convenios de la Organización Internacional del Trabajo, en particular los 76 ratificados por Cuba;

5.- El Estudio comparado de legislaciones similares de 16 países.

A pesar de haber tenido en cuenta estos cinco aspectos para la redacción del anteproyecto, no podemos perder de vista que se trata solo de un anteproyecto, que será enriquecido o modificado con la opinión de todos los trabajadores y posteriormente por los más de 600 diputados que en representación de todo el pueblo que los eligió, constituyen la Asamblea Nacional.

No son muchos los países, de los autodenominados democráticos, en los que las principales leyes son sometidas a la discusión de todo el pueblo, antes de ser aprobadas como tal.

En Cuba, desde la Constitución de la República y su modificación posterior, el Código de Familia, el Código de la Niñez y la Juventud, los Lineamientos de trabajo de cada uno de los Congresos del Partido, especialmente del VI Congreso, entre otras, han sido sometidas al análisis del pueblo y se han recogido todas las opiniones y sugerencias, lo que constituye un ejercicio de democracia superior, aunque algunos no lo quieran ver así.

Hay quien piensa que la única forma de democracia es la de múltiples partidos politiqueros, luchando entre sí para subir al poder a enriquecerse. Esa historia la sufrimos en Cuba muchos años y no volveremos atrás a lo mismo.

Nuestra democracia es la más limpia que existe en el mundo. No hay que desgastarse en campañas políticas. No hay que gastar millones en propaganda. Los diputados al Parlamento no cobran por ese trabajo, lo hacen de forma altruista en beneficio del pueblo que los eligió.

A los que opinan que en Cuba no hay libertad de expresión, puedo decirles que posiblemente no haya otro país donde el pueblo tenga tantas posibilidades de expresar sus opiniones. Los propios dirigentes gubernamentales exhortan al pueblo a expresarse, porque necesitan saber las opiniones del pueblo para tenerlas en cuenta.

Claro, medios de prensa sustentados por los enemigos de Cuba no se van a permitir nunca en el país, como tampoco partidos políticos orientados y pagados desde el Norte.

Algunos opinan que el gobierno revolucionario cubano es autoritario, stalinista y todos los demás calificativos que sirvan para desacreditar a la Revolución cubana; sin embargo, todos esos argumentos se estrellan contra la realidad.

En Cuba nunca ha existido, después de 1959,  el gobierno unipersonal. Al inicio era el Consejo de Ministros, y desde que se organizó el Poder Popular, las decisiones más importantes las toma el Consejo de Estado, en el que están representados todos los sectores de la sociedad.

Nada más alejado del autoritarismo o de la dictadura, como les gusta decir a otros. El pueblo de Cuba no es analfabeto político, ni apático, y cuando hay algo que le molesta lo plantea, porque sabe que sus opiniones se tendrán en cuenta.

Los cubanos tenemos muchas oportunidades de plantear nuestras opiniones y preocupaciones y una de ellas es el actual proceso de discusión del anteproyecto de Código de Trabajo. El resultado me dará la razón.