Día de madre en Cuba
Por Francisco Acevedo
HAVANA TIMES – Un día tan especial para cada familia en cualquier rincón de este planeta es más complicado de la cuenta en Cuba, donde casi nada es normal. Celebrar la fecha con una comida decente es realmente una odisea y los sacrificios que implica para la mayoría de los cubanos no son secreto para nadie.
Pero no vamos a hacer mucho hincapié en eso que supuestamente todo el mundo que sigue los acontecimientos de Cuba debe conocer.
Esta semana se hizo viral el video de una madre frente a la estación de máximo rigor El Pitirre, conocida también como 15-80, en el municipio San Miguel del Padrón de La Habana, para reclamar los derechos de su hijo, que le están violando a él y a otros presos.
“Me declaro plantada”, dijo Migdalia Gutiérrez, madre de Brusnelvis Adrián Cabrera Gutiérrez.
En la grabación se aprecia que en respuesta salió un oficial y lejos de darle información sobre el hijo, le amenazó con complicar más todavía su situación.
Como ella, alrededor de un millar de madres estarán este domingo extrañando a sus hijos, encarcelados por salir a protestar pacíficamente, porque está muy claro que quienes lo hicieron de manera violenta constituyen una pequeña minoría.
Este caso además es curioso, porque se trata de un joven actualmente de 23 años, que el 11 de julio de 2021 no participó en las protestas en el reparto La Güinera, en La Habana, según aseguraron varios testigos.
La prueba presentada por la Fiscalía en su momento fue la foto de un joven en una motocicleta en la que no se muestran los tatuajes que Cabrera Gutiérrez tiene en sus brazos. Según su mamá, el joven estuvo en una piscina ese día (de lo cual presentó las fotos), y luego fue a trabajar a una finca.
En la sentencia se asegura que el muchacho “iba en el vehículo incitando a las personas, con la mano”.
Cabrera Gutiérrez fue cambiado de cárcel tras varios días de que se negara a ingerir alimentos y ponerse el uniforme en la prisión del Combinado del Este de La Habana, donde está recluido originalmente para cumplir el castigo de 10 años de privación de libertad.
El preso político se había plantado (como se conoce a esta actitud de protesta), luego de conocer que fue acusado de desorden público por discutir durante una visita de su familia al Combinado del Este el pasado 8 de junio.
Todo comenzó cuando no dejaron entrar a su madrastra a verlo aunque estaba incluida en la lista de visitantes, y comenzaron a gritar ‘Abajo Díaz-Canel’, ‘Cuba es una dictadura’ y ‘Patria y vida’.
Las reclamaciones de Migdalia no han cesado desde antes del juicio, y luego de ser recluido incluyeron su exigencia para que fuera trasladado a un centro hospitalario, debido a problemas de tensión arterial y a un aparente cuadro de ictericia que lo tenía visiblemente decaído y con pérdida de peso.
Ella y otras mujeres en idéntica situación cumplirán tres años este Día de las Madres sin poder celebrar junto a sus hijos.
En medio de este panorama trascendió también en los últimos días que, en 15 meses desde su aprobación, se han gastado 20 millones de dólares en importación de autos nuevos y de uso hacia Cuba, con un pico en los primeros tres meses de este año.
Es en teoría a ciudadanos comunes o pequeñas empresas, que no estén sancionadas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de Estados Unidos, a un costo promedio de 4500 dólares en el caso de los autos convencionales, aunque la lista incluye otros vehículos como tractores.
Por supuesto, esta cifra es más de lo que se ha exportado desde suelo estadounidense a cualquier otro país, porque evidentemente a los colombianos, hondureños, etc, les sale mucho más caro el flete porque tienen concesionarias en su territorio.
Es otra prueba más de que el embargo económico no está siendo del todo efectivo, y más bien sigue siendo el argumento más recurrente de la dictadura para justificar todo lo que se hace mal.
En realidad la medida sí se aplica a las altas esferas, pero se buscan otras alternativas y no importa siquiera si se levanta el bloqueo, porque aunque eso mejore de algún modo la situación interna (negarlo sería un sinsentido), no creo que resuelva todos los problemas cotidianos del cubano de a pie y sí serviría para dar más oxigeno a la dictadura y que todo se mantenga igual desde el punto de vista político.
El 90 por ciento de los cubanos no puede comprarse ni una moto eléctrica (por su propio esfuerzo y no con dinero de sus familiares), mucho menos pensar en un auto.
Incluso con esta flexibilización, que incluye alimentos, la situación económica es peor que antes, los apagones no terminan, barrios enteros están sin agua corriente, y un largo etcétera de calamidades, así que nada invita al optimismo si un día alguien tiene la idea de cesar el embargo.
Nuestro entrañable Miguel Díaz-Canel tiene ahí su mayor paño de lágrimas, porque para todo es la excusa perfecta, ya que supuestamente no lo dejan maniobrar para salir a flote. No importa que el Jefe de Estado mantenga sus lujos a pesar de todo, porque el bloqueo no le afecta directamente, solo de cara al público, que sí lo sufre en carne propia.
Jamás estará él en una cola del pan o de la gasolina, ni contando los centavos para sacar a pasear a sus familiares una vez al año. Su esposa sí va a pasar un buen Día de las Madres, saboreando los platos desconocidos para el resto de sus conciudadanos en algún coto privado.