Descubrir Cuba: Turismo y las sanciones
Por S.E. Lewinski
HAVANA TIMES – Caminando por las callejuelas de Cuba es donde comienza la verdadera realidad de la vida aquí, no en las fachadas de los museos, estatuas y hoteles o edificios palaciegos del gobierno. Un país no puede ocultar sus fracasos maquillando unas pocas manzanas de calles donde el agua y la electricidad permanecen encendidas todo el tiempo, frente a lo que ocurre fuera de las zonas turísticas (mi alojamiento actual). Los habitantes de la isla no se tragan la retórica que les llega desde arriba mientras pasan horas haciendo cola para comprar una barra de pan o comprando en una tienda de comestibles del gobierno con escasas provisiones.
En las calles observo la fatalidad y el pesimismo por todas partes, la derrota es total en los rostros de la gente. Nadie se anima a acercarse a mí, aunque oigo el consabido «Eh, amiga», pero mejor seguir caminando, pues ¿cómo podría ser amigo de alguien en la calle? Sé que es imposible para mí proporcionar a alguien en la calle dinero, comida, electricidad, gasolina, atención médica y otras necesidades… lamentablemente no va a suceder.
La verdadera pregunta que hay que hacerse es: ¿por qué querría alguien venir a la isla por turismo para ver unos cuantos monumentos y edificios gubernamentales (la entrada al edificio del Capitolio: 20 USD para los gringos, 120 pesos para los locales)? La única salvación para el turismo es que todo el mundo acepta dólares estadounidenses y euros, aunque algún genio no tuvo en cuenta que una moneda poco estable como el peso se desplomaría con el tiempo a medida que la economía se fuera al infierno. El valor actual del peso en la calle es de 1 USD por 220 pesos, pero en los hoteles del gobierno, es de 1 USD por 120 pesos cuando se paga con USD… eso se llama estafa.
En la lista del turista, el equipaje debe incluir comida, filtros de agua y, por supuesto, papel higiénico. La cerveza y el licor son más fáciles de encontrar que el agua y la comida en la isla, y dónde venden los cubanos el papel higiénico es un completo misterio. Se ha corrido la voz públicamente sobre las felices condiciones aquí en la isla… tal vez por eso el avión estaba casi vacío y varios hospedajes tienen vacantes. ¿Por qué alguien vendría a disfrutar de pasar horas y horas en una habitación calurosa sin electricidad ni agua para descargar el baño
Por supuesto, el tintineo musical para todas las deplorables condiciones económicas de la isla se oye una y otra vez, es el embargo y las sanciones. Pues bien, hagamos un gran experimento: levantemos todas las sanciones y el embargo. ¿Habría realmente alguna diferencia, o se ha convertido en retórica simbólica vacía? Simple prueba de sanción: comprar tres bebidas en Cuba, zumo de mango, agua y bebida de naranja. Vaya, una es de Egipto, otra de Panamá y la otra de Miami. ¡QUÉ!, ¡NO SE HACE EN CUBA!, la economía autosostenible.
«Cuba importa aproximadamente el 80% de los alimentos que necesita para los 11 millones de habitantes de la isla. Una buena parte de esos alimentos procede de Estados Unidos. Pero un momento, dirán ustedes, ¿qué ha pasado con el embargo a Cuba?”* CBS.
Considere los muchos gritos en la Asamblea de las Naciones Unidas para que se levanten todas las sanciones y el embargo mientras esos mismos países niegan visados a los cubanos, suben los precios de los billetes de avión o esconden economías que hacen dinero con los refugiados cubanos que salen de la isla. Esto es pura ironía, política utilizada para expresar una preocupación por los cubanos pero sin practicar lo que predicas.
«Levanten el bloqueo a Venezuela y Cuba: El presidente colombiano Petro advierte que las sanciones de EE.UU. están impulsando la migración». Democracy Now
En serio, a ver cómo funciona eso. Qué tal si crecen los empleos, la producción, la industria, el espíritu empresarial, el desarrollo de negocios, la infraestructura, etc. eso es lo que motiva a la gente a quedarse en casa en lugar de sufrir un viaje a pie de diez días cruzando la brecha panameña de Darién y/o arriesgando los peligros en México. Si existen sanciones, entonces asuman un poco de responsabilidad gubernamental y busquen la manera de lidiar con ellas en lugar de convertirlas en herramientas de propaganda política.
Definición de Sanción: Acción enérgica que se toma para que la gente obedezca una ley o norma, o castigo que se da cuando no se obedece (Cambridge Dictionary).
Esperen un segundo… la realidad es que el propio gobierno cubano impone sanciones a su pueblo bajo esa misma definición. Esto incluye libertad de expresión, alimentos, medicinas, restricciones de viaje, salarios controlados, electricidad, etc. En teoría, el pueblo cubano recibe una dosis de sanciones: externas e internas. Como turista de visita, resulta muy obvio que las sanciones internas son las verdaderas culpables de las condiciones económicas y la pobreza. Es imposible hacer esta observación sin visitar la isla. El turismo puede sostener la economía de Cuba, pero en realidad… ¡se trata de educar al mundo sobre el resto de la historia!
El papel del gobierno debería ser servir a las necesidades del pueblo; y no al revés.
Así que la próxima vez que piense en un viaje a Cuba, considere que la comida que puede consumir en un hotel o restaurante del gobierno es comida salida de la boca de un cubano y, por supuesto, de mejor calidad. Recuerde que las personas que le sirven ganan entre veinte y cincuenta dólares al mes para sobrevivir. En lugar de visitar los monumentos o interminables y vacíos museos de coches o veleros averiados, considere que está en un país donde la gente está amedrentada por las sanciones externas percibidas, pero las que tienen mayor impacto son esas con las que tienen que vivir cada día, impuestas por el gobierno que establece el control y mando de sus vidas.
La conclusión para el turista que visita la isla… nos llevamos a casa la realidad de Cuba para compartirla con nuestros amigos y colegas del mundo. ¡Muchas Gracias Amigos!