De visita en Cuba

Por Donna Bader

Foto: Bill Scherer

HAVANA TIMES – El mes pasado fui a Cuba por tercera vez. Había estado allí diez años antes, y luego cinco años después. Mucho ha cambiado desde mi primera visita. Me sorprendió encontrar una isla llena de turistas, algunos de Estados Unidos, otros de todo el mundo.

Cuando llegué a La Habana, llevé conmigo una maleta hasta el tope de donativos. Esas donaciones no eran solo mías, sino de otras personas en mi comunidad en la costa de Oregon. Aunque no pudieron hacer el viaje, mis vecinos querían ayudar. Traje ropa y juguetes para niños, vendas, jabones, champús, kotex, espejuelos e ibuprofeno. Los entregué a la sinagoga Beth Shalom, porque descubrí que dicha sinagoga dirigía una clínica médica que ayudaba a judíos y no judíos por igual.

Me reuní muy brevemente con la directora, Adela Dworin, para entregar la donación. Le pregunté sobre la discriminación religiosa en Cuba, especialmente contra los judíos. Ella me dijo: “Esta es una nación maravillosa. Somos una comunidad y nos ayudamos mutuamente. Aquí no existe persecución contra los judíos “.

¿Yo podría decir lo mismo de los Estados Unidos? Vivo en un país donde los delitos de odio aumentan constantemente. Ha habido ataques viciosos contra judíos y otras minorías. Vivo en un país donde los niños temen que ir a la escuela pueda ser una sentencia de muerte y adorar en una sinagoga podría conducir directamente a su desaparición.

Una vez eufóricos por las acciones del presidente Barack Obama al reestablecer la relación entre nuestros estados, con optimismo para el futuro, los cubanos se enfrentan a reglas más severas, según lo ordenado por el presidente Trump, quien parece tener la intención de destruir cualquier éxito que haya disfrutado el presidente Obama. Eso, por supuesto, incluye a Cuba. Los cubanos ven sus nuevas medidas como un intento de exprimir su economía, al perjudicar el turismo del cual dependen.

Los cubanos no pueden entender por qué continúan siendo señalados, cuando otros países, algunos de ellos dictaduras comunistas y otros, dictaduras despiadadas, practican abusos letales a los derechos humanos en un grado mucho mayor que cualquier cosa hecha en la Isla, y no tienen consecuencia alguna. Más que eso, Trump parece admirar a estos sangrientos tiranos.

No llaman a nuestro embargo por ese nombre. Prefieren usar el término “bloqueo”, porque no estrangula a un solo país. No, el bloqueo extiende sus tentáculos a otros gobiernos que comercian con Cuba.

Los cubanos son pragmáticos. Han soportado el sufrimiento durante décadas. El pueblo es muy inventivo en cómo lidiar con los problemas y ganar dinero. Hace años, una mujer me dijo que quería visitar Cuba cuando todavía era comunista, antes de que el capitalismo se hiciera cargo. Ella sentía que los cubanos eran “puros” y no estaban contaminados con el capitalismo. No estoy de acuerdo. Le dije que los cubanos son mejores capitalistas que lo que nosotros seremos nunca. Demasiado tarde para una ingenua creencia en la pureza. Los cubanos saben ganar dinero.

También saben que un gobierno no es lo mismo que la gente. Son amigables con los ciudadanos estadounidenses. Entienden que nuestro presidente no refleja los valores de los turistas que los visitan. Encuentran que los turistas estadounidenses que van a su Isla están realmente ansiosos por aprender sobre la historia de Cuba y ayudar a su gente. Viajar hará eso.

Los cubanos reconocen que tiene que haber un cambio en su estructura económica. Pero vi ejemplos vibrantes de esperanza emergente. Las comunidades pobres, plenamente conscientes de las fachadas en destrucción de sus edificios, que una vez fueron hermosos, han optado por abrazarlos y convertirlos en piezas de arte. Abundan los murales. Las voces de las personas se pueden escuchar en su arte, danza y música.

Ellos valoran el apoyo que le ofrecemos, pues esta no proviene de una actitud de superioridad. Proviene de un deseo sincero de querer ayudar. Los ciudadanos de los Estados Unidos que venimos de visita, luchamos contra el bloqueo a nuestra manera.

Le pregunté a algunos nacionales cómo ven el futuro. Han tenido buenos momentos y ciertamente han experimentado los malos. Ninguno de esos momentos dura para siempre. Saben que Trump no siempre estará en la Casa Blanca. Esa creencia lleva a la esperanza de que otro presidente abra la puerta de par en par y los turistas entren, listos para impulsar su economía.

Los estadounidenses continuarán buscando formas de ayudar al pueblo cubano. Y el pueblo cubano continuará encontrando formas de sobrevivir, incluso prosperar. Un día Trump será olvidado, aunque quizás no del todo. Bien podría ser recordado como el peor presidente de todos y un ser humano cuyo narcisismo casi llevó a la destrucción del planeta. (Eso es algo que se puede decir de un hombre que habitualmente trata con superlativos … el mejor para ser lo peor).

Los cubanos se mantendrán en contacto con nosotros y agradeciéndonos por nuestra colaboración. Ese asunto se puede resumir fácilmente en una de las experiencias turísticas más populares, contratando autos convertibles antiguos para recorrer La Habana.

Con esa experiencia se pueden reunir personas que comparten una emocionante aventura común para ambos … conducir a lo largo del Malecón habanero, con el viento moviendo el pelo y con sonrisas en sus rostros, mientras disfrutan de las hermosas vistas de la capital cubana. En ese momento, el idioma no es barrera. Se olvida el color de la piel. Simplemente están disfrutando de una experiencia compartida que no necesita palabras.

6 thoughts on “De visita en Cuba

  • Los cubanos no pueden entender por qué continúan siendo señalados, cuando otros países…
    ,,,
    Le explico. Nacionalizaron las propiedades gringas sin indemnización, se aliaron a la URSS, en la época principal enemigo de los Estados Unidos. Incluso, el Comandante pidió que dieran el primer golpe nuclear durante la Crisis de Octubre, financiaron y entrenaron guerrillas de orientación marxista en muchas naciones de la A Latina. Más aún, hicieron muchísimo daño gratuito a cientos de miles, millones de cubanos exiliados hoy en USA. Hay más, pero ahí tiene usted algo por arribita.

  • Qué pena con el visitante que transportó su desprecio político por Trump, que es su derecho como ciudadano libre en un país democrático, hacia nosotros y su interpretación sobre Cuba. No entendió nada de nada amigo, tiene que volver y ver la cuba por dentro, no basta con el recorrido en un almendrón por la avenida del malecón. Una cosa somos los cubanos y otra distinta es el gobierno de cuba, tiene que distinguir entre estas cosas.

  • ¡Pobre tontuela! Desde que empecé a leer su escrito sentí el tufito “siniestro”. Otra berraca que se cree el teatrico guiñol que le prepararon. Es una pena que no la hayan llevado a Atabey, Miramar o Punto cero para que vea como vive el pueblo “hambreado por el bloqueo imperialista”. “Ingenua” -véase imbécil por cuenta propia-. Estuvo en el bosque y no vio: ni las ardillas, ni los pinares, ni mucho menos al lobo y eso que no iba ni vestido de abuelita (Granma).

  • “Esta es una nación maravillosa. Somos una comunidad y nos ayudamos mutuamente. Aquí no existe persecución contra los judíos “.

    ¿Yo podría decir lo mismo de los Estados Unidos? Vivo en un país donde los delitos de odio aumentan constantemente. Ha habido ataques viciosos contra judíos y otras minorías. Vivo en un país donde los niños temen que ir a la escuela pueda ser una sentencia de muerte y adorar en una sinagoga podría conducir directamente a su desaparición.
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    aqui se esta manipulando la informacion. esta persona simplemente le cree a su interlocutor lo que dice, asi de manera llana, sin hacer otras averiguaciones. esto luce un articulo mas de todos aquellos que desde estados unidos ven la sociedad cubana como “muy buena y bondadosa” donde todo es maravilla y no la dejan existir porque es comunista. cuento de hadas que luego venden cuando regresan a eeuu.
    ha puesto a la sociedad americana como un oeste salvaje donde los ninos para poder ir a la escuela se enfrentan cada dia a una balacera en la calle antes de poder cruzar el umbral del centro educativo donde acuden cada manana a riesgo de sus vidas.
    la verdad es que cuando aparecen articulos asi, de estos americanos adoradores y doradores de la sociedad comunista cubana, lo unico que me viene a la mente es preguntarles si aquello les parece tan bello y su pais (eeuu) anda tan mal, por que no se van a vivir definitivamente a cuba? (pero como un cubano mas que es como de verdad cuenta la experiencia) y despues de 12 meses nos vuelve a escribir aqui como le ha ido en ese parnaso de felicidad caribeña.

    y

    Le pregunté a algunos nacionales cómo ven el futuro. Han tenido buenos momentos y ciertamente han experimentado los malos. Ninguno de esos momentos dura para siempre. Saben que Trump no siempre estará en la Casa Blanca.
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    que lastima que escribio el articulo tan tarde senora, unos añitos antes y yo le hubiese preguntado a usted si no les indago por la esperanza de que fidel castro no estuviese para siempre en el poder, notaria como o no hablaban del asunto o en la cara se les podia ver de que no hay forma de sacarse a un tirano comunista una vez que llega al sillon presidencial. usted o es muy ingenua o quiere que sus lectores lo sean.
    que cuento esta intentando vender usted?
    el de la progresia mundial ?
    se equivoco de medio entonces.

  • Nadie de visita puede constatar la realidad de un país. Tendría que mudarse para acá varios meses, quizá un año y vivir como vive un cubano de a pie. Claro también ir a los negocios particulares de los hijos de papá para ver como corre el billete y aumenta su estatus de vida. Bares donde una botella puede costar más de 100 CUC, y la cerveza 6 CUC. Que tal? Diferencias marcadas. La balanza se inclina, aplasta al necesitado.

  • Es cierto que vivimos un asedio por parte de estados unidos y eso a perjudicado al pueblo más que al gobierno cubano, pero el mayor asedio a sido del gobierno cubano hacia el pueblo, un odio descomunal si no piensas o hace lo que quieran sin importar tu criterio.

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