Cuba/USA: después de la celebración

Haroldo Dilla Alfonso

cuba-eeuuHAVANA TIMES — El restablecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos abre un nuevo capítulo en ese retozo de Eros y Tánatos que ambos países han sostenido desde hace dos siglos.

Es el tipo de movida política en la que –según los politólogos- todo el mundo gana. En el corto plazo –ese plazo que alimenta los 15 minutos de las celebraciones- la élite postrevolucionaria cubana ha ganado más que nadie mostrando músculos en una contienda en la que, se dice, no ha cedido en nada y ha obtenido todo.

Pero cuando se apaguen las luces y cese el jolgorio, los dirigentes cubanos seguirán cargando tanto el peso de sus propias incapacidades como el de una relación geopolítica muy desigual. Y tendrán que afrontar los desafíos que provienen de lo que fue indudablemente una victoria, pues en política cada triunfo trae nuevos desafíos debajo del brazo. En ocasiones más exigentes que el éxito que les precede.

No es el caso de Estados Unidos, para quien el tema del bloqueo/embargo es absolutamente secundario. Obama sabe que encontrará opositores y obstáculos para todo –hasta para nombrar un embajador potable- pero también sabe que tiene a su favor dirigir un país que tiene más clientes que amigos. Y Cuba puede llegar a ser un buen cliente para las inversiones y el comercio si se incrementaran las oportunidades de negocios en la isla y si su gobierno explicitara en este nuevo contexto su buena disposición a satisfacer demandas legítimas en torno a las expropiaciones de los 60s. Y mientras tanto Cuba continuaría cooperando con Estados Unidos en temas sensibles como la migración, el medio ambiente y el narcotráfico, tal y como ha estado haciendo con notable eficiencia hasta el momento. En ocasiones con mayor eficiencia que otros países aliados fronterizos.

Posiblemente de esta diferencia resultaron los contrastes de las dos comparecencias presidenciales que anunciaron el acuerdo. Obama se mostró relajado, carismático, argumentativo y proclive a reconocer errores pasados. Como se dice, suave, muy suave. A diferencia del General Presidente cubano, que apareció en traje militar de campaña, leyendo un documento con el mismo tono como se dirige a sus tropas en la plazoleta de El Cacahual y sin mostrar el menor asomo de querer rectificar nada. Parecía asustado y seguramente lo estaba pues para Cuba el cambio es transcendental. Como se dice, duro, muy duro, lo que remató en otro discurso reciente desempolvando la consigna insignia de una retórica fatigada: Patria-o-Muerte- Venceremos.

La historia es complicada. El gobierno cubano pudo reírse del bloqueo/embargo mientras gozó de transferencias externas que le garantizaban la sobrevivencia. Por eso Fidel Castro –cuya constitución mental solo reconoce el conflicto como recurso- pudo patear en la cara a Carter y luego obligar a Clinton a firmar la ley Helms Burton. Y sencillamente seguir gobernando atando la economía a subsidios –soviéticos o venezolanos- y la vida cotidiana a la cartilla de racionamientos.

Pero si algo demostró el último medio siglo es que el desarrollo de Cuba no se puede conseguir en un marco de hostilidad con tan descomunal vecino y sin acceder a su mercado. Lo aprendieron, “en pellejo propio”, los cubanos comunes de todas las latitudes. Los militares cubanos y sus tecnócratas también lo han entendido. Y por eso los diseños de los principales planes económicos en los que debe descansar el despegue de la isla han basado su viabilidad en esa relación. El complejo económico en torno al Mariel, y en general toda la habilitación turística de la franja costera Habana/Matanzas –los pivotes claves de la recuperación económica- se han hecho mirando al norte, donde, de paso, reside la comunidad más activa económica y demográficamente de la sociedad transnacional cubana: los emigrados. A pesar de su declarado tercermundismo, La Habana mira insistentemente al norte.

En resumen, el fin del embargo y la normalización de relaciones con Estados Unidos no resolverán per se ninguno de los muchos y acuciantes que hoy afronta la sociedad cubana, en la misma medida en que estos problemas no se originan -como es usual escuchar en los corrillos “solidarios”- en el bloqueo. Se originan en escenarios complejos en los que el diferendo con Estados Unidos tiene un lugar pero determinados ante todo en la incapacidad manifiesta de la actual élite política para crear un clima económico dinámico, una distribución social justa y un sistema político democrático. Pero el la normalización de relaciones si creará un escenario más favorable para avanzar en la búsqueda de soluciones.

En el campo político –donde los dirigentes cubanos niegan todo tipo de cambios políticos en la creencia de que ellos protagonizan el sistema más democrático del mundo- la normalización de relaciones creará un contexto diferente a aquel de fortaleza sitiada en que cada disidente fue considerado un traidor. Y castigado como tal, con la cárcel o el destierro. El gobierno tendrá que moderar el uso de su último recurso retórico –el nacionalismo intransigente frente a una imaginada agresión imperialista- y según se relajen los impedimentos del bloqueo, también tendrá que buscar en otro lugar las excusas antimperialistas del descalabro económico. La sociedad cubana tendrá inevitablemente más acceso a información y contactos. Y el espectro crítico y oposicionista del sistema, pudiera ganar más oportunidades para opinar y actuar sin que pueda ser presentado como agente de un enemigo que se desvanece.

Hay muchas razones para saludar el re-establecimiento de relaciones. Es encomiable que el gobierno americano haya reconocido que la política de hostilidad fracasó en muchos sentidos y que son necesarios nuevos enfoques. Y es loable que el General Raúl Castro haya decidido dejar a un lado las políticas desastrosas de su hermano y haya entendido que la normalización de relaciones con Estados Unidos es necesaria para el futuro de la isla. Vale imaginar –imaginar no cuesta nada- que en esta nueva coyuntura en que el “peligro imperialista” retrocede algunos palmos, la élite postrevolucionaria tome conciencia de que la patria es de todos, y a todos –no importa preferencias ideológicas o adscripciones políticas- nos toca decidir.

 

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13 thoughts on “Cuba/USA: después de la celebración

  • seor,usted a veces me decepciona,aunque simepre me olvido que en el fondo,usted es un hombre Nuevo,no podemos dejar las infuencias,claro…yo siempre sere un Cristiano!!! El gobierno de cuba siempre va a ganar cualquier puja mas o menos pacifica,tiene la fuerza y la usa a discrecion sin rendirle cuentas a nadie.Sus enemigos siempre han tenido que contar con el public.A fidel castro nunca e ha importado si el pueblo de cuba vive o muere, come o no come, el sabe que el pueblo es infeliz, sufre,se escapa, que su propaganda si no va acompanada por la coaccion y el miedo, no surte efecto, pero no le importa. La vida cotidiana cubana, que es o que verdaderamente importa, seguira igual, con o sin relaciones, bloqueos,etc,etc…la libertad es muy importante para todo:el comercio, la investigacion, tratar de ser feliz, producir,etc,etc y los gobernantes cubanos nunca han dado valor a esa variable. Sepa que de todos los hombres nuevos pensantes, creo que usted es el mas claro!!

  • Estoy de acuerdo con el Sr Sanchez, la vida del cubano de a pie cambiara muy poco, deje un pariente en Cuba
    comunista de la vieja guardia, siempre me gustaba hablar y lo escuchaba mucho, un dia me expreso que lo peor que habian hecho los dos hermanos era limitar la voluntad de los cubanos y eso era imperdonable.
    De acuerdo a los cambios que al parecer se avecinan, ya era momento de que muchos de los derechos prohibidos para el pueblo se fueran eliminando, y la voluntad que han limitado tanto le quiten las barreras.
    Si USA ya hablo de cambiar su política hacia nosotros hace 5 dias, ya era tiempo suficiente para que hubieran visto cambios del gobierno para con su pueblo, esperemos que eso pase para que nuestro país sumido, en una especie de infierno de Dante, salga adelante.

  • Dilla para ganar claridad en esta problemática que sin duda sitúa en una encrucijada, usando una termología más profesional, tanto a al oficialismo como a la oposición, por eso se hace necesario separar el hecho de las situaciones que giran en torno a él. El hecho es que el establecimiento de relaciones Cuba\USA es trascendental, histórico, irreversible y sin duda crea una situación nueva que constituye un hito en la trayectoria de la democracia de Cuba, son innúmeras las situaciones que giran en torno a esta sabia decisión de ambos países y a partir de ahora surgirán nuevas situaciones incluso impredecibles, que a mi modo de ver, favorecerán a la larga a la democracia de Cuba. Dilla y Cia es innegable que en casi un instante la problemática cubana ha salido del inmovilismo en que se encontraba y está tomando una nueva dinámica.

  • Dilla, su mejor escrito. No pudo ser mas objetivo en su analisis. Virtud poca usual en los cubanos.

  • Buen análisis de Haroldo, pero discrepo con que para USA el bloqueo/embargo a Cuba es un tema secundario y Obama lo dejo caer suave en su intervención. Un colapso de la economia cubana provocaría un estallido social en la isla que tendría que asumir USA abriendo otra válvula de escape tipo Mariel o la crisis de los balseros en el 94, con un elevado costo económico, político y hasta de seguridad nacional.

    Para desgracia de los demócratas de la oposicion dentro y fuera de Cuba, USA prefieren una transicion suave en Cuba al capitalismo y no descartan que uno de los militares de la cúpula castrista sea el Gorbachov cubano que asuma el cambio. Ellos piensan que ante la ausencia de una fuerte sociedad civil en Cuba, este sera el menor de los males. Eso lo leí de un experto del tema Cuba de la Universidad de Miami (el republicano Andy Gomez). Dan escalofrios conocer esta dura verdad, que parece estar iniciando Obama.

  • No hay que creer todo lo que se lee o informa en los medios, pues suele suceder que los objetivos reales casi nunca salen a la luz. La norma es publicar o sacar a la luz sólo una parte de la “verdad” , o incluso, lo opuesto a la verdad. Mencioné en otro post que ahora tiene cierto sentido la elección de La Habana como ciudad maravilla y podría sonar descabellado pero todo esto me huele más a que se fraguan acuerdos por detrás del tapete, y luego de cara al mundo se sigue con la farsa raulista de: “no renunciamos a ninguno de nuestros principios”. Yo creo que está todo cocinado señores, pero no ahora en 2014, hace añossss que se vienen cociendo habas, para lograr qué, y en beneficio de quién? mi imaginación no vuela tan alto…..Mientras tanto, no olvido los rumores acerca de una posible dimisión por parte de Raúl antes del año 2020 y asocio todo esto como un buen punto de partida y preparación de terreno…..puedo estar equivocada…

  • Tienes razón Isabela, Obama y Raúl están cocinando la transición capitalista dirigida por los Castros. Eso se vio claro desde que el empresario azucarero Fanjul visito La Habana para sorpresa de todo el exilio.

  • Hay una frase por ahi que dice que el “El comunismo es la etapa intermedia que hay entre el capitalismo y el capitalismo. Yo no estoy tan seguro de eso. A no ser que se entienda como capitalismo la economia de mercado. La etapa final puede ser una sintesis entre el capitalismo y el comunimo. Ni se sabe la cantidad de nombres que se han inventado. Yo la llamaria simple y llanamente como se le llamaba hace mucho tiempo; ECONOMIA MIXTA.

    Despues de la crisis financiera no me he encontrado a nadie en el mundo que este a favor ni del “capitalismo salvaje” ni mucho menos del comunismo o cualquier alternativa de tipo socialista con planificacion estatal. En la economia mixta coexisten diferentes tipo de propiedad; la estatal, la privada y la cooperativa. Intuyo como proponia hace ya muchos años con increible vista telescopica el historiador cubano Ramiro Guerra que hay una TERCERA POSICION.

  • así es! business is business…

  • Acertado tu enfoque Tony, como tambien advierto bien encaminado el comentario de Haroldo. En cuanto a lo que dices, se puede apreciar claramente en las búsquedas políticas de buena parte del mundo, sobre todo en Occidente, donde los partidos políticos siguen enfrascados en cómo balancear justicia social y libertaddes individuales. Entiendo que los que más logren emparejar la ecuación serán los más estables y prósperos, pero a no dudar que se trata de una ardua y complica búsqueda.

    Concuerdo con Haroldo en que el bloqueo no es la fuente de muchos de los problemas que hoy aquejan a nuestro país, pero sí creo a pie juntillas que su permanencia no hace más que pertubar cualquier búsqueda democratizadora y pluralista.

  • Mira la declaracion Cuba: la victoria y los riesgos
    puntodevistainternacional (punto) org

  • Muy acertado tus comentarios y observaciones. De ahora en adelante vamos a ver cuantos obstaculos y o falta de cumplimientos surgen de ambas partes, asi y todo, creo que es una paso sinificativo, enorme y riesgoso el cujal de superar los obstaculos y diferencias ya marca un camino a seguir, bien de inmediato o en unfuturo cercano.

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