Cuba sigue en la batalla de los alimentos

Buscando comida. Foto habanera por Juan Suárez

Por Francisco Acevedo

HAVANA TIMES – La lucha por garantizar la comida diaria es una de las más tenaces de la población cubana, y aunque nunca ha sido fácil, en las últimas décadas se ha vuelto realmente un desafío para cada familia.

Tras la caída del Campo Socialista, de donde venía buena parte de los productos que consumían los cubanos, la situación se complicó sobremanera, y salvo los pocos años que duró el “deshielo” temporal con la visita del expresidente estadounidense Barack  Obama y lo que con ella trajo aparejada, se ha tornado insostenible para muchas personas, y es la causa fundamental del notable éxodo que se vive desde 2020.

Sin embargo, la administración de nuestro entrañable Miguel Díaz-Canel mantiene su discurso de que todo es consecuencia del bloqueo, y que ellos están haciendo el máximo esfuerzo para encauzar la situación.

Esta semana puso el listón bien alto el ministro de la industria alimenticia, Manuel Santiago Sobrino, en su comparecencia en la inefable Mesa Redonda.

Sobrino dijo entre otras cosas (demasiadas en hora y media de programa) que en la actividad pesquera no andamos bien en el año 2023 (parece que en los anteriores sí), con apenas el 58 por ciento de lo previsto en capturas, un 23 por ciento menos de lo reportado el año 2022, y que existen más de 60 barcos parados por falta de motores, cuyo costo es de 25 mil a 40 mil dólares. “Los suministradores no quieren vender si no es con dinero en la mano”, dijo. ¿Qué esperaban, si ya se han agotado todos los créditos, muchísimas deudas se han tenido de condonar y nadie quiere hacer negocios con ellos?

Como siempre, fue al manido tema de la leche en polvo para los niños, que es la prioridad (se atrevió a decir que se deja de abastecer a los hoteles para potenciar la canasta básica, que por cierto, cada día se reduce más, y actualmente es solamente un pan, arroz y azúcar prieta, en cantidades cada vez más decrecientes, y el resto de los pocos productos es cuando aparecen, sin recuperar lo perdido), pero no menciona los gastos en autos de lujo, o en carros para las fuerzas armadas.

Con el dinero de un Tesla

Con uno solo de esos autos Tesla que ya se ven por La Habana se reparan los motores de media flota. ¿Quienes los importan? Deberían ser los médicos, los ingenieros, los arquitectos, pero nada de eso, son cubano-americanos dueños de mypimes, que realmente en muchos casos son sus propios autos trasladados a Cuba, pagando aranceles excesivos al Gobierno.

Pero incluso, esa leche en polvo que tanto se menciona, no hay tampoco. O sea, que no es leche o pescado, es ni leche ni pescado.

Según él, los costos de mantener el litro de leche a 25 centavos de peso cubano (solamente garantizado para los menores de siete años) los asume el Gobierno, cuando no es así. Eso va a los productores de leche en particular y a todos los ciudadanos en general, porque sus salarios no se equiparan con los de sus similares en el resto del mundo. Si el precio es como él dice, con el salario mínimo en casi cualquier país, en dos horas un trabajador tiene para comprarse la leche de todo el mes. De hecho, no haría falta que el Partido Comunista de Cuba repartiera leche, lo que no hace ningún partido en el mundo, si cada cual cobrara lo que debe, y los productores de leche administraran su producto desde la alimentación y crianza del animal hasta la venta a la población.

Volviendo a Sobrino, siguió diciendo que las empresas procesadoras de carne vacuna y de cerdo no están trabajando prácticamente porque no reciben las toneladas previstas, y lo mismo pasa con los volúmenes de leche de vaca comprometidos con la industria, todos en cifras por debajo del año anterior.

“Ante esta realidad del contexto internacional (¿Cuál, si en todos los países hay de todo, a todos los precios?) tienen que buscar alternativas”. Por favor, muchos países tienen miles de problemas, pero en cuanto a alimentación, el 80 por ciento de ellos no tienen desabastecimiento.

Puso como ejemplo del trabajo de su cartera la aprobación de la resolución 52 que flexibilizó la pesca comercial, gracias a la cual cuatro mil 302 embarcaciones no estatales fueron autorizadas con licencias, de dos mil 970 existentes en 2022. Pero bueno, entonces está reconociendo que es el mismo Estado el que frena, porque esos barcos no se fabricaron este año, siempre estuvieron ahí, y por las miles de trabas burocráticas de su propio Ministerio no estaban autorizados a pescar. Multiplique eso por cinco pescadores como promedio en cada embarcación, para ver todos los trabajos creados, solamente por variar una Ley.

“¿Como estuviéramos si el Gobierno de Cuba no hubiera hecho lo que hizo en los últimos años?”, se atrevió a preguntar ante la mirada cómplice del conductor del espacio. Menos mal que no dijo desde 1959, cuando este país estaba entre los primeros del continente en muchas cosas. ¿Se refiere quizás a lo que se hizo después del 11 de julio?, ¿Las golpizas y el aumento de la represión? Pues quizás ya Cuba fuera libre de no haber sido por eso. Hoy en Polonia, que con una revuelta similar dejó el comunismo para siempre, hay pescado y leche en todas partes: la única medida real y efectiva es que renuncien, a ver si al final los barcos tienen motores.

No, pero cuidado, el Parlamento cubano aprobó el pasado año la Ley de Soberanía Alimentaria, donde deja bien claro que tiene que asegurar las demandas de su pueblo. Entonces se está violando la Ley, que tampoco es soberana porque los alimentos vienen en su mayoría del exterior. En un papel escribe cualquiera, pero con eso nadie puede ir al agromercado a comprar los alimentos para llevar a su plato. Pero bueno, vamos a “seguir avanzando”, “ese es el camino”, como explicó Sobrino, “en un futuro no muy lejano” (parece que 64 años no son suficientes).

Me hizo recordar una intervención similar recientemente, donde otra ministra comentó que los chícharos estaban en falta por el frío en Canadá.

Realmente creen que son la única fuente de información en el país, y si ellos no cuentan esas historias en la Mesa Redonda nadie sabe lo que sucede en el mundo.

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One thought on “Cuba sigue en la batalla de los alimentos

  • Liberen las fuerzas productivas. Liberen los controles en la pesca, la crianza de ganado vacuno y demás ramas de la agricultura. Ese es el problema. Por supuesto q el gobierno no puede comprar con créditos dadá las deudas q tiene. Hay q darle paso a las cadenas de supermercados internacionales. No obliguen a la creación de empresas mixtas. Dejen que el capital internacional opere.

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