Cuba: ¿Por qué una Ley de Inversión Extranjera y no una Ley de Inversiones?

Jorge Gómez Barata (Progreso Semanal)

La cafeteria privada La Pachanga participando en la marcha del Primero de Mayo del año pasado.

HAVANA TIMES — Debido al estilo de los debates parlamentarios en Cuba, es imposible saber si alguno de los más de 500 diputados presentes en la Asamblea Nacional preguntó: ¿Por qué una Ley de Inversión Extranjera y no una Ley de Inversiones?

Es difícil comprender por qué en medio de un proceso de cambios que ha reivindicado la actividad económica por cuenta propia, acuñado la fórmula de “actividades económicas no estatales”, y eliminado prohibiciones que excluían a los cubanos, se endosa una ley que priva a los nativos del derecho de, a título individual, invertir en su país, vinculándose contractualmente a un socio extranjero o a un pariente radicado en ultramar.

La exclusión es más inexplicable porque en medio de un clima de franca apertura y expectativas de democratización, se retrocede a etapas superadas, y se consagra una situación que presenta la falta de solvencia de los criollos como una propiedad del sistema, convirtiendo la desgracia en virtud.

No obstante es preciso anotar la paradoja de que el mismo Estado que  despenalizó la tenencia de divisas, facilitó el ingreso de remesas, creó condiciones para el funcionamiento del mercado libre campesino, permitió a los lugareños poseer cuentas bancarias en otras monedas, y recientemente puso en venta automóviles de segunda mano por encima de 50 000 dólares, asuma  que los nativos carecen de capacidad de inversión para establecer pequeñas y medianas empresas (PIME), asociadas con el capital extranjero.

Vendedor de artesanias. Foto: Juan Suárez

El argumento de que la presencia del capital extranjero es pertinente solo en grandes inversiones, pasa por alto que, de acuerdo a las escalas de la economía cubana, la escasa producción de bienes manufacturados, el deterioro de la red de servicios, los bajos niveles de ingresos, y otros factores, las pequeñas y medianas empresas son las más adecuadas para procurar respuestas a corto plazo, entre otras cosas porque requieren de menos capital y son tecnológicamente más viables.

Es cierto que difícilmente haya algún cubano residente en la Isla que posea recursos millonarios, pero no es imposible que alguno pueda disponer de lo necesario para montar una pequeña o mediana empresa, y hacerlo como los extranjeros: eligiendo a sus socios, con su dinero, a cuenta y riesgos propios, y al amparo de la ley.

También pudiera ocurrir (según comentarios ya ocurre), que cubanos de la Isla con apoyo financiero, logístico, y gerencial de familiares residentes en el extranjero, establezcan pequeños negocios. ¿Por qué la Ley no resolvió estas situaciones, y en lugar de limitar, favoreció el florecimiento de micro y medianas empresas, estimulando sobre todo las dedicadas a la producción de bienes de consumo, y servicios imprescindibles y de alta demanda?

Los redactores y legisladores pudieron haber decidido que aquellos cubanos con recursos, y que calificaran como inversionistas en pequeñas y medianas empresas para asociarse con el capital extranjero; recibieran apoyo gubernamental, créditos blandos, incentivos fiscales, y la consideración merecida por quienes contribuyen al desempeño de nuestra economía.

Vendedor de útensiles domesticas. Foto: Juan Suárez

Es cierto que según se explicó, excepcionalmente pudiera haber algún inversionista nacional, pero sería exclusivamente a través de una cooperativa,  y siempre que ello ocurriera, el Estado debería estar presente para impedir la “concentración de la propiedad”.

Comprendo que el surgimiento de élites nacionales más o menos adineradas (que ya existen), pudieran ser un elemento problemático, pero también lo es la presencia de las transnacionales y de los magnates foráneos, que sin embargo se asume, no como un mal necesario, sino como un elemento positivo para el crecimiento económico, el desarrollo, y el bienestar popular.

Con el mayor respeto, creo que en Cuba nunca más debe ser aprobada una legislación, o admitida una práctica que excluya a los cubanos, o los coloque en posición de inferioridad respecto a los extranjeros. Estamos a tiempo. Luego les cuento más. Allá nos vemos.

16 thoughts on “Cuba: ¿Por qué una Ley de Inversión Extranjera y no una Ley de Inversiones?

  • Porque no quieren perder el trono.

  • El autor es un inocenton o que?

    La respuesta a esa pregunta la sabe cualqueira con dos dedos de frente. No hay que escribir tanto para hablar de este tema.

    APARTHEID criollo. Mas nada.

  • Porque lo de la liberalización de las fuerzas productivas es un cuento. Para que las fuerzas productivas se puedan liberar tiene que haber libertad de empresa -en cualquiera de sus tipos (baste decir que Marx veía el socialismo como una asociacón de productores libres, no productores bajo una bota; y que veía al socialismo como la solución a lo que el veía como trabas a la liberalización de las fuerzas productivas en el capitalismo, las crisis, la destrucción de capital, etc; resulta que el socialismo de corte estalinista vive en una crisis permanente, destruyendo capital a trocha y mocha). El caso es que si liberan las fuerzas productivas de verdad se les acaba el cuento del embargo o el bloqueo, porque a los empresarios -en cualquiera de sus tipos- libres el bloqueo no los dentendría, como detiene a los que tienen su vida absolutamente apertrechada en los barrios buenos de La Habana. Esencialmente necesitan que la gente siga maniatada para seguir siendo ellos necesarios -que no lo son. La revolución le dio una gran impulso al pueblo cubano con la educación universalizada y gratuita (se puede añadir la salud). Al mismo tiempo se creaban las condiciones -las ataduras- para que no sirviera para mucho desde el punto de vista productivo. Seguimos, después de 55 años, en el más absolutamente subdesarrollo.

  • Porque para la dictadura ustedes no valen un kilo partido por la mitad. O es que necesitan mas pruebas?

  • Hola, Jorge (¡Tiempo que no nos vemos!)

    Resulta cada vez más inexplicable el rechazo del Estado cubano a las PYMES, cuyo aporte, como bien señalas, podría conjurar con creces los posibles contratiempos, y quizás lograría devolver la economía del país a la relativa normalidad que se vivió hasta el 13 de marzo de 1968, cuando menos.

    Saludos desde Pekín

  • Tienes toda la razón Jorge, es inexplicable el veto a la incorporación de las PYMES a los beneficios de la ley o sólo es explicable por la obsesión de mantener el control monopólico estatal de la economía a cualquier precio. Con estas restricciones no sólo se pospone el bienestar de la población y se le discrimina de manera aberrante sino que no creo posible lograr la meta de 2,500 millones anuales de inversión y 7% de crecimiento económico anual que es lo que se proponen. Apostar sólo por el “gran” capital es un disparate.
    Pero la ley también establece una empresa estatal empleadora, que es la que controla y decide sobre el personal a trabajar en las empresas mixtas o sólo de capital foráneo, y le sustrae una parte considerable de su salario mensual al trabajador. El trabajador le da una parte de su salario mensual al estado para poder trabajar en esas empresas. El colmo de la explotación!!!!!!!!!!!!!!!! Creo que esos dos aspectos de la ley son aberrantes.

  • Eh camarada panchi, me parece que le estas dando unos cuantos tanticos al enemigo. O es que ahora fue que te caiste de la mata? jajaja

  • Como era aquella gloriosa frase? Aquella que decia algo como… Al pueblo ni un tantico asi.

  • El Estado ni siquiera permite al cubano tener una empresa pequeña: 10-49 empleados o mediana: 50-199 empleados. El cubano tiene que ser micro, muy micro.

  • Isidro, si tuviera la maquina del tiempo volvería a 1959, no a 1968. Reforma Agraria, Reforma Urbana, etc, y un pueblo unido en un propósito. Por esa época fui al antiguo estadio de La Tropical en la Habana. Estaba lleno de tractores. Eran los tractores que habían donado los empresarios cubanos para la Reforma Agraria. ¿Te acuerdas?

  • Esa es la idea, mantener la gente en la miseria.

  • Gusan@, me quitaste el punto. Correcto, esa es otra de las grandes preguntas. ¿Que se entiende por PYMES? Esa definición varia de país en país. Cada país hace su definición, ya sea por numero de empleados, capital o ambas. La mas clara es por numero de empleados. Yo me iría como la que hace un país como Costa Rica, que es mas o menos la definición mas común.

    Tipo de empresa:
    Micro: Hasta 5 empleados.
    Pequeña Empresa: de 6-30
    Mediana Empresa: 31-100
    Empresa grande: Mas de 100

    Vamos a ver como legislan. Una cosa es decir que se se puede comprar carro y después poner esos precios que provocaron La protesta masiva de La Colmena en contra de la Abeja Reina y también otra es decir que si a las PYMES y que la definición sea; pequeña empresa = 1-5, mediana empresa = 6-10. La Colmena de abejas se pueden convertir en verdaderas avispas. O provocar una estampida a otros territorios donde puedan encontrar algo de miel, perdiendo completamente la fe en el panal. Una vez mas, vamos a ver.

  • Estoy 100% de acuerdo con Gómez Barata. Cada persona es un micro-mundo formado por amistades, amigos, conocidos y vecinos. A igual que la Ley de Emigración donde todo el mundo estuvo a favor. Con la Ley de Inversión “Extranjera”, pasa lo mismo, no me he encontrado a nadie en contra. PERO, con condicionales y dudas justificadas.. 1) ¿Va a ser para los cubanos del exterior abierta y sin trabas? 2) Si el estado tiene el monopolio del empleo deja de ser interesante. 3) Se debe incluir a los cubanos de la isla también.

    Se discute entre algunos intelectuales cubanos si Cuba esta en la transición de un estado totalitario a uno autoritario. No creo que seamos tan modernos. Estamos muy atrasados en el ámbito político. Yo me iría al siglo XVII. Estamos en un periodo mas bien Absolutista y viendo como salimos de el de alguna forma. La misma Enciclopedia Wikipedia nos dice que el Absolutismo “No debe confundirse con el totalitarismo, concepto propio de la Edad Contemporánea” . La definición que da es:
    “Absolutismo es la denominación de un régimen político, un periodo histórico, una ideología y una forma de gobierno o de Estado (el Estado absoluto), propios del Antiguo Régimen; caracterizados por la pretensión teórica (con distintos grados de realización en la realidad) de que el poder político del gobernante no estuviera sujeto a ninguna limitación institucional, fuera de la ley divina”. Esto se acerca mas a nuestra situación. Es como decía el Monarca Luis XIV en Francia; L’Etat, c’est moi (“el Estado soy yo”)
    Me parece que Luis XIV tenia los conceptos cachicambiado. Lo que debe de ser es algo diferente; Los “citoyens sont l’état”. En el tema de la Ley de Inversión y siguiendo con el Francés. Yo diría que las PYMES, “sommes-nous”, no somos “Le Grand Capital”, pero si “les PYMES sont les Cubains”. No hay que saber francés para entender lo que quiero decir. Si eso no es así, la Ley simplemente NO VA. Eso es lo que yo oigo decir a los cubanos del exterior que conozco. Hay hasta un rumor por ahí que dice que el “Président des États-Unis, Monsieur Obama, opina que sin los ” Cubains” NO HAY TRANSICIÓN NI HAY NA”

  • La explicación es bastante sencilla. Al gobierno cubano no le interesa la economía del pueblo, las PYMES, las cooperativas, el trabajo familiar e individual, en fin el trabajo libre asociado o no, sino la de sus empresas estatales, sus grandes proyectos, para explotar a los asalariados cubanos en conjunto con los grandes capitalistas. La ley puede servir por tanto para que las empresas estatales reciban inyección financiera, pero el pueblo, los de abajo que se jodan.

  • Ja, ja, Tony, indirectamente estás admitiendo que eres mayor que yo…Sucede que por edad conocí un poco mejor la situación inmediata al 68, cuando vi a tanta gente conocida perder sus pequeños negocios, los cuales nunca volvieron a funcionar como en la etapa en que ellos los atendían. Lo que sí puedo asegurarte es que el país no ha sido el mismo desde entonces. Y no me refiero ya a que estuvieran disponibles más o menos bienes materiales, sino a que se produjo un daño que hoy me atrevo a catalogar de antropológico a la capacidad de trabajo del cubano medio. A ver cuándo se recupera…

  • Y hablando claro, para sacarles dinero también.

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