Cuba es café y conversación

Yael Prizant*

Foto: Chris Stackowicz

HAVANA TIMES, 5 feb — La curiosidad ha sacado lo mejor de mí y he comenzado a comprar chucherías en la calle, especialmente de los vendedores que pregonan lo que venden. Hace unos días, un amigo y yo compramos algo como una barra de granola hecha de maní combinada con miel.

También conseguimos una gruesa mantequilla de maní, vendida en piezas rectangulares,  en forma de paté, envueltas en papel de cera. La tercera forma, que ninguno de los dos había probado, fue una barra cubierta de semillas de sésamo (maní con ajonjolí).

Lo inventos hechos con maní estaban deliciosos, pero la melaza (creo que era melaza) en el sésamo estaba extremadamente amarga. Cada uno costaba 3 pesos cubanos, aproximadamente 15 centavos usd. 15 centavos por experimentación gastronómica.

Las mujeres (usualmente viejas), que se sientan en el pórtico a vender café en cualquier tipo de termo imaginable, también son un descubrimiento excepcional. Generalmente por un precio de 1 peso cubano (5 cents usd), el café siempre es negro y dulce. Y es el mejor café que he probado jamás. (Ellas lo hiervan, así que es seguro tomarlo.)

Esas mujeres son muy simpáticas, siempre me dicen “mariposita” (butterfly) o “muñequita” (little doll). Ellas hacen y responden preguntas con gracia – todo en Cuba es alrededor del café y la conversación.

Foto: Chris Stackowicz

Anoche fui al teatro con un amigo mío que es músico y poeta. Los poetas que he conocido en La Habana hacen esta fascinante cosa donde, cuando se conocen por primera vez, recitan algo parecido a slam poetry para el otro. Siempre es un intercambio breve y amistoso, y después se abrazan o se dan las manos calurosamente.

Así fue anoche, cuando mi amigo se presentó a dos poetas Osmel and Israel. La poesía de Osmel era acerca del poder y la tradición, y la de Israel sobre las tareas diarias y la belleza de la isla. Absolutamente brillante.

El viernes en la noche, dos artistas con los que trabajo en Miami (cubano-americanos) y yo, fuimos a ver una obra de teatro espectacular, después regresamos a casa juntos. Mientras dábamos una vuelta con destino a casa pasamos frente a la famosa figura del Che hecha de acero, y uno de ellos comentó irónicamente, “tres estadounidenses en la Plaza de la Revolución. Pausa. Risas.

He avanzado mucho con el trabajo en las obras de teatro que estoy traduciendo, probablemente porque no hay teléfono o internet que me distraiga. Trabajar en un balcón del Vedado y con brisa, también ayuda.
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Yael Prinzant

(*) Esta es el cuarto de siete artículos por Yael Prizant. La autora ha estado viajando a Cuba con regularidad desde el 2003. En Indiana, donde vive, ella es Profesora Asistente de Teatro en la Universidad de Notre Dame. Ha estado traduciendo obras del dramaturgo cubano Abel González Melo, y espera traducir más obras teatrales para que sean producidas en inglés.

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3 thoughts on “Cuba es café y conversación

  • Pareciera el paraiso terrenal. Yael, creo que deberías quedarte aquí y seguir cultivando el género bucólico pastoril en La Habana. !Qué maravilla!

  • Eres muy hermosa,me sentaria contigo…en el malecon,y oiria tu voz…suave y sensual..pero estamos “lejos”,pero nacemos de una mujer,y por lo menos yo…creci sin ella,pero las mujeres cubanas,y mas sin son “viejitas”…tienen lo que llamo “indiosincracia cubana”…y si te dicen “mariposita”..es porque lo eres!! saludos

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