Cuba: desafíos para el siglo XXI
Por Lenier González Mederos*
HAVANA TIMES — La Isla, como cualquier otro país del hemisferio occidental, posee desafíos que son comunes a muchas de sus naciones vecinas, mientras que posee problemáticas que son estrictamente particulares.
La supuesta “excepcionalidad cubana” ha ido desdibujándose al calor de una monumental transformación de la sociedad, donde las nuevas (y las viejas) generaciones han ido acoplándose aceleradamente a las lógicas de consumo cultural globales (para bien y para mal), donde la transnacionalización constituye un eje transversal que lo media todo, y donde la escala de expectativas ciudadanas ha sido cualitativamente sacudida.
Se trata de un contexto donde las nuevas generaciones están fuertemente despolitizadas y donde se profesa un culto extendido a la ciudad de Miami, que funciona sociológicamente, para un segmento significativo de cubanos, como una nueva escatología secular.
Desde la caída del bloque del Este nuestro país afronta un conjunto de desafíos de gran calado, relacionados, en gran medida, con la postergación de un rediseño estratégico del Estado nacional para acoplarlo a los nuevos desafíos del siglo XXI, sin desmontar o retroceder en las conquistas alcanzadas en la era post´59.
Veinte años después del colapso del Bloque del Este, aún pervive en la clase política de los hombres del 1ro de enero métodos y maneras de proceder anclados en aquella realidad, así como la institución del partido único (que se percibe como una “vanguardia” y adosa, mecánicamente, su petrificada identidad marxista-leninista a toda la sociedad y el Estado), la economía estatal (en proceso de transformación, donde emergen nuevas formas de propiedad pero no acaba de cuajar claramente los roles del plan y del mercado) y los aparatos ideológicos del PCC (que estandarizan sus mensajes con una visión estrecha de Cuba y del mundo).
La economía cubana no ha logrado retomar sostenidamente niveles de crecimiento adecuados y se encuentra escasamente conectada a las redes trasnacionales para la creación de cadenas de valor, típicas de la economía capitalista globalizada. Todo ello redunda en una deficitaria inserción de la Isla en la división internacional del trabajo. El país sigue necesitando una ingente inyección de capital extranjero, así como de mayores espacios de libertad para que la ciudadanía se organice bajo fórmulas económicas que posibiliten su prosperidad e inserción en la economía global.
Se haría necesario, en el caso cubano, un empoderamiento económico extensivo a la mayor cantidad posible de sectores sociales. A las carencias programáticas del actual proyecto de reformas económicas, se viene a sumar el acoso externo al país por parte del bloqueo norteamericano, que impone una penosa carga en materia financiera y mercantil a la Isla, y que resulta estructuralmente inmoral, ilegal y contraproducente, pues juzga legítimo concederle prerrogativas al Gobierno norteamericano sobre asuntos soberanos cubanos y se traduce en penurias cotidianas a la fustigada y empobrecida población de la Isla.
Resultaría estratégico seguir avanzando en la adecuación de la institucionalidad económica y política cubana para armonizarla con la de la región latinoamericana, única garantía para una efectiva inserción de Cuba en las nuevas dinámicas que vive el hemisferio. Para ello el nuevo constitucionalismo latinoamericano resulta un referente poderoso y necesario. Una vigorosa inserción política y económica de Cuba con las naciones del Sur podría ser el contrapeso necesario para saldar otro desafío igual de impostergable: la imperiosa necesidad de reconstruir la relación bilateral con Estados Unidos, con todos los desafíos que ello conlleva.
Cuba cuenta con una sociedad civil sumamente diversa y activa (oficial, independiente y opositora), en la que van cobrando consistencia movimientos que defienden agendas relacionadas con temas religiosos, ambientales, raciales, migratorios, de orientación sexual, de género y políticos, además de otros que pudieran estar articulándose. Si un rasgo tipifica a nuestra realidad trasnacional, es el pluralismo.
El éxito de los que gobiernan (y gobernarán) Cuba en el siglo XXI reside, a mi juicio, en la capacidad política que tengan para construir referentes simbólicos y una arquitectura institucional que sea capaz de procesar ese pluralismo. Habría que agregar el carácter trasnacional de esa sociedad, y el imperativo estratégico de articular a la comunidad emigrada a la vida económica, cultural, social y política del país.
En el actual contexto que vive el país, donde se trata de construir una transición del liderazgo histórico hacia una nueva generación de actores el tema de la sociedad civil alcanza una dimensión crucial como potencial elemento generador de consensos.
El Gobierno cubano tiene el desafío de moverse de una posición de parte a una de garante de la diversidad nacional, mediante la institucionalización del pluralismo. Sería oportuno que el registro de asociaciones, cerrado desde hace ya varios años, abra nuevamente sus puertas para que las iniciativas de la sociedad civil que hoy permanecen toleradas o en un estado de “clandestinidad consentida” puedan institucionalizarse y participar más activamente en la vida del país.
Detrás de este desafío queda latente uno más importante y crucial: continuar desmontando un modelo de Estado de tipo soviético, con las carencias y disfuncionalidad que todos conocemos, abrir las puertas a un debate nacional ampliado que permita consensuar un nuevo modelo de Estado, a tono con los desafíos que debe encarar Cuba en el siglo XXI, y donde el protagonismo de la pluralidad política y social de la nación sea incorporada estructuralmente al ordenamiento sociopolítico.
De aquí podría emanar una legislación, clara y heterodoxa, que pautara los marcos operativos de la sociedad civil cubana, que garantizara los espacios de autonomía necesarios y, a su vez, penalizara los potenciales vínculos de actores sociales con agendas internas y externas ajenas a los intereses de las mayorías, es decir, aquellos que codifican el futuro de Cuba sobre la base de una “hecatombe nacional”.
La aparición de nuevos actores en el escenario nacional no debería ser asumida con sospechas, sino como el curso natural de la historia. De una nueva legislación sobre las asociaciones cubanas podría emanar una regeneración de la sociedad civil cercana al Gobierno cubano, y la necesaria institucionalización de la sociedad civil “consentida o tolerada”.
En la medida que este proceso de concertación de voluntades se amplíe y dé frutos, estaremos contribuyendo a ensanchar el consenso político al interior del país, y por ende, a crear mejores condiciones para impedir la injerencia de poderes foráneos en nuestros asuntos internos. La sociedad civil cubana y el Gobierno cubano tienen la responsabilidad compartida de hacer avanzar a Cuba en el siglo XXI hacia mayores metas de progreso y estabilidad. Ojalá todos sepamos estar a la altura.
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*El presente texto fue la ponencia presentada por el autor en la reunión anual de la Asociación para el Estudio de la Economía Cubana (ASCE) que sesionó en la ciudad de Miami de los días 31 de julio al 2 de agosto de 2014.
Lenier no le des tanta vuelta a la cuestión ni te enredes en tantos vericuetos, tu, la iglesia y castrismo deberían acabar de asumir que el desafío de Cuba es iniciar un proceso ordenado a la democracia sin oposición leal al castrismo, y sin estadio prodemocrático como se desprende los escritos de ustedes, fundamentado en los siguientes pasos generales 1) Legalización de los partidos políticos de oposición, 2) Convocatoria a una Asamblea Constituyente Multipartidista, 3) Instauración de un estado de derecho con sus poderes independientes (Ejecutivo, Legislativo, Judicial y como cuarto poder prensa libre), 4) Elecciones Multipartidista Municipales, Provinciales y Nacionales. Esta bueno ya de estar tratando a la sociedad cubana como si fueran infantes irresponsables incapaces de construir una nación como lo ha heche la inmensa mayoría de la humanidad y además respetar a los demócratas cubanos hablándonos de oposición leal y clasificando a los cubanos como nacionalistas y anexionistas.
Aun con el bloqueo/embargo externo, la economia cubana tiene potencialidades sin explotar gracias al bloqueo/embargo interno que el Gobierno le impone al pais. Que mejor manera de bloquear el desarrollo de Cuba que pagar salarios de 20 dolares al mes a los trabajadores.
Donde dice prodemocrático debería haber escrito PRE-DEMOCRÁTICO, más adelante seguiré contigo Lenier estoy en la procura que mi estado racional sobrepase el estado emocional que me provocan artículos como los de ustedes que talmente parece que están enseñando el catecismos en una parroquia sin percatarse que esa comunidad transnacional cubana a que tanto les gustas referirse hace mucho tiempo dejó los pañales políticos para ascender a otra dimensión de la política.
Sigo contigo Lenier, te pregunto a ti y a la Iglesia Católica de Cuba, que valoración ustedes hacen de la Carta de Ruta a la Democracia de Manuel Cuesta Múrua y otros demócratas del interior de Cuba, le pregunto a la Iglesia o mejor dicho a su Alto Clero en Cuba, porque aunque declara que su misión es pastoral y hasta los separaron a ustedes de Espacio Laical por sus activismo político realmente si participa en la política de Cuba y eso lo muestra la carta de cinco jóvenes católicos del Movimiento Cristiano Liberación al Papa Francisco Cito: «Los que conocemos desde dentro y bastamente [sic] la realidad de la Iglesia en Cuba, sabemos que desde los salones del Palacio Apostólico habanero se establece el rejuego político y las prácticas excluyentes de la Iglesia», “denuncian los firmantes”, En varias ocasiones he referido que la democratización de Cuba está por encima de todo y de todos, incluso por encima de nosotros mismo, hasta por encima de la Iglesia y hasta por encima del Santo Padre Francisco.
Coincido con el tono infantil que -señala el amigo Esopo- con que trata Lenier a la ciudadanía cubana. Desconoce el nivel de madurez analítica de los restantes grupos de la sociedad civil cuando analizan la realidad y proponen alternativas claras y elaboradas.
Pero además hay una autocensura en Lenier al no dejar claro quiénes proponen «la hecatombe nacional». No conozco un grupo opositor cubano que levante la bandera de la guerra civil como tampoco conozco a ninguno que propugne la anexión. Fabricar una «enemigo» siempre latente- no se explica quienes son- es continuar con una mentalidad de plaza sitiada que ha sido el comodín gubernamental durante 50 años para amordazar la opinión pública nacional. Otro concepto que se maneja y queda totalmente oscuro es las iniciativas de la sociedad civil » clandestinamente consentidas». ¿Cuál es el criterio para definir las clandestinamente consentidas y las clandestinamente reprimidas? ¿Quién define las consentidas y las que no? Creo que es indigno como propuesta que sea a discreción de la política gubernamental los que pueden ser reconocidos y los que no lo pueden ser. El no explicar que se entiende por ambos conceptos nos hace pensar en un alineamiento al enfoque actual del gobierno que persiste en dividir y envenenar las relaciones entre las diversas propuestas emergentes de la sociedad civil cubana.
Veo que González sigue chapoteando en el fanguito de la oposición leal, el nacionalismo revolucionario y la plaza sitiada. No me extraña que Veiga -eppur si muove- le vendiera el cajetín. Este documento no pasará a la historia.
¡Gracias Fidel!
Bueno, hablando en plata, la «hecatombe nacional» ya la tienen ; y no vino nadie de fuera a crearla. Este post, sigue (Y coincido con anteriores comentaristas) ese criterio de que el gobierno decide quién protesta y quién, no. No creo que defienda una verdadera democratización de la sociedad cubana donde todos, tengan el signo político que tengan seamos agentes activos, desde la posición de ciudadanos, de la urgente transformación que necesita nuestro país en todos los órdenes.
Este señor no acaba de entender que su falacia de «oposición leal» no vende,.
Hay un debate en Cubaencientro en que Dilla, Rojas y Chaguaceda hacen frituritas de bacalao con Veiga y Lenier, pero siguen en la misma sin sentido de correccion!
Y mientras….los cubanos enfrentan desafios, …entre nosotros nos batimos, …acá comemos, allá medio lo hacen y enfrentan el cotidiano bregar, sorteando toda clase de escollos, …y vivir , allá y acá cuesta tanto, y …lidiamos, congeniamos, …y llegamos a la beligerancia verbal, …mientras, …»nos tienen entretenidos en estos asuntos y otros semejantes »
La prole, de los Castros/Smirnova /Díaz-Balart /Odio, etc etc etc , … (Odio, es apellido eh!!!)
Llevan años viviendo «fuera de Cuba»…viviendo en otra dimensión…con canonjías increíbles…
Será porque por parte de Vilma tenían ascendencia francesa, y por parte de los hermanos Castro, española, …o porque simplemente, hay muchos dispuestos…a…otrogarles esas????
En fin, que sigan los desafíos para el siglo XXI, mientras a ellos, esos desafios, ni los rosan…
Y aquí les va la liga, disfrutenla…
http://www.cubanet.org/internacionales/cinco-nietos-de-fidel-castro-han-sido-becados-por-el-gobierno-espanol/
«lo que nos trajo el barco» (ZV)
Es evidente la necesidad de una nueva constitucion en Cuba, pero si usted le pregunta a la poblacion, especialmente a los jovenes, Que significa Constitucion??? piensan en un panfleto o algo que existe «afuera», pero no en Cuba. Los Lineamientos fueron hechos para entretener a la poblacion de a pie, ganar tiempo y darles una ultima esperanza, pero en realidad en Cuba los supuestos «confiables» del regimen ya hace rato que practican el capitalismo a pequena escala y solo estan creando las bases para cuando la biologia haga su trabajo poder expandirse como buenos capitalistas basado en el viejo refran que «el que da primero, da dos veces». Ver las inmobiliarias que han sido creadas y no estan en la lista de los autorizados a forrar botones o limpiar banos publicos. Ellas funcionan con licencia estatal y son administradas por hijos de diplomaticos y dirigentes, asi como por hijos de militantes confiables del pcc del minit y las far. Todos con becas de estudios en el exterior de administracion, contabilidad y lo que sea afin al capital. Cuando la tortilla se vire, ya ellos estan en excelentes puestos, solo esperando los creditos de EEUU> Son los que redactaran la nueva constitucion, los que conformaran los nuevos partidos que estaran representados en la nueva Asamblea y la poblacion, bueno «a desarrrollar la economia con eficiencia y calidad” trabajando como exclavos» Esa es la venganza de los Castro. Vivir para ver.
Cuba esta en el siglo 19 mas o menos. Mejor que investiguen cuales son los desafios que tiene para el siglo 20