Crisis epidemiológica o un juego de niños

Janis Hernandez

Foto: Javier Arzuaga C.

HAVANA TIMES — Esta mañana oí desde mi ventana, a un grupo de niños pequeños que jugando en la acera gritaban: Anda el cólera, anda el cólera…, te inyecto. Lávate las manos.

Claro que estos chicos no tienen idea real, de que va su juego. Ellos solo imitan lo que ven y oyen a diario. Ellos reproducen en sus travesuras los textos que escuchan de los mayores, en sus casas y en las escuelas.

También representan, lo que ocurre a la entrada de cualquier establecimiento público, donde es obligatorio lavarse las manos con jabón, luego con agua con hipoclorito, y pisar una esterilla húmeda de cloro o formol.

Y lo que está pasando en realidad es que, hace más de 19 días en la ciudad de Santiago de Cuba y sus Municipios más próximos, se han intensificado las medidas de seguridad para hacer frente a los brotes epidemiológicos que sufren estas localidades.

Lo raro del asunto es que de manera oficial, no se han hecho declaraciones, por parte de las autoridades médico-sanitarias u otras implicadas al respecto. En cambio el acceso a todos sitio públicos: escuelas. consultorios, bodegas, mercados, tiendas, dulcerías, policlínicos, etc. En todos es obligatorio el ritual de las manos lavadas, luego el agua clorada y pisar la estera.

Lo mismo sucede en las terminales, al subir o bajar de los distintos medios de transporte. Se fumigan las calles y las viviendas. Y un ejército de estudiantes de medicina pasa casi a diario de casa en casa, preguntando si alguien ha tenido fiebres, vomito o diarreas.

Las especulaciones de la población son cada vez mayores, la gente habla de cifras alarmantes de casos de cólera, dengue, leptopirosis, fiebre porcina y otras enfermedades infecciosas. Lo cierto es que estos comentarios, tienen su base en la cantidad de pacientes ingresados con estos diagnósticos en muchas salas de hospitales habilitadas al efecto.

Se mandaron a ultimar los cerdos que las personas crían en sus casas, o en su diferencia, sacarlos de la ciudad. Se ha prohibido a los kioscos de alimentos ligeros de los cuentapropistas, la venta de bebidas, como refrescos, batidos, café  o algún otro elaborado con agua.

Crecen las dudas, las prevenciones y las especulaciones. Oficialmente, el informe aún es reservado. Pero innegable es que Santiago padece una fuerte crisis epidemiológica. Hay quienes hablan de que debe declararse en cuarentena.

Pero se mantiene el secretismo como siempre, lo harán público cuando algún medio foráneo publique las cifras de muertes. Mientras tanto, en los juegos de los niños, inocentes, gritaran: anda el cólera, anda el cólera….