Corrupción con el parole, cubanos en ascuas
Por Francisco Acevedo
HAVANA TIMES – La suspensión temporal del programa de parole humanitario fue la comidilla esta semana en el ambiente cubano, tanto en la Isla como en cualquier nación donde viven familiares en proceso o con intención de aplicar.
Desde el 6 de julio se suspendió temporalmente para Venezuela, pero para los otros tres países beneficiados con este programa (Cuba, Haití y Nicaragua), vigente desde enero de 2023, fue el pasado día 18.
Para pedir el permiso, los migrantes necesitan tener un patrocinador en suelo estadounidense que cuente ya con un estatus legal y demuestre tener suficientes ingresos para apoyar financieramente al beneficiario del programa.
Es esta la vía más segura para abandonar la Isla ante la desesperante situación económica y social que vive, porque la otra alternativa era aventurarse a una travesía desde Nicaragua, o incluso más lejos, para llegar a México y cruzar la frontera, expuestos al acecho de bandas criminales durante todo el trayecto o la posibilidad de ir a prisión, sin contar los propios peligros naturales que implica atravesar una selva.
Según la Dirección de Detección de Fraude y Seguridad Nacional, varios patrocinadores utilizaron información falsa, como direcciones inexistentes, números de cuenta de fallecidos, etc. para intentar llevar a suelo estadounidense a amigos o familiares. Esos casos ciertamente no progresaron, o sea, que el beneficiario fue rechazado, pero por la ocurrencia sostenida de estos intentos de quebrar la ley se decidió un alto.
De acuerdo con especialistas en el tema, los interesados pueden seguir aplicando, pero los viajes son los que están detenidos por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés).
Durante más de año y medio han viajado a Estados Unidos más de medio millón de personas de estas cuatro nacionalidades, pero algunos estarían en peligro de perder ese beneficio si se comprueba que entraron haciendo fraude, pues durante esta pausa se revisarán las solicitudes de los patrocinadores, que son las que han tenido inconsistencias.
El DHS explicó que se utilizaron los mismos números de seguridad social, direcciones y teléfonos en múltiples formularios. En concreto, se descubrió que 100 948 formularios I-134A fueron llenados por solo 3 218 personas.
Además, 24 números de seguridad social pertenecían a personas fallecidas, apenas unas 100 direcciones físicas se incluyeron en más de 19 000 formularios, y un mismo número de teléfono apareció en más de 2 000 solicitudes, además de 2 839 formularios con códigos postales inexistentes.
La entidad advirtió que los individuos involucrados serán llevados a la corte de inmigración, donde enfrentarán procesos legales que podrían resultar en la revocación de sus visas y autorizaciones de viaje, situación que tiene preocupados incluso a los que supuestamente lo hicieron todo legalmente, como sucede siempre que alguien se salta las normas y afecta al resto.
Igualmente, el DHS referirá los casos que considere al Departamento de Justicia, y esto implica que los responsables podrían enfrentar cargos criminales, incluyendo multas, sanciones y posiblemente encarcelamiento.
En una declaración hecha pública este viernes, el Departamento de Seguridad Nacional dijo que no ha identificado ningún problema de seguridad pública en relación con las personas de los cuatro países que se benefician del parole, sólo con sus patrocinadores.
Por supuesto, cuando se demuestre una violación, aquellos que hayan obtenido sus autorizaciones de viaje mediante fraude verán sus visas revocadas, lo cual implica no solo la pérdida del derecho a permanecer en Estados Unidos, sino que también serán sujetos a procedimientos de deportación.
Asimismo, los individuos deportados por fraude pueden enfrentar una prohibición de reingreso a Estados Unidos, que puede ser temporal o permanente, dependiendo de la gravedad del fraude y las leyes aplicables.
Evidentemente, los beneficiados del parole que hayan cometido fraude verán afectadas sus futuras solicitudes de visado o migración a Estados Unidos, porque el historial se registrará y será considerado en cualquier proceso migratorio futuro, algo que complica significativamente sus posibilidades de obtener permisos de entrada o residencia.
En el caso de los patrocinadores, podrían ser investigados, procesados y enfrentar cargos criminales, además de perder la posibilidad de patrocinar a otros migrantes en el futuro.
La detención del programa, que facilita la llegada legal a Estados Unidos de unos 360 000 ciudadanos de estos cuatro países al año y garantiza permiso de trabajo y una autorización de dos años para vivir en Estados Unidos de manera legal, deja en el limbo a muchas familias que esperan por su permiso de viaje.
La forma aleatoria en la que se aprobaban las solicitudes, mediante la cual podía salir del país una persona que hacía un mes había aplicado, mientras otra espera desde hace más de un año, hacía pensar también en la existencia de fraude y corrupción en el método.
Personalmente conocemos varios casos de personas que vieron pasar por delante a otros aplicantes que iniciaron el proceso más tarde, incluso siendo ellos descendientes directos de sus patrocinadores y con todo el papeleo en orden.
Estas demoras fueron muy criticadas, y también se denunció a muchas personas en redes sociales (Facebook, Instagram o TikTok) con anuncios de ofrecimientos de patrocinios que terminaban siendo falsos.
A lo interno de Estados Unidos también hubo problemas con el parole, porque 21 Estados republicanos demandaron al gobierno federal porque, según ellos, los obligaba a invertir sumas millonarias en atención médica, educación y seguridad pública para los inmigrantes.
Pese a ese rechazo inicial, la iniciativa prosperó durante todo este tiempo, pero ahora no se sabe cuándo se retomará, si es que lo hace, porque en dependencia de la gravedad de lo que aparezca será la decisión final.
Mientras, en Cuba cientos de familias se comen las uñas en medio de los habituales apagones y la falta de abastecimiento generalizada.