¿Cómo promover el cambio en Cuba? Otra idea

Foto: Margareta Turos

Por Francisco Acevedo

HAVANA TIMES – Múltiples han sido las propuestas para impulsar un cambio político en Cuba, y casi todas pasan por lo mismo: Lograr la movilización popular.

Un levantamiento generalizado es lo único que puede provocar la caída del régimen comunista impuesto hace más de 60 años, y que se sostiene todavía de puro milagro.

Sin embargo, como se ha demostrado en el último año, de ningún país vendrá la respuesta necesaria, todo debe nacer dentro de la isla, y la única manera pacífica es salir a las calles.

Ahora bien, eso se hizo en julio del año pasado y quedó como anécdota, en el sentido de que tuvo muy poca réplica en los meses subsiguientes. Que nadie se equivoque, el efecto fue demoledor en la conciencia de los cubanos, para muchos de los cuales esa fecha marca un antes y un después, o un ¡Hasta aquí llegué!, pero no se ha cumplido el objetivo fundamental.

La feroz represión desatada por la dictadura inmediatamente, incluidas condenas de décadas para varios de los protestantes, frenaron bastante el ímpetu popular, atizado últimamente por el hartazgo que provocan los apagones.

Entonces, ¿cómo repetir aquel estallido y, más importante aún, sostenerlo en el tiempo?

Mi idea va en el sentido de apoyar a los manifestantes. No se trata de hacer una declaración desde el Departamento de Estado de Estados Unidos o pedir la liberación de los presos políticos. Eso se ha repetido hasta la saciedad, y el gobierno cubano jamás ha movido ficha.

Tampoco es llamar al estallido social desde las plataformas de youtubers o con iniciativas tipo 15-N.

A mi entender, hay que apoyar, no con palabras, a quienes salen a las calles. La gran preocupación de quienes deciden hacerlo a pesar de los enormes riesgos de enfrentarse a un aparato represor casi perfecto no es recibir una golpiza o ir a la cárcel, que ya de por sí son consecuencias intimidatorias.

Lo peor es que cuando esa persona está en prisión deja de sostener a su familia y, peor aún, se convierte en una carga, porque frecuentemente quienes quedan detrás deben gastar la mayoría de sus ingresos en conseguir comida, aseo, cigarrillos y cualquier otra cosa que se pueda emplear o negociar en un centro penitenciario.

Con lo disparados que están los precios de todos los productos básicos, alimentar a quienes quedaron detrás y apoyar a quien se encuentra detenido es un lastre demasiado pesado para cualquier familia.

Por eso mi propuesta es hacer un fondo para ayudar económicamente a todas estas personas. Creo que en vez de invertir dinero en buscar una vía armada, o buscar facilidades para los miles que han llegado cruzando la frontera, se debe llevar el foco a quienes sufren directamente las consecuencias de pedir libertad dentro de la isla.

Por supuesto que lo otro también es importante, pero el mal de fondo es el que hay que extirpar de raíz, y ese solamente se puede lograr desde dentro.

Organizaciones como Justicia 11J y Cubalex, por poner solamente dos ejemplos, tienen en su poder listados de presos reales, cuyas familias tienen que hacer enormes sacrificios para sobrevivir ellos y apoyar a sus seres queridos encarcelados.

Con un fondo como el que propongo, no solamente se estará ayudando a aquellos que han sacrificado su libertad personal por pedir la Libertad de Cuba, sino que se dará ánimo a otros a hacer lo mismo, porque sabrán que nadie quedará desamparado.

Ya sé que si esto se lleva a vías de hecho Humbertico dirá en la televisión nacional que se trata de financiar la oposición desde afuera, pero basta ya de seguir las supuestas “reglas” que la dictadura viola constantemente, porque seguiremos esperando un milagro.

Este fondo no tiene que ser gubernamental, pues los exiliados cubanos pueden aportar de manera individual, siempre que haya total transparencia, por eso me remito a los listados ya divulgados y conocidos de organizaciones por los derechos humanos.

A estas nóminas se agregarían quienes salgan a las calles en lo sucesivo y sufran la represión, todo bien documentado.

Las vías para hacerles llegar dinero o productos a los familiares son muchas, y el monto a entregar también debería definirse en el futuro. Para empezar, creo que 50 dólares mensuales es una buena cifra, y tomando en cuenta que según los listados públicos los encarcelados desde el 11 de julio hasta ahora no sobrepasan las mil personas, con un modesto fondo se puede promover el cambio en Cuba de esta manera.

Según datos de la propia prensa cubana, solamente en 2020 la Fundación Nacional para la Democracia (NED) distribuyó más de cinco millones de dólares en Cuba, a través de organizaciones contrarias al gobierno que muy poco han podido hacer y que en gran medida se utilizan en acciones subversivas de poco calibre y que en vez de ganar respaldo popular llegar a provocar rechazo porque se trata de ofensas a símbolos patrios o sabotajes en centros neurálgicos, lo cual es fácilmente manipulable para el aparato propagandístico para frenar la aprobación popular.

Solamente con ese monto se garantiza mucho más de un año de apoyo a quienes están pagando un alto precio por salir a las calles, y se potenciaría, estoy segurísimo, que muchos más sigan esa vía, que ha demostrado ser la única capaz de lograr la caída del régimen comunista.

Si a la NED o la USAID, por solamente mencionar las agencias más conocidas, se suman otras organizaciones y grupos de cubanos radicados en el exterior, se lograría un fondo muy sólido que contribuiría a la pérdida del miedo entre la población cubana, entre la que todavía quedan miles de personas que no tienen el dinero necesario para abandonar el país vía Nicaragua u otras similares.

Si todos ellos constatan que ni ellos ni sus familiares quedarían a la buena de Dios por lanzarse a las calles, seguramente se multiplicaría el 11 de julio y, más pronto que tarde, Cuba cambiaría de una vez para siempre.

Si todos ellos constatan que ni ellos ni sus familiares quedarían a la buena de Dios por lanzarse a las calles, seguramente se multiplicaría el 11 de julio y, más pronto que tarde, Cuba cambiaría de una vez para siempre.

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One thought on “¿Cómo promover el cambio en Cuba? Otra idea

  • Esa ayuda es necesario, pero no veo que eso estimule a salir a la calle. Creo que el punto de inflexión llegará cuando muera Raúl, es una pena pero es así, en ese momento llegará la pugna por el poder y por esa vía puede llegar el cambio. Un levantamiento popular es difícil porque la represión es brutal, desgraciadamente veo el cambio por arriba, y para eso falta.

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