Cleptocracia Comunista

Foto: Juan Suárez

Por Benjamín Noria

HAVANA TIMES – Los que siguen mis escritos, y leyeron el anterior sobre la autarquía comunista, pensarán que estoy presentando términos complicados para presumir de conocimientos. Bueno, en realidad, confieso que mi vanidad se pone muy pequeñita al saber que detrás de los discursos ampulosos de los dictadores, y de los gobiernos comunistas, lo que existe es un grupo de ladrones e hipócritas que se enriquecen a costa de los pueblos que dirigen.

Miren este significado y comprenderán. Se denomina cleptocracia al robo de los fondos públicos de una nación por parte del gobierno. Y esto va acompañado, por supuesto, de la corrupción administrativa, que es el uso indebido del poder; del peculado, que es la malversación de bienes públicos o desvío de dinero para intereses particulares de los gobernantes; del clientelismo político, que es, por ejemplo, financiar campañas políticas de posibles presidentes de otras naciones con el objetivo de buscar un favoritismo posterior.

Por esto han existido conjeturas de que Cuba financia las campañas políticas de Nicolás Maduro en Venezuela para contar después con su apoyo en el envío de petróleo a mitad de precio, además de otros beneficios políticos. De hecho, algunos especialistas especulan acerca de que Cuba apoyó la elección de Joe Biden a presidente de los Estados Unidos para aliviar los efectos del embargo económico.

Como dije en el artículo anterior acerca de la autarquía, le he agregado el adjetivo comunista a la cleptocracia pues, fíjense bien, les gusta mucho con frecuencia a los dictadores y seguidores de la ideología marxista-leninista con regímenes totalitarios, demagógicos, autocráticos, absolutistas y déspotas. Es más, consta que estos términos sólo se han podido descubrir investigando este tipo de regímenes.

Ahora bien, la gente raramente se ha preguntado, por ejemplo, cómo el gobierno cubano adquirió los módulos (con ollas arroceras, ollas de presión eléctricas, calentadores en espiral y calderos) y refrigeradores Haier que se entregaron y distribuyeron, masivamente, a nivel nacional, durante el año 2006. Se permitió pagar estos objetos en plazos; sin embargo, yo supongo que el gobierno para adquirirlos en otro país tuvo que pagar algún dinero, aunque sea algo por adelantado. Este dinero, ¿de dónde salió, del bolsillo del gobierno? No lo creo.

Como no creo que los ensayos con armas nucleares que realiza Corea del Norte cuenten con financiamiento del bolsillo de los dirigentes del partido. No hay seguridad de esto.

En Cuba, la salud y la educación son gratuitas, es verdad; y fueron subsidiadas durante más de 40 años la electricidad, los productos de la bodega, el servicio de acueducto y alcantarillado, etc. ¿Con qué dinero se sufragaba esto?

Tanto en Corea del Norte como en Cuba los dirigentes se mueven en carros de lujo; en cambio, el pueblo lo hace generalmente en bicicletas y motos eléctricas, y sólo una minoría posee automóviles; claro, después de numerosos trámites burocráticos, del visto bueno de la seguridad del estado y del partido comunista, y, por último, pagando costosos aranceles en la aduana si se trae de otro país.

De todas formas, la historia ya se ha encargado y se encargará de sacar a la luz la sordidez que existe detrás de estos gobiernos. En los libros de texto de Historia de Cuba, de Historia de Venezuela y de Historia de Corea del Norte aparecerán reflejados dentro de 40, 50 ó 60 años todos los actos de corrupción o de desvío de dinero, y se hablará de las empresas privadas del gobierno cubano que operaban de manera encubierta en el extranjero y de muchísimas cosas más.

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