¿A qué se parece un aterrizaje suave en Cuba?
Por Dawn Gable
HAVANA TIMES — La semana pasada el economista Richard Feinberg presentó su última monografía (de 62 páginas) que fue publicada por la Brookings Institute, un think tank en Washington, DC, que brinda una mirada a la evolución del panorama económico cubano en cuanto a la aparición de una clase empresarial.
Feinberg demuestra: «que la vieja narrativa – de que Fidel y Raúl Castro tenían que estar fuera de escena antes de que pudiera ocurrir algún cambio real – ha sido desacreditada. »
El texto está lleno de datos sorprendentes, para los interesados en hechos y contiene anécdotas coloridas, para aquellos que solo conocen a Cuba indirectamente a causa de la prohibición de viaje de Estados Unidos. Como era de esperar, ofrece recomendaciones tanto al gobierno cubano como al estadounidense para asegurar que Cuba experimente un «aterrizaje suave».
Sugiero al lector a adentrarse directamente en el informe, en lugar de confiar en mí para resumirlo insuficientemente. ¿Aterrizaje suave en Cuba? empresarios y clases medias emergentes (Soft Landing in Cuba? Emerging Entrepreneurs and Middle Classes).
Prefiero usar mis pocas líneas para imaginar una pista sobre la definición de aterrizaje suave en este texto (creo que es, en general, la definición y la aspiración que se ha expresado más comúnmente sobre Cuba). Según mi lectura, la pista de aterrizaje está invisible en la palma de la mano del mercado capitalista.
Se trata de una economía cubana que integra a débiles empresas estatales con cooperativas, empresas privadas, y la participación del conglomerado internacional que estimula una gran acumulación de riqueza, la estratificación de las clases, la explotación laboral, el consumo masivo, y exiguos impuestos para garantizar algunas normas básicas. Es decir, más «normales.»
Feinberg muestra pasos prácticos para alcanzar esta meta y una mirada atenta hacia donde se encuentra actualmente el proceso. Él muestra que la transformación está más avanzada de lo que se podría pensar objetivamente, con una capa de un por ciento formándose en la parte superior y en las actitudes de algunos cubanos, y cita a un joven diciendo, «ya no somos comunistas, sino consumistas». La advertencia de las implicaciones sociales, éticas o medioambientales de tales transformaciones, y cómo estas pueden ser mitigadas, se menciona de forma obligada solo en una ocasión cerca del final.
Se muestran en el informe brillantes imágenes del orden económico emergente. Se anota en un capítulo que el salario mensual de un camarero en un restaurante particular puede estar cubierto por la venta de una sola comida, dejando, supuestamente, grandes beneficios para el propietario.
Ese propietario paga impuestos, pero la mayoría de los ingresos son en efectivo y no son reportados y por lo tanto los impuestos son mucho menor en una economía y un aparato estatal no computarizado. Entonces es común encontrar cuentapropistas que se quejan de que el recaudador los molesta acerca de sus cuentas o incluso buscan sobornos.
Pero, ¿cómo lograron estos cubanos, de los que se muestra un pequeño ejemplo en el informe, conseguir dinero, que va desde $ 7 a 36 mil dólares, para poner en marcha estas nuevas empresas si tienen el mismo mísero salario estatal de otros,?
Aproximadamente la mitad de los encuestados usaron capital extranjero, los demás vendieron sus bienes o guardaron las remuneraciones en moneda dura recibidas a través de propinas o en misiones internacionalistas en el extranjero, como por ejemplo Venezuela (contrastando lo contado por los exiliados de derecha que afirman que los cubanos que prestan servicios en Venezuela son mano de obra esclava).
Hasta el momento, todavía existe algún control en la acumulación de riqueza. Por ejemplo, solo es legal poseer dos casas (cuando la reclamación enconada en Cuba es la falta de vivienda). Pero según la recomendación de Feinberg hay esperanza de que el gobierno cubano aumente los incentivos para la expansión de los negocios. Esto se demuestra en la reciente medida permitiendo a los propietarios alquilar algún espacio a los empresarios que aspiran llegar más allá de su patrimonio inmobiliario personal.
Sólo imagínenselo. Un restaurante, que paga a su camarero un salario mensual equivalente a la venta de una sola comida, se podría multiplicar por toda la Isla. Con los beneficios en incremento, el dueño del restaurante podría llegar a disfrutar de cierta influencia en las decisiones gubernamentales, incluso en relación con las leyes fiscales, las protecciones laborales y normas ambientales. Hum… suena vagamente familiar…
El posible escenario hace imprescindible otra recomendación, y es legalizar el trabajo de cuenta propia para los profesionales, ya que estos harán más dinero que los del sector estatal. Sin dudas, los profesionales tienen derecho a unirse a la clase recién formada de particulares, e incluso sobrepasar un poco, de manera furtiva, a la clase sirviente en su poder adquisitivo. Por supuesto, debe haber productos disponibles para comprar. Oooooo, tal vez un Walmart !
Sin embargo no todos los encuestados tiene esas aspiraciones. Algunos incluso continúan mostrando un persistente sentimiento de «solidaridad y comunidad», como lo demuestra la cooperativa constructiva «Armando Mestre Martínez,» que lleva el nombre de un mártir de la Revolución y es dirigida por un «Héroe Nacional de la República de Cuba», que ofrece descuentos a los clientes en Santiago de Cuba con menor capacidad de pago.
Algunos podrían decir que he perdido demasiado tiempo en las «interioridades de Cuba» y, como estadounidense, hubiera centrado más en las recomendaciones que brinda el informe al gobierno de Estados Unidos.
En síntesis, Feinberg recomienda que Estados Unidos abandone las fantasías de cambiar el régimen y en lugar de eso tome una serie de medidas para apoyar, fomentar, influir y participar en la construcción de un sector no estatal próspero y poderoso.
Él deja a un lado, específicamente, cualquier interacción económica con el Estado cubano e incluso sugiere un sistema para verificar que el intercambio solo se lleve a cabo con las empresas privadas.
Sus sugerencias son pragmáticas, posibles, y están dentro del paradigma de quienes toman las decisiones más importantes, lo que hace que el informe sea relevante y, presumiblemente, impactante.
Pero olvida del establecimiento de un Walmart en Cuba, porque requeriría la participación del gobierno cubano…
De hecho, algunos pueden ver las recomendaciones solo como un cambio de rumbo… usando créditos, comercio y baratijas para fomentar una clase élite, rica, aliada al país (EEUU).
Pero oiga, si no pudieron derrotarlos en Girón, si no pudieron acabar con ellos por hambre, si no pueden con las ideas, parece que la estrategía es comprar suficiente de ellos. Es difícil imaginar que el gobierno cubano interprete las recomendaciones de otra manera.
Sin embargo, personas en todo el mundo han gritado en más de una docena de idiomas, una recomendación mucho más simple y sana: quitar el embargo.
Otro bitongo de izquierda que se cree que conoce cuba, y que encuentra bien que los castro y comparsas sean millonario, pero el pueblo, no.
Ayudar solo al negocio privado ignorando al régimen?. eso no se lo creo nadie. el régimen jamas aceptara algo asi si no le dan parte de la tajada a ellos.
Otra mas de la ‘izquierda de caviar’, a lo Sean Penn, Harry Belafonte y todos los demas que jamas aceptarian para ellos lo que tienen los cubanos.
Fijense como ella misma dice ‘que algunos podran decir que he perdido demasiado tiempo en las “interioridades de Cuba” , claro si ese es el proposito, el de meter la sisan`a primero, como que ‘es mentiras de los exiliados de derecha que afirman que los cubanos que prestan servicios en Venezuela son mano de obra esclava’, o sea que si al regimen le dan $4,200. por mes y a los cubanos les dan $200. eso para esta cinica abusadora no es abuso, y desde luego la recomendacion de quitar el embargo.
Muy jodido esta el cubano que acepte las recomendaciones de este trasnochado economista Feinberg, que por una parte sugiere «no cambiar el régimen» o sea que siga la dictadura andando, y por otra sugiere que en lugar de eso se tomen medidas para apoyar, fomentar, influir y participar en la construccion de un sector «no estatal , poderoso y prospero». Si este loco le diera esta propuesta a raul en sus manos iba a ser la primera vez que la china le metiera una galleta a alguien.