A monseñor Álvarez y a los sacerdotes desterrados de Nicaragua
Poema dedicado a los religiosos desterrados por la dictadura Ortega-Murillo a Roma
Por Gioconda Belli (Confidencial)
Llegan a Roma
al viaje no deseado.
A cambio de salir del duro calabozo
del encierro vil y desalmado
tenían que aceptar ser desterrados.
Negados de su Patria,
condenados sin haber pecado
dejan parroquias, fieles;
los rostros conocidos y queridos
las almas que cuidaban, dedicados.
Dejan verdor, paisajes, aguaceros,
la vida conocida, los enseres,
los sabores y saberes cotidianos.
Cruel designio de mentes furibundas,
de arteros gobernantes
que en nombre de un su Dios,
actúan como diablos.
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