Vicepresidente ecuatoriano a un paso de la Justicia por Odebrecht
Por Gonzalo Ruiz Tovar (dpa)
HAVANA TIMES – El vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, quien ocupó el mismo cargo en el pasado Gobierno de Rafael Correa, podría pasar mañana viernes a manos de la Justicia por supuestos vínculos con la corrupción de la constructura brasileña Odebrecht, si así lo determina la Asamblea Nacional (Legislativo).
El partido oficialista Alianza País (AP), que con 74 asambleístas tiene mayoría absoluta, llamó a sus representantes para que aprueben que la Corte Nacional de Justicia investigue a Glas, con lo que en teoría quedó despejado el camino para obtener los 91 votos que se necesitan, ya que los 63 opositores anunciaron su apoyo al «sí».
AP, impulsor de la llamada Revolución Ciudadana que empezó en 2007 Correa y que desde mayo está en manos del presidente Lenín Moreno, hizo el llamado por pedido del vicemandatario, pero ratificó «confianza y total respaldo» hacia su militante, vinculado, dijo, «por simples indicios».
Glas, que se dice víctima de persecución política y mediática, pide que la Asamblea dé el permiso que se requiere por su condición de vicepresidente, pues afirma que quiere demostrar su inocencia ante los tribunales.
El escándalo Odebrecht comenzó en Ecuador meses atrás, cuando la empresa reconoció haber pagado cerca de 33,5 millones de dólares en sobornos durante la gestión de Correa, cifra que, según el fiscal general, Carlos Baca, parece ser en realidad «mucho más alta».
«Colaboradores eficaces» brasileños apuntan a que los sobornos se pagaron a una red liderada por el empresario Ricardo Rivera, tío materno de Glas, ahora en prisión domiciliaria. El vicepresidente asegura no haber estado al tanto de las acciones de su pariente.
La fiscal del caso, Diana Salazar, halló diez «indicios razonables» de que Glas, que además de vicepresidente era ministro coordinador de Sectores Estratégicos, sí influyó en el tramado e incurrió por tanto en asociación ilícita, razón por la que Baca le pidió a la Justicia la «vinculación» (inclusión formal en las investigaciones) previo permiso del Congreso.
Los penalistas están divididos en si el permiso que presumiblemente se dará el viernes alcanza para todo el proceso o si solo es para la investigación y se requerirá de otro si Baca decide acusar, pero para especialistas como Paulina Araujo con lo de mañana bastará para todo lo que quede de recorrido en los tribunales.
La oposición, entretanto, cuestiona que la Fiscalía hable solo de asociación ilícita, un delito menor, pues considera que por los indicios Glas debe responder por figuras como concusión y cohecho, e incluso lavado de activos y enriquecimiento ilícito.
De Sectores Estratégicos salieron las autorizaciones para que Odebrecht se quedara con contratos para refinerías, hidroeléctricas, poliductos y similares, pero Glas afirma que no estaba al tanto de los entretelones. Los delatores, empero, estiman que unos 14 millones de dólares fueron para él.
El vicepresidente, ingeniero eléctrico de 47 años, fue de 2013 a 2017 la «mano derecha» de Correa, quien desde Bélgica, donde reside, lo defiende con fuerza y le mantiene una confianza absoluta.
Cuando el mandato de Correa concluía, el mandatario socialista pidió que Glas fuera a la reelección, esta vez junto a Moreno, quien a su vez había ocupado la vicepresidencia entre 2007 y 2013 y tenía mejor imagen popular para ser el candidato de AP.
En cuanto se formularon sospechas contra Glas, Moreno le quitó el respaldo y lo despojó de funciones como vicepresidente, aunque sin destituirlo, porque solo lo puede hacer la Asamblea. La distinta posición frente al tema es uno de varios casos que han dañado severamente las relaciones entre el mandatario y su antecesor.
La sesión de la Asamblea para ver el caso que tiene en vilo al país está citada para las 15:00 horas locales (20:00 GMT).