Venezuela rechaza “agresión” contra vicepresidente El Aissami

Dercy Rodríguez. Foto: correodelorinoco.gob.ve

HAVANA TIMES – El Gobierno de Venezuela rechazó hoy la “agresión gravísima” de Estados Unidos contra el vicepresidente ejecutivo Tareck El Aissami, al agregarlo en la lista negra de presuntos narcotraficantes del Departamento del Tesoro, reportó dpa.

La ministra de Relaciones Exteriores, Delcy Rodríguez, leyó una declaración en la que fija posición sobre la acusación contra El Aissimi, que calificó como un “falso positivo contra un venezolano decente y digno”.

Añadió que las acciones del Gobierno estadounidense “constituyen una infamia para agredir al Estado”.

El Departamento del Tesoro incluyó el lunes al vicepresidente venezolano en la llamada lista “Kingpin”, que es la lista negra de narcotraficantes, acusándolo entre otras cosas de haber facilitado cargamentos de narcóticos desde Venezuela.

Rodríguez alertó que se trata de un hecho sin precedentes en las relaciones binacionales y acusó a la embajada de Estados Unidos en Caracas de intentar subvertir el orden legal y constitucional en Venezuela.

“Intenta por esta vía oxigenar a la débil y extinta oposición venezolana extremista para consumar un golpe político contra la institucionalidad democrática. Con esta agresión gravísima se pretende vulnerar la esfera soberana y democrática venezolana y se violenta el derecho al honor, a la reputación, a la dignidad y los derechos humanos del vicepresidente”, señaló.

Agregó que es “lamentable y altamente peligroso que la burocracia estadounidense, en conjunción criminal con factores violentos y extremos de la oposición venezolana, encaminen las relaciones de la nueva administración a perpetuar los errores históricos cometidos contra Venezuela” por el ex presidente Barack Obama.

Afirmó que las acusaciones contra El Aissami “vulneran el derecho internacional público y la institucionalidad internacional”.

Rodríguez señaló que desde que fue suspendida la cooperación con la oficina de control de drogas estadounidense (DEA), en 2006, las fuerzas de seguridad del país lograron incautar más de 55,5 toneladas de narcóticos, que describió como cifras sin precedentes.

“El Aissami es reconocido por su firme combate contra el narcotráfico y el paramilitarismo colombiano”, dijo y agregó que la DEA actúa impunemente y además es “conocida por su contribución a la producción y tráfico de drogas”.

Indicó que Organización de Naciones Unidas (ONU) ha reconocido a Venezuela por ser uno de los seis países de mayor confiscación de estupefacientes en el mundo.

“Somos uno de los pocos países en el continente que promulgó una ley para la inmovilización de aeronaves que trafican drogas”, alegó.

La canciller aseveró que Venezuela es un país de paz, amante de los principios de la autodeterminación y respeto a la soberanía, así como apegado al orden y al derecho internacional.

“Con la misma determinación decimos que no hemos tolerado y que no toleraremos agresión alguna contra Venezuela, contra nuestro derecho a ser libre ni contra ningún hermano nacido en esta tierra”, insistió.

El Departamento del Tesoro asegura que, entre otras cosas, El Aissami ha facilitado cargamentos de narcóticos desde Venezuela hacia Estados Unidos y cobrado de señores de la droga. Por eso lo incluyó en la llamada lista “Kingpin”, en la que hay narcotraficantes y cárteles de todo el mundo.

El Aissami, de 42 años y con reputación de radical en la cúpula havista, fue ministro del Interior y gobernador de la región de Aragua. Asumió el mes pasado el cargo de vicepresidente ejecutivo, un puesto de gran poder que se considera clave.

El funcionario se convirtió en el cargo venezolano de mayor rango sancionado por Estados Unidos, en una relación turbulenta desde 2010, desde cuando Caracas y Washington no tienen embajadores.

En la lista se incluyó además al empresario venezolano Samark José López Bello, a quien el Departamento del Tesoro considera testaferro de El Aissami, y a 13 empresas de su propiedad o bajo su control con sede en Estados Unidos, Venezuela, Panamá, Reino Unido y en las Islas Vírgenes británicas.