Venezuela desmonta la megaelección, mantiene los presidenciales
Por Néstor Rojas Mavares (dpa)
HAVANA TIMES – El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela dijo el viernes que no está preparado para organizar unas “megaelecciones” como propuso el presidente, Nicolás Maduro, quien quería que las legislativas y las regionales se desarrollaran junto a las presidenciales el 22 de abril, reportó dpa.
“No estamos preparados ahora para hacer una elección conjunta”, afirmó la presidenta del CNE, Tibisay Lucena, en una conferencia de prensa tras reunirse con la titular de la Asamblea Constituyente, Delcy Rodríguez, con quien abordó detalles del proceso electoral.
La decisión de la autoridad electoral se dio en la misma jornada en la que la OEA le pidió a Maduro que presente un nuevo calendario para unos comicios con todas las garantías democráticas, tras una reunión convocada en la sede de Washington.
A su vez, el líder del partido opositor Alianza Progresista (AP), Henri Falcón, dijo que evalúa mantener su candidatura a las presidenciales, al cuestionar la intención del presidente y candidato a la reelección de adelantar las legislativas de 2020, juntarlas con las presidenciales y las de los consejos regionales y locales, todas en una sola jornada el 22 de abril.
En un ambiente político con llamados a la abstención, la alianza opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) declinó participar en los comicios, denunciando la falta de garantías electorales.
Lucena alegó que el cronograma de las presidenciales está muy avanzado y que por razones logísticas no se pueden adelantar las legislativas.
“No estamos ahora preparados para hacer conjunta una elección presidencial con otras elecciones que son técnicamente más complejas.
(Sin embargo) vamos a evaluar las posibilidades técnicas de fechas posteriores para la realización elecciones parlamentarias, de consejos legislativos y concejos municipales”, señaló.
Así, Lucena ratificó que el 22 de abril sólo se celebrarán elecciones presidenciales.
Está por verse si la decisión atraerá a más candidatos presidenciales, ya que tendrán como plazo desde mañana hasta el martes para inscribir sus nombres en el CNE.
Maduro propuso esta semana juntar las cuatro elecciones en una sola, lo que generó el rechazo de la oposición, que tiene mayoría en la Asamblea Nacional (Congreso).
“(El) Gobierno dinamita la salida electoral. El Gobierno juega con la paciencia de un pueblo entero que necesita urgentemente una solución a sus necesidades más sentidas y que desea votar para castigar a quienes lo han conducido a este estado de calamidad y miseria”, señaló Falcón en Twitter.
En Washington, la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó una resolución que insta a Maduro a cancelar las presidenciales del 22 de abril y a presentar un “nuevo calendario” para unos comicios “con todas las garantías” democráticas.
El texto se aprobó con 19 votos a favor, uno más de los que eran necesarios, cinco votaron en contra y hubo ocho abstenciones.
La presidenta de la Asamblea Constituyente, Delcy Rodríguez, encabezó la reacción oficial y respondió que el 22 de abril Venezuela elegirá a su presidente.
“Este 22 de abril Venezuela elegirá al presidente de la república nuevamente, nada obstaculizará este evento electoral a favor del pueblo”, señaló en Twitter.
La Constituyente convocó la elección para antes del 30 de abril y el CNE fijó la fecha para el 22 de ese mes. Maduro dijo que confía en que recibirá el apoyo del pueblo, a pesar del rechazo por la hiperinflación y el descalabro económico.
Ante los comicios anticipados, en los que se han establecido vetos a una oposición que denuncia además falta de transparencia, la OEA exhortó al mandatario a fijar un nuevo calendario para un “proceso libre, justo, transparente, legítimo y creíble”, en el que participen todos los partidos y actores políticos “sin proscritos de ninguna clase”.
El texto está en línea con lo que ya exigió el Grupo de Lima la semana pasada. Así, reclama observadores internacionales independientes, acceso libre e igualitario a los medios de comunicación y una autoridad electoral “cuya composición garantice su independencia y autonomía”.