Venezuela aguarda con expectativa sentencia de Leopoldo López

Por Ángel Alberto González

Leopoldo López cuando fue arrestado.  Foto: twitter.com
Leopoldo López cuando fue arrestado. Foto: twitter.com

HAVANA TIMES (dpa) — La inminente sentencia en el juicio contra el dirigente opositor venezolano Leopoldo López, encarcelado hace más de un año y medio y considerado por amplios sectores un preso político, ha despertado gran expectativa ante las denuncias de irregularidades vinculadas al proceso que se lleva en su contra.

López encabezó el 12 de febrero del año pasado una manifestación hasta la sede de la Fiscalía venezolana que derivó en hechos violentos. Los incidentes dejaron dos muertos y varios heridos, así como la destrucción de varios vehículos y el incendio de la entrada principal del edificio del Ministerio Público en el centro de Caracas.

Posteriormente, las protestas se extendieron a todo el territorio venezolano durante varias semanas y dejaron 43 muertos, centenares de heridos y unos 3.000 detenidos, en hechos que la Fiscalía atribuyó al llamado a la manifestación violenta realizado por López, que se entregó voluntariamente a las autoridades días después.

López inicialmente fue responsabilizado por cargos que iban desde homicidio hasta terrorismo, aunque finalmente fue acusado por la Fiscalía por los delitos de “instigación pública, daños a la propiedad en grado de determinador, incendio en grado de determinador y asociación para delinquir” que podrían costarle hasta 14 años de cárcel.

La Fiscalía aseguró que pudo comprobar a lo largo del juicio la culpabilidad de López como “incitador” de la violencia ocurrida el año pasado, por lo que confía en que una sentencia condenatoria contra el opositor.

La defensa de López, empero, subraya que los dos fallecidos en la manifestación habrían caído por disparos de un funcionario policial del Estado y un integrante de un “colectivo” armado oficialista.
Además, se alega que el dirigente opositor en su discurso llamó varias veces a la manifestación “pacífica”, por lo que nunca se pudo comprobar que López haya querido incitar a la violencia.

Tras iniciarse la fase conclusiva del proceso la semana pasada, se espera que la sentencia del juicio sea emitida este jueves, luego de que la jueza a cargo, Susana Barreiros, decidiera retrasar a esta semana la sesión del viernes, que debiera haber sido la última del proceso.

Los abogados de López aseguran que se trata de “un juicio oral y no público”, en el que a la defensa se la ha prohibido presentar sus propias pruebas y testigos, por lo que se produjo “un desequilibrio procesal que trae como consecuencia el estigma del juicio penal contra López” en el que se ha violado el principio del debido proceso.

“Este caso es el resultado sistemático de múltiples violaciones al debido proceso desde que Leopoldo López fue privado de libertad y se ordena su captura a escasas horas de haberse producido un hecho, sin una investigación que lo soporte (y) sin material de evidencias que establezca su participación en los hechos”, criticó en rueda de prensa el abogado Juan Carlos Gutiérrez, a cargo de la defensa.

Gutiérrez asegura que la Fiscalía acusó a López “sin habérsele dado la oportunidad de defenderse”, ya que la misma noche en que ocurrieron los hechos se ordenó su captura pese a que las investigaciones ni siquiera habían comenzado formalmente.

Al igual que la dirigencia de la oposición, la defensa de López considera que el proceso judicial se encuentra totalmente sesgado debido a la subordinación del poder judicial y la Fiscalía al presidente venezolano, Nicolás Maduro.

Numerosas organizaciones de derechos humanos, decenas de ex presidentes, numerosos parlamentos e incluso funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas consideran a Leopoldo López como un preso político y se han pronunciado a favor de su liberación.

Por su parte, Maduro ya ha culpado en numerosas ocasiones a López por las 43 muertes ocurridas durante las protestas del año pasado, por lo descarta que se trate de un preso político.

La decisión del tribunal a cargo se producirá poco antes de que Venezuela celebre, el 6 de diciembre, unas esperadas elecciones parlamentarias en las que numerosos representantes opositores se han visto imposibilitados a participar por su inhabilitación a través de disposiciones oficiales.

Más allá del juicio, varias encuestas revelan que López contaría con una aceptación que rondaría el 40 por ciento, por lo que sería el dirigente político más popular de Venezuela, ligeramente por delante del ex candidato presidencial opositor Henrique Capriles Radonski. Según esos sondeos, Maduro apenas contaría con el apoyo de un 25 por ciento de los venezolanos.

Pese a la expectativa que genera el proceso de López, la mayor parte de medios digitales e impresos han preferido omitir y reducir las informaciones sobre el caso y sólo los portales de Internet han dado seguimiento al juicio.

La alianza opositora, en cambio, lo ha tomado como un caso bandera. Para dirigentes como María Corina Machado la falta de independencia de poderes y la falta del debido proceso que habrían ocurrido durante el juicio a López son prueba de que Venezuela se encuentra sometida a una “dictadura” encabezada por Maduro bajo las “órdenes” de los hermanos Fidel y Raúl Castro.