Universitarios forman coalición y exigen que Ortega asista a diálogo

Por Sonia González  (dpa)

La coalición de estudiantes. Foto: 100% Noticias

HAVANA TIMES – Tres organizaciones de jóvenes que protagonizaron recientes protestas en Nicaragua anunciaron hoy la formación de una “coalición de estudiantes universitarios y sociedad civil” para participar en un diálogo con el Gobierno y exigieron que el presidente Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo asistan a las conversaciones, reportó dpa.

El anuncio fue hecho por dirigentes estudiantiles en una rueda de prensa en un hotel capitalino, donde leyeron un comunicado firmado por la Alianza Universitaria Nicaragüense, el Movimiento Estudiantil 19 de Abril y el Movimiento Universitario 19 de Abril, creados a raíz de las protestas.

Los estudiantes exigieron que el diálogo no sea “a puertas cerradas”, sino que se transmita por medios de comunicación independientes, nacionales e internacionales.

La nueva coalición consideró “sin legitimidad” una Comisión de la Verdad formada por el Parlamento, dominado por el oficialismo. Mañana se dará a conocer a los integrantes de la Comisión para investigar los sucesos violentos que estremecieron al país el pasado abril.

Al respecto, los jóvenes dieron un plazo de cuatro días al Gobierno para que invite a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y a los relatores de Derechos Humanos de la ONU a formar parte de la citada Comisión de la Verdad.

Exigieron además “el cese de la represión, intimidación y persecución por parte de la Policía Nacional y fuerzas de choque del régimen” contra los involucrados en protestas y pidieron garantías para su seguridad personal de cara al diálogo.

“Es momento de luchar con todas nuestras fuerzas”, dijeron los jóvenes tras invitar a todos los movimientos y organizaciones de la sociedad civil a sumarse de inmediato a la nueva coalición.

Indicaron que aún no han definido quiénes serán sus representantes en el diálogo con el Gobierno, e invitaron a un cuarto movimiento estudiantil a integrarse también a la gran alianza.

La crisis inició con una protesta estudiantil por una reforma al Seguro Social, que aumentaba las cuotas de trabajadores, empresas y jubilados. Aunque Ortega revocó la reforma, las manifestaciones se multiplicaron debido a la violenta acción de la Policía y grupos de choque del Gobierno contra los manifestantes.

Este sábado, una manifestación pacífica recorrió Niquinohomo, al sur de la capital, pueblo natal del general Augusto Sandino (1895-1934) y escenario de una batalla campal el viernes entre opositores y sandinistas, por los colores del monumento del héroe nacional.

La estatua de Sandino adorna la entrada a esta localidad de menos de 15.000 habitantes, cuna del patriota nacionalista que hizo frente al ejército de Estados Unidos con un puñado de campesinos descalzos, según han dado cuenta los historiadores.

Hasta hace unos días la figura del héroe lucía un pañuelo rojinegro en el cuello, emblema del partido Frente Sandinista que retornó al poder con Ortega en 2007. Pero al calor de las protestas sociales que estallaron hace dos semanas en el país, opositores lo cambiaron por una pañoleta azul y blanca, colores de la bandera nacional.

Los manifestantes antigubernamentales el sábado recorrieron las calles de la población “defendiendo la bandera azul y blanco”, según declararon a periodistas.

Otra marcha se efectuó en la ciudad de Jinotepe, provincia de Carazo, al sur, sin incidentes.

La ira también se ha desatado en las redes sociales en Nicaragua, que no hacen más que reflejar la crisis política que se vive en el país centroamericano desde hace más de dos semanas, cuando comenzaron las protestas de los estudiantes contra la reforma al Seguro Social y que se trasladaron luego a otros sectores.

Las protestas estudiantiles estallaron el 17 de abril pasado y se saldaron con 45 muertes y 400 heridos, según un informe preliminar del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH). Sin embargo, otros organismos de defensa de derechos humanos han contabilizado 63 decesos. El Gobierno reconoce diez fallecidos.