Una cola acaba en golpes este Viernes Santo en Centro Habana

Multitudinaria cola para la tienda El Bodegón en Centro Habana. (14ymedio)

By Juan Diego Rodríguez (14ymedio)

HAVANA TIMES – Varios policías y patrullas, golpes, discusiones y muchas, muchas personas marcaron la pauta de una cola para comprar aceite vegetal, que se extendió por la calle Salud de Centro Habana este Viernes Santo, feriado en Cuba.

“La policía no puede contra el pueblo con hambre. La gente se bestializa para comprar aceite y pollo”, afirma una vecina que desde su casa ve cómo varias mujeres se dan golpes en una de las riñas que provocó la multitudinaria cola para la tienda El Bodegón, con su entrada por la calle Belascoaín.

“No entiendo por qué el 11 de julio no hubo un poco más de fuerza así como en esta cola para comprar aceite porque la policía le va para arriba a la gente pero la gente no se suelta, sigue dando golpes”, agrega la vecina. “Un día como hoy Dios estaba muerto y el diablo anda suelto”.

Un litro de aceite vegetal en el mercado informal de la capital cuesta entre 500 y 700 pesos, mientras la venta liberada en tiendas estatales continúa racionada al igual que otros productos de primera necesidad. El aceite vegetal desde hace más de dos años comenzó a escasear.

(Oficialmente, 500 pesos son $ 20 USD, mientras que en la calle son poco menos de $ 5 USD. El salario mínimo mensual es de 2100 pesos).

Las personas que pudieron adquirir el producto hoy en El Bodegón a un precio de 50 pesos debieron presentar su libreta de abastecimiento del mercado racionado donde se anotó la compra y hasta pasados 15 días no podrán volver a adquirir aceite en otro establecimiento estatal.

La situación se repite en todo el país. En Santiago de Cuba, la Empresa Refinadora de Aceite Comestible, que abastece también el mercado negro de la provincia, estuvo paralizada por varias semanas y un litro llegó a costar más de 700 pesos. Actualmente, aunque la fábrica comenzó a procesar, todavía escasea el producto y el litro puede comprarse en 500 pesos.

Las autoridades han insistido que la paralización de la refinadora santiaguera fue por “una avería y trabajos de mantenimiento” y que “en ningún momento ha faltado la materia prima”, algo que los residentes celebran porque tendrán aceite por varios meses, aunque tengan que comprarlo a los vendedores informales.

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