Senadores solicitan una “estrategia” de más sanciones contra el régimen

Senador Jim Risch, R-Idaho, (izq) y Senador Robert Menendez, D-N.J.  Foto de archivo: Bill Clark/CQ Roll Call

Iniciativa bipartidista exige más presión para liberar todos los presos políticos y forzar a la dictadura a reformas electorales profundas

Por Confidencial 

HAVANA TIMES – Los senadores estadounidenses, Jim Risch y Robert Menéndez, instaron al Secretario de Estado de los Estados Unidos, Michael Pompeo, y al secretario del Tesoro, Steven Terner Mnuchin, a implementar más sanciones en contra del régimen Ortega Murillo. El senador republicano y el demócrata pretenden que con más sanciones se maximice el apalancamiento para presionar a la dictadura a que realice reformas profundas que conduzcan a elecciones libres y justas en Nicaragua.

“Escribimos para expresar nuestra profunda preocupación por el desprecio flagrante del régimen de Ortega por los derechos humanos y el desmantelamiento sistemático de las instituciones democráticas en Nicaragua, y para solicitar que se tomen medidas específicas de inmediato para revertir este curso peligroso”, dice parte de la carta que enviaron los senadores a Pompeo y Mnuchin.

Los senadores abogaron por que se amplíe los esfuerzos diplomáticos para asegurar la liberación inmediata de todos los presos políticos, incluidos los identificados por la Organización de Estados Americanos y las organizaciones democráticas de Nicaragua.

Menéndez y Risch consideraron en su carta que si Estados Unidos aplica las medidas necesarias (sanciones), estas “deberían alentar al régimen de Ortega a buscar reformas electorales de manera oportuna que incluyan: el nombramiento de nuevos magistrados independientes para el CSE, la restauración de un umbral del 50% + para las elecciones presidenciales, el establecimiento de un segunda ronda de votación si no se alcanza el umbral electoral y el establecimiento de un calendario electoral detallado y el despliegue de observadores electorales internacionales y nacionales creíbles”.

Asimismo insistieron en que es fundamental que Estados Unidos continúe apoyando los esfuerzos de los actores democráticos en Nicaragua y de la OEA para alentar a Ortega a restaurar el estado de derecho y la democracia en Nicaragua.

“Una estrategia de sanciones que incentive el progreso oportuno en estos asuntos alentará a todos las partes a centrarse en una transición significativa a la democracia en Nicaragua”, afirmaron en su carta ambos senadores.

Los últimos sancionados

Menéndez y Risch aplaudieron los pasos tomados hasta la fecha por la administración del presidente Donald Trump para abordar la brutalidad del régimen de Ortega, de conformidad con la Ley de Derechos Humanos y Anticorrupción de Nicaragua de 2018 y la Orden Ejecutiva 13851.

La sanción estadounidense contra el hijo mayor de la pareja presidencial, Rafael Ortega Murillo, el pasado mes de diciembre, demuestra que Estados Unidos mantiene firme su política de “presiones por goteo” contra el régimen orteguista.

Ortega Murillo fue sancionado junto a la Distribuidora Nicaragüense de Petróleos (DNP Petronic), la empresa de seguridad El Goliat e Inversiones Zanzíbar, por “lavado de dinero y apoyo a la corrupción”.

Para Estados Unidos, el primogénito de los Ortega utilizó DNP, un negocio que adquirió con dinero público y luego transfirió a la familia, para enriquecerse “a partir de contratos no competitivos con instituciones gubernamentales nicaragüenses”.

Rafael Ortega Murillo es el décimo sexto funcionario orteguista sancionado por Estados Unidos. El pasado 7 de noviembre se unieron a la lista deshonrosa el comisionado general Ramón Avellán, subdirector de la Policía, el magistrado Lumberto Campbell; presidente del Consejo Supremo Electoral (CSE), y Roberto López, director del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS).

Sanders: “Ortega se convirtió en un dictador”

El 13 de enero en una entrevista a The New York Times el aspirante demócrata a la presidencia, Bernie Sanders, reconoció que Daniel Ortega se convirtió en un dictador desde que llegó al poder. Sanders, quien históricamente ha apoyado a los movimientos de izquierda en América Latina, respondió que el presidente de Nicaragua “es una buena excepción a la regla”, de los gobiernos socialistas que han provocado cambios en la región.

“Llegó al poder hace tiempo en los años 80 y desde entonces se convirtió en un dictador, y creo que eso es desafortunado”, expresó Sanders, desmarcándose de su actitud benevolente hacia la deriva autoritaria mostrada en años anteriores.