Secretario ejecutivo de la CIDH llegó a Nicaragua con delegación
Por Gabriela Selser (dpa)
HAVANA TIMES – El secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Paulo Abrao, llegó hoy a Nicaragua con parte de una delegación que lo acompaña para investigar las supuestas violaciones a los derechos fundamentales durante las protestas que han sacudido al país desde hace un mes.
En declaraciones a periodistas a su llegada a un hotel de la capital, Abrao reiteró que la visita de trabajo de seis días del equipo de la CIDH, formado por 11 personas, comienza formalmente mañana viernes y agradeció la invitación del Estado nicaragüense.
El funcionario brasileño anunció que una parte de los delegados arribaron este jueves con él y el resto lo hará mañana, cuando se espera que ofrezcan una «declaración pública» ante la prensa.
Abrao dijo que la misión de la CIDH estará integrada entre otros por Antonia Urrejola, relatora para Nicaragua, Joel Hernández, relator para personas privadas de libertad, Francisco Eguiguren, relator para la protección de defensores de derechos humanos, y Edison Lanza, relator especial para la libertad de expresión.
Los miembros de la comisión de la OEA tienen previsto reunirse con autoridades y con representantes de sectores afectados en las recientes protestas, como estudiantes, docentes, activistas de derechos humanos, periodistas y dueños de medios informativos que sufrieron censura del Gobierno.
La llegada de la CIDH fue la condición puesta por los estudiantes y demás grupos involucrados en las protestas para asistir a un diálogo nacional con el presidente Daniel Ortega, el cual fue instalado el miércoles y que continuará mañana viernes.
La grave crisis de Nicaragua inició con una manifestación estudiantil el 17 de abril pasado, en rechazo a una reforma al Seguro Social que aumentaba los aportes a trabajadores y empresas. Las protestas se multiplicaron por el país debido a la violenta actuación de la Policía y de fuerzas paramilitares.
La presencia de la CIDH fue exigida también organismos de derechos humanos no gubernamentales, que ya tienen listo un archivo de denuncias recabadas entre familiares de supuestas víctimas del Gobierno.
«Nuestro objetivo es verificar con la CIDH todas las violaciones a los derechos humanos cometidas por el Estado hasta hoy», dijo Alvaro Leiva, presidente de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH).
Los organismos de derechos humanos registran al menos 66 muertos y más de 500 heridos durante esta crisis mientras que el Gobierno reporta 18, incluyendo un cineasta guatemalteco fallecido ayer cuando filmaba una protesta y una joven embarazada que murió hoy.
La vicepresidenta y primera dama, Rosario Murillo, informó que la mujer necesitaba atención urgente por una complicación del embarazo, pero falleció porque manifestantes retuvieron una ambulancia y demoraron su traslado al hospital.
Por su parte, los miembros de la Conferencia Episcopal, que actúa como mediadora y testigo del diálogo, volvieron a reunirse en pleno este viernes para analizar la situación de cara a la próxima sesión del diálogo, dijo a dpa el obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez.
En la capital, algunos «plantones» y protestas pacíficas fueron realizados por estudiantes de secundaria y por mujeres del movimiento «Madres de abril», que volvieron a manifestarse en la transitada zona de Metrocentro para pedir «justicia» en casos de muertes y detenciones de estudiantes.
El presidente Ortega ha acusado a los participantes en las protestas de ser parte de un «complot financiado desde el exterior» para «desestabilizar» al Gobierno.
También en Managua varias rutas de autobuses dejaron de circular mientras supermercados, tiendas de ropa y restaurantes cerraron sus puertas después de que estudiantes atrincherados en una universidad pública convocaran a una «gigantesca rebelión pacífica» para presionar por la salida de Ortega y Murillo.
«Los Ortega-Murillo han dejado claro que no tienen ninguna intención de abandonar la silla presidencial. El pueblo grita ‘basta ya'», señalaron miembros del Movimiento 19 de abril en un comunicado en el que pidieron restringir la circulación en el país durante 24 horas.
«Convocamos al pueblo de Nicaragua a una gigantesca rebelión pacífica, para hacer presión sobre todos los sectores institucionales y económicos», dijeron los jóvenes, que llamaron a la gente a apoderarse «de las calles con barricadas en todos los barrios, comunidades, comarcas, municipios y departamentos del país».
También instaron al movimiento campesino y a la población del interior «cerrar completamente los tranques (retenes) en las fronteras y en las principales carreteras, impidiendo el acceso y la circulación en el país, con énfasis en Managua, durante 24 horas».
En solidaridad con los universitarios, alumnos de colegios secundarios que mantienen suspendidas las clases realizaron mítines en el sector oriental de Managua. «Me gustan las matemáticas, no me gustan las balas», decía una de las pancartas en manos de los niños.