Santos reconoce culpa del Estado colombiano en exterminio de la UP

Foto: ips.org
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HAVANA TIMES – El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, reconoció hoy la culpa del Estado en el asesinato de unos 5.000 miembros de la Unión Patriótica (UP), partido político integrado principalmente por ex guerrilleros de las FARC.

Durante un acto realizado en la Casa de Nariño, sede del Gobierno colombiano, y ante más de 60 miembros sobrevivientes de la UP y familiares de las víctimas, Santos se comprometió a no dejar que se repita lo sucedido con los políticos en la década de los 80.

“El Estado no tomó medidas suficientes para prevenir los asesinatos, atentados y las demás violaciones, a pesar de las evidencias de que esa persecución estaba en marcha”, reconoció el jefe de Estado, quien enfatizó que “esa tragedia nunca debió suceder”.

Asimismo, el mandatario aseguró que las garantías de no repetición consignadas en el acuerdo final del proceso de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) “son una respuesta a los derechos de las víctimas a la verdad, justicia y reparación”.

“Ese es el tema que nos convoca el día de hoy: las garantías de no repetición. Todo el acuerdo final está construido sobre una lógica de no repetición, comenzando por el fin mismo del conflicto, que sin duda es la mayor de las garantías”, dijo Santos.

“Nosotros como Gobierno tenemos que cumplir con el compromiso de asegurar que nadie que participe en política sea víctima de las armas y muy especialmente que ningún miembro de ningún partido, incluido el nuevo movimiento político que surja del tránsito de las FARC a la vida civil sea víctima de la violencia”, agregó.

El presidente insistió en que el Ejecutivo “no puede permitir que se vuelva a repetir la violencia sistemática en contra de los miembros, militantes y sobrevivientes de la UP. Es responsabilidad del Estado dar todas las garantías posibles para que eso no vuelva a ocurrir”.

“Me comprometo solemnemente hoy ante ustedes a tomar todas las medidas necesarias y a dar todas las garantías para que nunca más en Colombia una organización política vuelva a enfrentar lo que sufrió la UP”, sostuvo.

Por su parte, la actual presidenta de la UP, Aída Avella, quien sobrevivió a varios atentados y tuvo que dejar por varios años el país, consideró que el acto es el inicio de la reparación de las víctimas del conflicto armado interno que ha vivido el país desde hace más de medio siglo.

“Siempre habíamos sentido que este genocidio, que fue tan fuerte y tan duro, era más reconocido a nivel internacional que nacional. Pero yo creo que llegó la hora de la paz”, indicó la líder de la UP, partido de izquierda que en 2013 recuperó su personería jurídica después de que le fuera suprimida en 2002 por no tener candidatos al Congreso.

En 1985, durante el gobierno del presidente Belisario Betancur (1982-1986), las FARC protagonizaron un proceso de paz que alcanzó a llegar hasta la declaración de una tregua y la creación de la UP como espacio político para los guerrilleros.

Sin embargo, las negociaciones se rompieron en medio de acusaciones mutuas de incumplimiento y por los ataques de grupos paramilitares contra la UP. Unos 5.000 de sus miembros fueron asesinados, entre ellos dos candidatos presidenciales, ocho congresistas, 70 concejales y 11 alcaldes.

El acto de reconocimiento se da 11 días antes de que Santos y el máximo líder de las FARC, Rodrigo Londoño, alias “Timochenko”, firmen en Cartagena de Indias el acuerdo final de paz tras casi cuatro años de negociaciones en Cuba.

Posteriormente, el 2 de octubre, los colombianos acudirán a las urnas para decidir en un plebiscito si refrendan o rechazan el acuerdo de paz, que incluye, entre otros puntos, el desarme de la guerrilla en un plazo no mayor a seis meses bajo la vigilancia de Naciones Unidas y su transición a un partido político.