Remesas apoyan el trabajo privado en Cuba

Redacción IPS Cuba

La investigación buscó una muestra representativa de los diferentes estratos sociales, demográficos, étnicos y regionales de la población cubana. Jorge Luis Baños - IPS

HAVANA TIMES, 15 sep. — Aunque las remesas constituyen un importante apoyo económico para una parte de la población de Cuba, esta fuente de ingresos necesitaría otros incentivos nacionales como microcréditos para contribuir al desarrollo del sector privado en la isla, concluyó un estudio publicado por el sitio web de la revista católica Palabra Nueva.

Manuel Orozco y Katrin Hansing, investigadores estadounidenses que este año entrevistaron a 300 personas con remesas en todo el país, sugieren a las autoridades cubanas “la implementación de estrategias que respondan a las condiciones de estos pequeños negocios, como son el microcrédito, el mercado al por mayor, la asesoría técnica y la educación financiera”, para lograr el crecimiento de este sector.

Según “Remesas: presente y futuro de la empresa en Cuba”, aparecida este mes en la versión digital de la revista de la Arzobispado de La Habana, 43 por ciento de las personas entrevistadas expresó que no emprenderá un pequeño negocio, 34 por ciento indicó que sí y 23 por ciento ya tenían uno.

Entre las razones principales del primer grupo aparecen: declaró como razones principales para no entrar en el trabajo por cuenta propia “la falta de recursos/capital inicial; falta de conocimiento empresarial; el inestable contexto político-económico”.

Al ser preguntadas sobre el propósito de su negocio privado, el estudio arrojó que “la mayoría expresó que era un complemento a su trabajo actual, o una estrategia de supervivencia después de perder su trabajo actual”. Sólo un nueve por ciento declaró que su motivo era “un interés personal”, abundó.

Otros resultados del estudio:

– Receptores de remesas: 68% de Estados Unidos, 13% de Europa (principalmente España), 19% de América Latina y otros países en vías de desarrollo, de ellos el 8 por ciento las recibió de trabajadores cubanos en Venezuela.

– Las transferencias a Cuba no han aumentado a pesar de la recuperación económica y el relajamiento de las restricciones de Estados Unidos. Aunque las remesas desde América Latina han estado creciendo en volumen, muestran menores cantidades remitidas. Sin embargo, la frecuencia de envíos ha aumentado a ocho veces, superior a seis en 2005.

– Quienes ya poseen un negocio (23% de la muestra), se dedican fundamentalmente a servicios y ventas: el 22% vende comida, el 4 % es dueño de una “paladar” y solo 30 % tiene empleados. Para mantener el funcionamiento comercial, 63 por ciento utiliza sus ingresos por ventas y 27 por ciento, las remesas familiares.

“Hay además indicios de que aquellos interesados en establecer un negocio, o quienes ya tienen uno, predominantemente operan en un nivel de subsistencia y no pueden generar riqueza adicional”, concluyó.

El 95 por ciento de los interesados en el trabajo por cuenta propia considera que su inversión monetaria sería inferior a 5.000 dólares estadounidenses (USD), incluso menos de 1.000, especificaron Orozco y Hansing, profesionales del centro de estudios Diálogo Interamericano y de la Ciudad Universitaria de New York, respectivamente.

Así, la cuarta parte contaba con los ahorros necesarios, el 30 por ciento ya tenía el local y dos tercios veían a la financiación de familiares en el exterior como fuente complementaria a su inversión inicial.

La frecuencia de envío de dinero a Cuba, fundamentalmente desde Estados Unidos, Europa y América Latina, aumentó en los últimos tiempos pero el monto se ha mantenido estable. “Las remesas continúan representando, por lo menos, la mitad del ingreso total de estas personas”, asegura el texto.

Aunque los ingresos de las personas receptoras de remesas permanecen por debajo de los 100.00 dólares USD mensuales, ellas logran ahorrar más que las personas carentes de este apoyo y algunos tienen reservas que oscilan entre 1.000 y 2.000 USD. Para los especialistas, “estos fondos constituyen una base para la inversión en un potencial negocio”, pero se requiere de otros activos e incentivos del gobierno para iniciar empresas privadas.

Además, el 60 por ciento del grupo entrevistado que ya tiene una iniciativa por cuenta propia está engrosado por mujeres, mientras los interesados ahora en llevar a cabo negocios de este tipo son en su mayoría hombres, un 67 por ciento, apuntó.