Puerto Rico tras el huracán: los puertorriqueños se van, los “ultraricos” llegan

Por Democracy Now

HAVANA TIMES – Han pasado seis meses desde que el huracán María azotó Puerto Rico. Fue la tormenta más catastrófica que ha azotado la isla en más de un siglo. Alrededor de 200.000 personas permanecen sin energía eléctrica en lo que se considera el apagón más largo en la historia de Estados Unidos. Las autoridades afirman que algunas áreas continuarán sin energía hasta mayo. La devastadora tormenta ha cambiado a Puerto Rico de innumerables maneras.

La cifra oficial de muertes se mantiene en solo 64, pero los recuentos independientes elevan la cifra de muertos a más de 1.000. De acuerdo con un estudio reciente del Centro de Estudios Puertorriqueños de la Universidad Hunter College de Nueva York, más de 135.000 puertorriqueños han huido a la parte continental de EE.UU. Al mismo tiempo, las autoridades de la isla han abierto sus puertas a inversores ricos, particularmente de la industria tecnológica, para ayudar en la reconstrucción de la isla.

Para más, hablamos con Yarimar Bonilla, antropóloga puertorriqueña y académica en la Universidad de Rutgers. Su último artículo en The Nation se titula “Seis meses después de María, los puertorriqueños enfrentan una nueva amenaza: la reforma de la educación”.

Transcripción

AMY GOODMAN: Esto es Democracy Now! Democracynow.org, el informativo de guerra y paz, soy Amy Goodman. Han pasado seis meses desde que el huracán María azotó la isla de Puerto Rico. Fue la tormenta más catastrófica que azotó la isla en más de un siglo. Alrededor de 200.000 personas permanecen sin energía eléctrica en lo que se considera el apagón más largo en la historia de Estados Unidos. Las autoridades afirman que algunas áreas continuarán sin energía hasta mayo.

La devastadora tormenta ha cambiado a Puerto Rico de innumerables maneras. La cifra oficial de muertes se mantiene en solo 64, pero los recuentos independientes elevan la cifra de muertos a más de 1.000. De acuerdo con un estudio reciente del Centro de Estudios Puertorriqueños de la Universidad Hunter College de Nueva York, más de 135.000 puertorriqueños han huido a la parte continental de los EE.UU. El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, tiene planeado privatizar la Autoridad de Energía Eléctrica, conocida como PREPA, uno de los mayores proveedores públicos de energía en Estados Unidos.

El gobernador también está presionando para crear una red de escuelas chárters —escuelas gestionadas de forma privada y financiadas con fondos públicos— y para ofrecer bonos para escuelas privadas. El lunes 19 de marzo, los maestros de toda la isla realizaron una huelga de un día para protestar contra el plan de privatización. Mientras tanto, los puertorriqueños desplazados protestaron el martes 20 de marzo en Washington frente a la sede de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias. Para más, nos acompaña Yarimar Bonilla, antropóloga puertorriqueña y académica en la Universidad de Rutgers. Su último artículo en The Nation se titula “Seis meses después de María, los puertorriqueños enfrentan una nueva amenaza: la reforma de la educación”.

Bienvenida a Democracy Now! nuevamente, estamos contentos de tenerle con nosotros. La entrevistamos justo después de la tormenta, hace seis meses. ¿En qué situación se encuentra ahora Puerto Rico?

YARIMAR BONILLA: A seis meses del huracán María la infraestructura todavía está hecha pedazos, las luces en las calles y los semáforos aún no funcionan. Todavía quedan miles de personas sin electricidad y también muchas personas sin agua. Y también hay que considerar el panorama emocional de la isla. Muchas personas siguen en un estado de angustia, esperando que lleguen las ayudas de FEMA. Muchas personas aún están esperando. Hay gente que aún no tiene los toldos de FEMA. En algunos algunas partes de la isla se ven muchas mejoras y en las áreas turística se ven mejoras —muchos de los hoteles han reabierto— pero en los campos y en otras áreas todavía hay muchas personas que están sin electricidad y sin servicios básicos.

AMY GOODMAN: En su investigación para The Nation usted se ha enfocando específicamente en la reforma educativa. Háblenos de lo que ha sucedido durante estos 6 meses, lo que está ocurriendo no es solo una tormenta natural, sino también una oportunidad que los políticos están usando para cambiar Puerto Rico.

YARIMAR BONILLA: Antes de María ya se había contratado a una secretaría de Educación que es nativa de Filadelfia que ya estaba enfocada en cerrar escuelas, en reducir los gastos de educación y en transformar el sistema educativo de Puerto Rico. Después de María, todo eso se ha acelerado y con la ayuda de Betsy DeVos, la Secretaría de Educación de Estados Unidos, se preparó una reforma educativa que encamina el sistema educativo hacia un sistema de escuelas chárters concertadas y de bonos para escuelas privadas. El gobierno local dice que esto no es necesariamente una forma de privatización y que escuelas chárters no necesariamente van a ser “for profit” (con ánimo de lucro), no van a estar orientados a obtener una ganancia, pero la ley no establece en sí cuáles van a ser los criterios para otorgar esas escuelas chárters y realmente el pueblo puertorriqueño no sabe quién va a estar a cargo de la educación de sus niños. Hay personas que apoyan estas medidas porque el Departamento de Educación ha tenido muchas dificultades económicas, y ellos piensan que esta política va a mejorar la educación de sus hijos. Lo mismo ocurre en Estados Unidos: muchas personas apoyan los subsidios pensando que eso va a ayudar a tener mejores escuelas para sus hijos. La situación es preocupante porque también hay bonistas que tienen intereses económicos en estas compañías de escuelas chárters y la Secretaría de Educación ha dicho que se está enfocando principalmente en el caso de Nueva Orleans. Lo que pasó en Nueva Orleans, cómo fueron transformadas las escuelas allí luego del paso del huracán, está sirviendo de modelo para Puerto Rico ahora mismo.

AMY GOODMAN: Entonces, estamos hablando de educación. Pero también están estas grandes protestas que están comenzando y ciertamente, estaban sucediendo antes de la tormenta. Y eso es algo de lo que usted habló bastante. Mirando a Puerto Rico antes y después de la tormenta, a veces no es posible ver la diferencia. La idea es que la isla también estaba devastada antes. Háblenos de la resistencia a los cambios y de cómo esto estaba ocurriendo mucho antes de la tormenta. Estudiantes protestando en la Universidad de Puerto Rico, maestros protestando, y ahora otra protesta esta misma semana.

YARIMAR BONILLA: Desde que llegó al huracán María, se ha reducido un poco la actividad política porque muchas personas en lugar de estar protestando contra el gobierno estaban ocupándose de sus calles, de sus comunidades y de sus familias. Pero ya se han empezado a ver nuevos levantamientos de protesta. El lunes los maestros hicieron un paro de un día y muchos maestros hicieron una manifestación frente al Capitolio. Poco a poco se están dando más protestas y los ciudadanos han llamado también a la renuncia de Julia Keleher, la Secretaría de Educación de Puerto Rico. Así que creo que se está retomando las luchas políticas que ya estaban ocurriendo antes del huracán María, como la protesta contra la deuda. Julia Keleher ya trabajaba como contratista para el Departamento de Educación en los cuatro años anteriores a su nombramiento. A ella le habían otorgado ya más de un millón de dólares en contratos… a su compañía Keleher & Associates, que es una compañía de consultoría de educación. Ella tiene una formación académica en educación pero trabaja en la Escuela de Negocios de la George Washington University. Así que ella está del lado de los negocios en lo que respecta a la educación. A ella se la contrató para reformar el sistema educativo de Puerto Rico. Se ha generado mucha controversia por aunque ella habla español muchas personas piensan que ella no sabe suficiente sobre el contexto local y que a veces desprecia la labor de los maestros locales y de los trabajadores sociales. Últimamente hay una gran controversia porque ella le cedió un contrato de millones de dólares a una compañía norteamericana para hacer un programa de valores, para educar a los puertorriqueños sobre los valores, y esa compañía ha hecho ese programa de valores para la CIA y para otras agencias gubernamentales de Estados Unidos. Entonces, mucha gente en Puerto Rico se pregunta por qué se escogió esta compañía, por qué se le paga esta cantidad astronómica de dinero y por qué tienen que venir extranjeros —-en cierto modo extranjeros—- a enseñarle a los puertorriqueños valores. Eso ha sido muy controversial.

AMY GOODMAN: ¿No dijo que ve a Nueva Orleans como modelo para Puerto Rico, la Nueva Orleans de después de Katrina? En Nueva Orleans, despidieron a todos los profesores.

YARIMAR BONILLA: Sí. Ella no ha dicho que van a despedir maestros pero obviamente si tú estás redistribuyendo las escuelas y cerrando escuelas, van a haber menos plazas. Ella ha dicho que los maestros se van a reinventar, como de forma orgánica, y van a encontrar nuevas ocupaciones pero realmente sí se van a despedir maestros y seguramente esto va a debilitar las uniones de trabajadores también. Hay personas que no necesariamente apoyan las uniones, pero al debilitar las uniones, los maestros no van a poder tener la posibilidad de organizarse y de combatir algunas políticas que no van a ser buenas para la educación de los niños en Puerto Rico.

AMY GOODMAN: Quiero referirme al millonario estadounidense y gestor de fondos de cobertura John Paulson, hablando de Puerto Rico, no ahora, no después de María, sino 2 años antes de la tormenta.

JOHN PAULSON: Soy optimista sobre las perspectivas de crecimiento a largo plazo para Puerto Rico. Con un clima perfecto, es una isla muy hermosa. Básicamente puedes minimizar tus impuestos de una manera que no puede hacerse en ningún otro lugar del mundo.

AMY GOODMAN: Y este es el presidente de la fundación bitcoin, Brock Pierce, hablando de Puerto Rico, donde ahora reside. Esto es después de la tormenta, el mes pasado.

BROCK PIERCE: Creo que Puerto Rico está en esa situación perfecta en la que pueden suceder cosas increíbles. Es en estos momentos en los que hemos experimentado una gran pérdida, es cuando tenemos la mayor oportunidad de volver a empezar y mejorar las cosas. En este momento podemos experimentar un gran cantidad de cambios que de otro modo no serían posibles. Puerto Rico puede convertirse en lo que quiera. Estamos aquí para ayudar a Puerto Rico, a su gente y a este lugar a volver a empezar lo mejor posible. Y Puerto Rico decidirá en que quiere convertirse.

AMY GOODMAN: “Y Puerto Rico decidirá en qué quiere convertirse”, dice el presidente de la fundación de bitcoin y actor infantil Brock Pierce. Antes de él habíamos escuchado a John Paulson. Profesora Bonilla, usted ha escrito una artículo titulado “Para los inversores, Puerto Rico es una pizarra en blanco de fantasía”, y acabamos de tener una conversación con usted y Naomi Klein, quien ha escrito un gran reportaje para The Intercept titulado “La batalla por el paraíso: puertorriqueños y ultraricos “Puertópicos” están atrapados en una batalla campal sobre cómo reconstruir la isla”. Habla sobre quiénes son estos hombres, qué es blockchain y bitcoin y qué tienen que ver con la rehabilitación y la reconstrucción de Puerto Rico.

YARIMAR BONILLA: Muchos de estos empresarios tienen intereses en el campo de la tecnología. Por un lado, está la moneda virtual de Bitcoin y por el otro el sistema blockchain (cadena de bloques), que es la plataforma que facilita la creación del bitcoin. Son dos sistemas diferentes pero que trabajan juntos. Entonces, el gobierno de Puerto Rico ha estado reclutando a estos ejecutivos y tecnólogos, gente de la industria de la tecnología, para hacer que sean parte de la recuperación en Puerto Rico. Como dijo Brock Pierce, ellos lo ven como un momento de “re-start”, de re-empezar Puerto Rico. La semana pasada, justo una semana antes del aniversario del huracán María, se declaró que era la semana de “re-start” en Puerto Rico y tuvieron una serie de conferencias sobre blockchain y bitcoins. El Gobierno ha estado presente, apoyando a estos sectores y diciendo que esto va a ser central para la recuperación económica de Puerto Rico. Entonces, a estos empresarios les atrae venir a Puerto Rico porque en Puerto Rico no tienen que pagar impuestos federales y tampoco, bajo una legislación especial que se ha aprobado, tienen que pagar impuestos locales. Hasta el año 2035 están completamente exentos de impuestos. Originalmente estas leyes los obligaban a crear trabajos pero la administración actual levantó esos requisitos y ya ellos pueden ir a Puerto Rico y ser simplemente individuos que están allí la mitad del año y ya con eso no tienen que pagar ningún impuesto. A ellos también les atrae estar en Puerto Rico en este momento porque estas industrias de blockchain y bitcoin no están bien reguladas en Puerto Rico. Como Puerto Rico tiene algunas ambigüedades legales por su relación con Estados Unidos, hay un espacio para que ellos puedan innovar no tan solo en tecnología sino también en regulación y sentar precedentes de cómo estas tecnologías se van a utilizar en el futuro en Puerto Rico y en otras partes del mundo.

AMY GOODMAN: Profesora Bonilla, ¿puede explicar qué es la Ley 20-22? Por qué todos estos ultra ricos, los “Puertópicos”, que están llegando a Puerto Rico dado que las leyes sobre impuestos son diferentes a las de cualquier otra parte del mundo, incluido Estados Unidos.

YARIMAR BONILLA: La Ley 20-22 fue implementado por la administración anterior y era una forma de responder a la crisis económica. En un momento en que no se le estaba prestando dinero a Puerto Rico, ellos querían traer empresarios e inversionistas a la isla para que invirtieran dinero en la economía puertorriqueña. Tenía ciertos requisitos sobre lo que esas personas tenían que hacer. Bajo la administración actual, eso se ha transformado un poco y ya no se les requiere crear empleos, ni tampoco se les requiere invertir directamente. Solamente tienen que pagar 5.000 dólares para para poder
solicitar este beneficio, y dicen que esos 5.000 dólares se van a utilizar para la promoción de esta legislación. Entonces, una vez son aprobados, están exentos de contribuciones y pueden vivir en Puerto Rico la mitad del año sin pagar ningunos impuestos.

AMY GOODMAN: ¿Y el asunto del cuatro por ciento?

YARIMAR BONILLA: Mientras que en Estados Unidos pagan un nivel mucho más
alto de impuestos, en Puerto Rico pagarían solo 4 por ciento.

AMY GOODMAN: Trump cambió el código tributario y ciertamente redujo la tasa corporativa, pero en Puerto Rico no tienen que pagar casi nada.

YARIMAR BONILLA: Sí, en Puerto Rico no tienen que pagar casi impuestos y esto les es muy atractivo también para los de la moneda virtual porque les permite cambiar de la moneda virtual a la moneda no virtual, sólida, sin perder tanto dinero en la transferencia
de su dinero.

AMY GOODMAN: ¿Qué más tiene que entender la gente sobre lo que está sucediendo hoy en Puerto Rico? Según las estimaciones, una doscientas mil personas han abandonado Puerto Rico. Esta es una historia increíble y bastante interesante: cuando vives en la isla, no puedes votar por el presidente de Estados Unidos, pero si te mudas a otro estado de Estados Unidos entonces puedes votar en las elecciones presidenciales, y esto va a cambiar los patrones de votación, por ejemplo, en Florida, a donde se han mudado muchos puertorriqueños.

YARIMAR BONILLA: Ha sido interesante que tanto el gobierno federal como…

AMY GOODMAN: Porque ellos pueden votar en las elecciones presidenciales.

YARIMAR BONILLA: Tanto el gobierno federal como el gobierno local han estado impulsando esa migración. El gobierno federal, por las políticas que ha aplicado en cuanto a la ayuda de FEMA y etcétera, no ha ayudado enormemente a la gente a reconstruir en Puerto Rico, pero sí le han pagado a los puertorriqueños hoteles para quedarse en Estados Unidos, aunque los están votando de los hoteles. Ahora tiene todos estos puertorriqueños desplazados porque no han podido reconstruir sus hogares. Muchos han perdido sus empleos y aunque estén llevando a Puerto Rico todos estos empresarios desde Estados Unidos, no se están fomentando los pequeños negocios en Puerto Rico o reimpulsando la economía a nivel global. Entonces, tienes todas estas personas desempleadas, y muchos están acudiendo a Estados Unidos para buscar empleo y entrar a trabajar a las industrias que puedan. Hemos visto reportajes de puertorriqueños que estaban en compañías en Dakota del Norte, o que se están yendo a otros lugares a trabajar en la industria turística. Están regados por todo Estados Unidos .Y al mismo tiempo, tienes al gobernador de Puerto Rico tratando de movilizar a esa diáspora como un elemento político. Él ha estado haciendo viajes a Florida, etcétera, y tratando de movilizar a los puertorriqueños para que participen en las elecciones. Para algunas personas en Estados Unidos eso es positivo porque piensan que los puertorriqueños pueden participar en las elecciones, involucrarse con el Partido Demócrata y quizás ayudar a tumbar a Trump. Pero, al mismo tiempo, eso quiere decir que esos puertorriqueños están desplazados de sus hogares. Los que están llegando a imponer la política de recuperación en Puerto Rico entonces son más personas de Estados Unidos. Es como un intercambio de población. Para mí es bien preocupante esa tendencia que estamos viendo.

AMY GOODMAN: Seis meses después de la tormenta, ¿qué es lo que más necesitan los puertorriqueños y qué debería saber la gente aquí en el continente y en el resto del mundo?

YARIMAR BONILLA: Creo que a seis meses del huracán los puertorriqueños lo que más necesitan es una voz. Necesitan que se les escuche. Ya ellos tienen voz, pero lo que más necesitan es que se escuche a las comunidades, a los líderes comunitarios que han estado desarrollando otras visiones de futuro que no son la de los empresarios americanos. El gobierno de Puerto Rico actualmente está creando consejos asesores y está escuchando más qué es lo que necesitan los empresarios de Wall Street y los empresarios de blockchain para hacer de Puerto Rico un paraíso fiscal y un paraíso para los turistas. Pero Puerto Rico tiene que ser un paraíso para los residentes, para las personas que quieren imaginar otro futuro de energía renovable, de soberanía alimenticia, y que quieren poder imaginar un lugar para ellos en la isla sin tener que emigrar a la diáspora.

AMY GOODMAN: Muchas gracias por estar con nosotros. Yarimar Bonilla es profesora asociada de Antropología y Estudios del Caribe en la Universidad Rutgers e investigadora visitante en la Fundación Russell Sage. Su último artículo en The Nation se titula: “Seis meses después de María, los puertorriqueños enfrentan una nueva amenaza: la reforma de la educación”. Para escuchar nuestra conversación con ella y Naomi Klein en inglés pueden visitar democracynow.org. Soy Amy Goodman, muchas gracias por acompañarnos.