OEA insta a EEUU y Venezuela a dialogar

para resolver diferencias

Por Beatriz Juez (dpa)

Delcy Rodríguez en la OEA.
La ministra de Asuntos Exteriorers venezolana, Delcy Rodríguez en la OEA.  Foto: telesurtv.net

HAVANA TIMES — Los miembros de la OEA exhortaron hoy a Estados Unidos y Venezuela a dialogar para resolver sus diferencias y rebajar las tensiones diplomáticas, mientras Washington argumentó que el tono de las sanciones contra funcionarios venezolanos, cuestionado por varias naciones, fue malinterpretado.

El Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) celebró hoy una sesión extraordinaria para recibir a la ministra de Asuntos Exteriores venezolana, Delcy Rodríguez, quien acudió ante este organismo para “alertar sobre la agresión” de Estados Unidos al considerar a Venezuela “una amenaza inusual y extraordinaria para su seguridad nacional”.

Rodríguez exigió al presidente Barack Obama derogar la orden ejecutiva aprobada el 9 de marzo, en la que anunciaba los nombres de siete funcionarios venezolanos sancionados por su gobierno.

La canciller venezolana señaló que lamentablemente “la historia ha demostrado que la aplicación de leyes de esta naturaleza cuando han emanado del gobierno de Estados Unidos suelen preceder intervenciones militares y agresiones de otro tipo como bloqueo financiero, comercial y económico, como en Cuba”.

Rodríguez consideró que esta es “una amenaza real que se cierne hoy contra Venezuela y su gobierno”. Y alertó que “se pretende, y este decreto así lo permite, poner mano sobre nuestros recursos petroleros”.

Por su parte, Michael Fitzpatrick, representante permanente interino de Estados Unidos ante la OEA, aseguró que el lenguaje de la orden ejecutiva del presidente Obama “ha sido malinterpretado”.

Fitzpatrick explicó que se requiere que Obama utilice este lenguaje para implementar las sanciones, aprobadas por el Congreso de Estados Unidos en diciembre. Y recordó que en los últimos 40 años han utilizado este lenguaje “docenas de veces” y puso como ejemplo los casos de lucha contra el narcotráfico en México y Colombia.

“Esto no es el preludio de una invasión. No estamos preparando una invasión militar. No estamos buscando desestabilizar o derribar al gobierno de Nicolás Maduro en un golpe de Estado. No participamos de una conspiración internacional para dañar a la economía o al pueblo venezolano”, aseguró el representante estadounidense, quien dijo que se trata de una legislación nacional, no extraterritorial.

Washington no considera intervencionista, como argumenta Caracas, las sanciones aplicadas contra siete funcionarios venezolanos presuntamente culpables de violaciones de derechos humanos y de corrupción pública. Para la administración Obama es un acto soberano porque ellos deciden quién puede entrar o no en Estados Unidos y quién puede participar en el sistema financiero estadounidense.

La petición de derogar la orden ejecutiva fue secundada por varios estados miembros de la OEA, que criticaron el lenguaje y la forma utilizados por Washington.

“Sería muy preocupante si un país de nuestra región amenazara a otro país de la región, (lo que llevaría a) un enfrentamietno al que Argentina se opone”, dijo el canciller argentino Héctor Timerman, quien aseguró no entender “por qué se aplica una medida tan drástica”
si Venezuela no supone una amenaza para Estados Unidos.

“El lenguaje que utiliza no constribuye al diálogo”, añadió Vanessa Rubio Márquez, subsecretaria para America Latina y el Caribe de México, quien, al igual que otras delegaciones, exhortó a los gobiernos de Estados Unidos y Venezuela al “diálogo bilateral”.

Caracas considera la orden ejecutiva una amenaza a su soberanía y una injerencia en los asuntos internos de Venezuela. La canciller venezolana aseguró que los funcionarios venezolanos fueron sancionados “por defener la democracia”.

Varias delegaciones aplaudieron la decisión de Venezuela y Estados Unidos de acudir ante la OEA para derimir diferencias. Además intentaron rebajar las tensiones entre ambos de cara a la Cumbre de las Américas, que se celebrará el 10 y 11 de abril en Panamá y a la que Cuba acudirá por primera vez.

También se oyeron múltiples llamados al gobierno venezolano y a la oposición a dialogar para tratar de resolver la crisis política que vive desde hace un año el país.

A los funcionarios venezolanos afectados por las sanciones se les han bloqueado o congelado las propiedades y cuentas bancarias en Estados Unidos y se les prohibirá la entrada al país. Además se ha prohibido a los estadounidenses que hagan negocios con ellos.