Obispos de Nicaragua dan plazo de un mes a diálogo con el Gobierno

Por Gabriela Selser (dpa)

HAVANA TIMES –  Ante una multitudinaria manifestación pacífica, la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) reiteró hoy su voluntad de mediar en un diálogo entre el Gobierno y la sociedad civil, pero advirtió que le dará al presidente Daniel Ortega un plazo de un mes para evaluar el cumplimiento de los acuerdos.

“Le expresamos (al presidente) que al mes de empezado el diálogo haríamos un alto para evaluar la voluntad, la implementación y el cumplimiento serio y real de los acuerdos”, reveló el cardenal Leopoldo Brenes, presidente de la CEN, frente a la población, que volvió a reunirse masivamente en Managua.

“Y si los obispos evaluamos que no se están dando los pasos (fruto de los acuerdos entre las partes), informaríamos al pueblo de Dios y les diríamos que así no podemos seguir y que no se pudo” llegar a una solución de la crisis, agregó.

Los obispos aceptaron participar como mediadores y testigos en el diálogo que Ortega convocó en respuesta a las protestas universitarias que iniciaron el 17 de abril y a las que se sumaron otros sectores, en rechazo a la violenta reacción policial.

El también arzobispo de Managua habló miles de personas en las afueras de la Catedral Metropolitana de Managua, que participaron en una marcha para pedir “paz y justicia” tras los violentos incidentes que la semana pasada dejaron decenas de muertos, heridos y detenidos, en su mayoría jóvenes.

A la marcha asistió el obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, conocido crítico de Ortega, quien entró a la explanada seguido por miles de jóvenes universitarios y en medio de la ovación de la multitud que agitaba banderas de Nicaragua y del Vaticano.

“Los que trabajan por la paz siembran la paz y cosechan la justicia”, expresó Báez en una breve intervención, mientras cientos de personas clamaban “¡Justicia, justicia, justicia!”.

El gobierno ha confirmado diez muertes durante enfrentamientos, pero la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH, independiente) ha reportado hasta 63 fallecimientos, además de nueve jóvenes que se encuentran muy graves en el hospital.

También el cardenal Brenes se refirió a los muertos, en su gran mayoría estudiantes. Estamos “hermanados en el dolor de tantas vidas perdidas estos días… hermanados en el anhelo de justicia, paz, libertad y reconciliación”, señaló.

Esta fue la segunda gran marcha realizada en Managua en menos de  una semana, después de que varios miles se manifestaran el pasado lunes en la transitada zona de Metrocentro, al grito de “Fuera Ortega” y “No más represión”.

Este sábado también se realizaron manifestaciones convocadas por la Iglesia Católica en las ciudades de Estelí  y Matagalpa (norte), Matagalpa, Rivas (sur), León (occidente) y Boaco (centro).

Hasta la Catedral llegó una caravana campesina con más de 80 camiones y autobuses cuyo ingreso esta vez no fue bloqueado por la Policía.

Los campesinos llegaron procedentes de las comunidades rurales El Tule, La Fonseca, Naciones Unidas, Punta Gorda y La Unión, en el municipio surcentral de Nueva Guinea.

Encabezados por Francisca Ramírez, líder del movimiento que se opone a la construcción de un canal interoceánico (en suspenso desde 2014), los campesinos rechazaron la “actuación criminal de la Policía que asesinó a los universitarios”, según dijo a dpa Bismarck Sándigo, que se identificó como un ex miembro de los “contras” que combatieron al Ejército sandinista durante la revolución de la década de 1980.

“Nuestra lucha es para que se derogue la oprobiosa Ley 840 (del canal interoceánico”, agregó el agricultor. “Y también exigimos que se vaya Ortega, y que antes pague por la muerte de esos muchachos”, agregó, a su lado, Rubén Darío González. “Decimos que queremos paz y justicia, pero eso no lo puede dar un Gobierno asesino”, acotó el también campesino González.

Las protestas iniciaron en rechazo a una reforma al Seguro Social que establecía un incremento en las cuotas y aportes de los trabajadores y empresas al Seguro Social, incluyendo una reducción del 5 por ciento al monto de las pensiones de los jubilados.

Aunque el presidente Daniel Ortega revocó la reforma y accedió a instalar un diálogo con distintos sectores, hasta ahora no se ha informado cuándo iniciarán las conversaciones ni se conoce la lista de participantes.