Obama prolonga un año más las medidas del embargo comercial a Cuba

Obra en el reciente Bienal de La Habana. Foto: Juan Suárez
Obra en el reciente Bienal de La Habana. Foto: Juan Suárez

HAVANA TIMES (dpa) — El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, prolongó hoy un año más la llamada Ley de Comercio con el Enemigo, fundamento del embargo comercial a Cuba, por considerar que responde “a los intereses nacionales” del país.

Se trató de una mera formalidad, aunque este año había expectativa con lo que pudiera hacer el presidente después de que Washington y La Habana reanudaran en julio relaciones bilaterales tras más de medio siglo de ruptura y enfrentamiento ideológico.

“El presidente Obama ha determinado que es en interés nacional de Estados Unidos renovar la Ley de Comercio con el Enemigo con respecto a Cuba por un año, algo que viene haciéndose regularmente desde 1978”, explicó a dpa Katherine Vargas, portavoz para la prensa hispana de la Casa Blanca.

Vargas recordó que Obama “continúa creyendo que el Congreso debería levantar el embargo a Cuba y ha tomado ya una serie de pasos para normalizar las relaciones y empoderar al pueblo cubano”.

Obama no puede levantar el embargo por su cuenta. Sólo el Congreso, dominado por los republicanos, puede hacerlo.

La prolongación de esta legislación, que en un principio expiraba el 14 de septiembre, le permite continuar usando su autoridad ejecutiva para normalizar las relaciones con la isla y seguir realizando pequeños cambios normativos para flexibilizar el embargo.

Hasta que el Congreso levante el embargo, “la administración continúa tomando pasos prudentes y responsables para permitir el comercio y los viajes, de acuerdo con su autoridad y dentro de las continuas limitaciones del embargo”, añadió Vargas.

Fuentes de la administración Obama que pidieron el anonimato explicaron que al prolongar un año más esta legislación “aumenta al máximo la flexibilidad del presidente para administrar el embargo cubano y autorizar ciertas transacciones”.

Según las mismas fuentes, esto es clave para “el compromiso de la administración a la hora de apoyar la capacidad del pueblo cubano para determinar libremente su propio futuro”.

Aunque en un principio pudiera parecer lógico que Obama, partidario del fin del embargo, hubiera dejado expirar una de las leyes que lo sustentan, los expertos consideran que hacerlo hubiera sido contraproducente para el presidente, ya que esta legislación es la única que le otorga poderes para relajarlo.

Por ejemplo, Obama utilizó esta legislación en sus órdenes ejecutivas para ampliar el comercio y los viajes a la isla y para ordenar la apertura de la embajada de Estados Unidos en La Habana.

Los expertos aseguran que sin esta legislación, Obama no tendría autoridad para avanzar en la normalización de las relaciones con Cuba y se anularían todas las modificaciones hechas al embargo desde 1996.

La Ley de Comercio con el Enemigo, vigente en Estados Unidos desde 1917 y aplicada a Cuba tras el triunfo de la revolución castrista, prohíbe el intercambio comercial con los países enemigos o sus aliados y le otorga al presidente estadounidense la facultad de imponer sanciones económicas en tiempo de guerra o en cualquier emergencia nacional.

Actualmente esta legislación sólo se aplica a Cuba. Antes se aplicó a China, a Vietman y a Corea del Norte.

En virtud de esta ley se adoptaron las Regulaciones para el Control de Activos Cubanos en 1963, después de que se decretara el embargo.

Otras leyes que sustentan el embargo son la Ley para la Asistencia Exterior (1961), La Ley para la Administración de las Exportaciones (1979), la Ley Torricelli (1992), la Ley Helms-Burton (1996) y las Regulaciones para la Administración de Exportaciones (1979).

La administración Obama aprobó, primero en 2009 y después en enero de este año, medidas para flexibilizar el embargo, pero éste sigue aún vigente hasta que lo levante el Congreso.

Estados Unidos también sacó este año a Cuba de la lista de países patrocinadores de terrorismo, tal y como exigía La Habana para reanudar relaciones bilaterales, rotas en 1961.

El gobierno cubano cifra en más de un billón de dólares el impacto a la economía nacional por el embargo de Estados Unidos desde 1962.