Mortalidad por Covid-19 sube rápido en Ecuador y Brasil; Guatemala tiene más casos infectados por deportados de EUA, y más noticias

El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció el martes que suspendería el apoyo financiero de Estados Unidos a la Organización Mundial de la Salud, aun cuando la tasa de mortalidad por la pandemia del coronavirus continúa acelerándose, con más de 127.000 víctimas fatales confirmadas en todo el mundo. Hablando desde el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca, Trump intentó culpar a la agencia de salud pública de las Naciones Unidas por el desastroso manejo de la pandemia por parte de su Gobierno, acusando a la Organización Mundial de la Salud de ayudar a China a encubrir la propagación del coronavirus cuando surgió a fines del año pasado.

* El presidente Donald Trump sostuvo*: “El mundo depende de que la Organización Mundial de la Salud colabore con los países para garantizar que la información precisa sobre las amenazas internacionales a la salud se comparta de manera oportuna y, de no ser así, para decirle al mundo de manera independiente la verdad sobre lo que está sucediendo. La Organización Mundial de la Salud falló en este deber básico y debe rendir cuentas”.

La decisión tomada por Trump provocó indignación y condena internacional. Richard Horton, editor en jefe de la revista médica The Lancet, tuiteó: “La decisión del presidente Trump de retirar el financiamiento a la Organización Mundial de la Salud es simplemente esto: un crimen contra la humanidad. Cada científico, cada trabajador de la salud, cada ciudadano debe resistir y rebelarse contra esta terrible traición a la solidaridad mundial”.

En Japón, un equipo de expertos médicos predice que 400.000 personas podrían morir de COVID-19 en todo el país si no se toman medidas firmes para detener la propagación de la enfermedad. Este informe, que fue encargado por el Ministerio de Salud de Japón, llega cuando el país todavía no puso en marcha medidas estrictas de confinamiento. La semana pasada, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, declaró el estado de emergencia y pidió a los ciudadanos que mantuvieran voluntariamente el distanciamiento social, aunque muchos locales de venta permanecen abiertos. Japón ha confirmado más de 8.000 casos y 162 muertes por COVID-19.

Las autoridades del Reino Unido dijeron el martes que la tasa de muertes por COVID-19 puede ser un 10% más alta que la que muestran los informes oficiales, lo que se suma a la evidencia de que las naciones europeas han hecho un subregistro de los casos de coronavirus.

Esto se produce al tiempo que algunos países europeos muy afectados han comenzado a reabrir algunas empresas. En Italia, que registró el menor número de casos nuevos de coronavirus en un mes, algunas librerías y tiendas de ropa para niños han vuelto a abrir sus puertas. En algunas partes de España, trabajadores de la construcción y de fábricas han vuelto a sus trabajos.

Mientras tanto, los funcionarios de salud alemanes dijeron que 285 personas murieron el martes por síntomas relacionados con el coronavirus, la cifra más alta de muertes diarias en Alemania hasta el momento.

El Parlamento de Turquía votó el martes para liberar temporalmente a 45.000 reclusos, aproximadamente un tercio de la población carcelaria del país, para limitar la propagación de la COVID-19. La liberación de reclusos excluirá a los detractores del presidente autoritario Recep Tayyip Erdogan que han sido condenados por cargos de terrorismo. En un comunicado, Amnistía Internacional pidió la liberación de todos los presos políticos, y agregó: “Los condenados en juicios injustos en virtud de las leyes antiterroristas demasiado amplias de Turquía ahora también están condenados a enfrentar la posibilidad de infección de esta enfermedad mortal”.

Mientras tanto, la gobernadora republicana del estado de Dakota del Sur, Kristi Noem, anunció el primer ensayo en todo el estado del medicamento contra antipalúdico hidroxicloroquina como posible tratamiento para la COVID-19. El martes, el presidente estadounidense, Donald Trump, promocionó el medicamento una vez más, como lo ha hecho repetidamente durante semanas, a pesar de que no hay evidencias médicas de que sea un tratamiento efectivo.

En el estado de Ohio, el jefe del sindicato de guardias de cárceles afirmó que un quinto recluso murió tras contraer COVID-19 en la Institución Correccional Federal de Elkton, donde 36 reclusos y 26 miembros del personal dieron positivo por coronavirus. En otros estados, como Virginia, Maryland, Carolina del Sur, Ohio e Indiana, se han reportado las primeras muertes por COVID-19 de personas en las cárceles estatales. Un recluso del Centro de Detención Central del Distrito de Columbia murió el lunes por la enfermedad, y en la cárcel de Rikers Island, en Nueva York, murió un segundo recluso por COVID-19. En el estado de Michigan, donde al menos diez personas encarceladas han muerto, los reclusos han presentado una demanda federal alegando que se les ha firmado una “sentencia de muerte”.

En la ciudad de Nueva York, se viralizaron videos que muestran a un grupo de policías en una estación de metro de Harlem deteniendo por la fuerza a un niño por vender dulces en la estación, en una supuesta violación de las normas de distanciamiento social. También se ve a los oficiales de policía tirando del suéter del niño y tomándolo del pecho mientras él llora y lucha por alejarse de los agentes. Según los informes, la madre del niño estaba presente durante el incidente. Mientras tanto, en la ciudad de Filadelfia fueron filmados policías sacando violentamente a un hombre del interior de un autobús porque el hombre no llevaba una mascarilla facial.

El expresidente Barack Obama dijo: “Si hoy estuviera en campaña, no seguiría los mismos pasos ni tendría la misma plataforma que en 2008. El mundo es diferente. Hay demasiados asuntos pendientes para que miremos hacia atrás. Tenemos que mirar hacia el futuro. Bernie lo entiende y Joe lo entiende”.

El respaldo de Obama se produjo un día después de que el senador Sanders respaldara la candidatura de Joe Biden para la Casa Blanca, calificando a Donald Trump como el presidente más peligroso en la historia moderna de Estados Unidos.