Masacre en Bolivia; Intercept revela infuencia irani en Irak; Aniversario de la rebelión cívica en Libano, y más noticias

En Bolivia, al menos 23 personas han muerto en medio de una escalada de la violencia desde que el presidente Evo Morales renunciara a pedido de los militares bolivianos la semana pasada, en lo que él y muchos otros han condenado como un golpe militar.

En Cochabamba, el viernes, las fuerzas militares abrieron fuego contra manifestantes indígenas partidarios de Morales, matando al menos a nueve personas e hiriendo a más de 100. La violencia comenzó poco después de que miles de cultivadores indígenas de la hoja de coca y otros manifestantes se reunieran para realizar una marcha pacífica en el pueblo de Sacaba.

La masacre se produjo un día después de que la autoproclamada presidenta Jeanine Áñez emitiera un decreto que exime a los militares de ser procesados por actos violentos. Los manifestantes exigen que renuncie. Visite democracynow.org/es para ver más información sobre la crisis en Bolivia.

Una filtración sin precedentes de documentos secretos de la Inteligencia del Gobierno iraní ha arrojado nueva luz sobre cómo Irán tomó el control de gran parte del Gobierno iraquí tras la invasión estadounidense de 2003. Las 700 páginas de documentos del Ministerio de Inteligencia y Seguridad de Irán se filtraron al medio The Intercept, que luego se asoció con el periódico The New York Times para informar al respecto.

Mientras tanto, las protestas por el aumento en el precio de la gasolina sacudieron a Irán durante el fin de semana, con un saldo de al menos 12 muertos. El domingo, Irán impuso un apagón casi total de internet. La economía iraní ha sido duramente golpeada por las sanciones estadounidenses, que el presidente Donald Trump impuso después de decidir retirarse del histórico acuerdo nuclear de 2015.

Visite democracynow.org/es donde hablaremos con uno de los principales reporteros de la gran filtración de documentos de inteligencia iraníes: Murtaza Hussain, de The Intercept.

En el Líbano, decenas de miles de personas tomaron las calles el domingo para conmemorar el primer mes de protestas masivas contra el Gobierno que azotaron el país y derrocaron al primer ministro. Los manifestantes están protestando contra la corrupción y la mala gestión del Gobierno, así como por la falta de empleos y de electricidad y la austeridad económica.

En el Capitolio, la ex embajadora de Estados Unidos en Ucrania Marie Yovanovitch testificó el viernes, en una de las audiencias televisadas de la investigación del juicio político para constatar si Donald Trump retuvo la ayuda militar a Ucrania para presionar al presidente de ese país para que investigara a su rival político Joe Biden, y a su hijo. Yovanovitch fue retirada abruptamente de su cargo en mayo, como parte de una campaña de desprestigio para desacreditarla encabezada por el abogado de Trump, Rudy Giuliani. Este es un fragmento de la declaración inicial de Yovanovitch.

Marie Yovanovitch declaró: “Quizás no fue sorprendente que cuando nuestros esfuerzos anticorrupción se interpusieron en las ambiciones de lucro o poder, los ucranianos, que preferían jugar con las normas viejas y corruptas, trataran de eliminarme. Lo que sigue sorprendiéndome es que encontraran a estadounidenses dispuestos a asociarse con ellos y, trabajando juntos, aparentemente lograron orquestar la destitución de una embajadora de Estados Unidos. ¿Cómo pudo fallar nuestro sistema de esta manera? ¿Cómo es que los intereses corruptos extranjeros pueden manipular a nuestro Gobierno? ¿Los intereses de qué países se atienden cuando se permite que prevalezca el comportamiento tan corrupto que hemos estado criticando?”.

Yovanovitch dijo en repetidas ocasiones que se sintió amenazada por Trump, quien se refirió a ella como “malas noticias” en su ahora infame llamada del 25 de julio con el presidente ucraniano, Volodymiyr Zelenski. Durante la llamada, Trump también dijo que a Yovanovitch “le van a pasar algunas cosas”. El viernes, Yovanovitch testificó que se sintió “conmocionada, horrorizada y devastada” cuando supo lo que Trump había dicho sobre ella en la llamada telefónica. Mientras Yovanovitch testificaba, Trump la volvió a atacar, escribiendo en Twitter: “En cada lugar al que fue Marie Yovanovitch, las cosas empeoraron”. El presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, Adam Schiff, le preguntó a Yovanovitch sobre los últimos ataques de Trump en su contra durante su testimonio el viernes.

Congresista Adam Schiff: “El presidente implícitamente la amenazó en la llamada. Y ahora el presidente, en tiempo real, la está atacando. ¿Qué efecto cree que eso tiene en la voluntad de otros testigos de plantear y denunciar conductas indebidas?”.

Marie Yovanovitch: “Es muy intimidante”.

Más tarde, el viernes, David Holmes, funcionario del Departamento de Estado, confirmó en un testimonio a puerta cerrada a los investigadores de la Cámara de Representantes que escuchó a Trump preguntando al embajador de Estados Unidos ante la Unión Europea, Gordon Sondland, sobre las investigaciones políticas que Trump buscaba que hiciera el presidente de Ucrania. Esto confirma una parte clave del testimonio del embajador William Taylor la semana pasada, en el que reveló detalles sobre la llamada telefónica anteriormente desconocida. También el viernes, el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes dio a conocer el testimonio de Jennifer Williams, asesora especial del vicepresidente Mike Pence y miembro del personal de su Consejo Nacional de Seguridad. En su testimonio, calificó a la llamada telefónica del 25 de julio realizada entre Trump y el presidente ucraniano de “inusual e inapropiada”. En respuesta, Trump la atacó el sábado en Twitter, acusándola de ser una “never Trumper” (término que refiere a las personas que no lo apoyan).

El aliado y ex asesor de Donald Trump Roger Stone fue declarado culpable el viernes de siete cargos, incluyendo manipulación de testigos, obstrucción y falso testimonio. Ahora enfrenta hasta 50 años de prisión. Stone es el sexto asesor de Trump que ha sido condenado por cargos presentados como parte de la investigación del exfiscal especial Robert Mueller. Stone será sentenciado en febrero.

Donald Trump ha perdonado a tres miembros del servicio militar de Estados Unidos que han sido acusados o condenados por crímenes de guerra.

Clint Lorance estaba cumpliendo una condena por asesinato de 19 años en la prisión militar en Fort Leavenworth, en el estado de Kansas, por ordenar a los soldados a que abrieran fuego contra unos motociclistas afganos desarmados en 2012. Salió de prisión el viernes por la noche después de que Trump le otorgara el perdón.

Mathew Golsteyn se enfrentaba a cargos de asesinato por la muerte en 2010 de un afgano desarmado. Según dijo a los investigadores de la CIA, él había disparado al hombre y luego destruyó el cuerpo en un pozo para quemar basura en la base militar.

Trump también restituyó el rango de Navy Seal a Eddie Gallagher, quien había sido acusado de múltiples crímenes de guerra, incluyendo disparar a dos civiles iraquíes y apuñalar fatalmente en el cuello a un adolescente cautivo. Un jurado de California lo absolvió de los cargos de asesinato en julio, pero lo condenó por un delito menor.

Donald Trump, realizó el sábado un viaje no planificado al Centro Médico Militar Nacional Walter Reed, lo que provocó preguntas generalizadas acerca del estado de salud física del mandatario. La Casa Blanca ha afirmado que no hubo nada inusual en la visita médica no programada. Trump es el presidente estadounidense de más edad en asumir el cargo, y reiterados interrogantes han sido planteados sobre su aptitud física y mental.